Novelas ligeras en español

lunes, 14 de noviembre de 2016

Dungeon Defense capitulo 7

Lord Demonio más Débil, Dantalian. 71º.
Calendario Imperial: Año 1505, Mes 9, Día 10.
Reino de Cerdeña, Mercado de Esclavos de Pavía

— ¿Son solo dos personas?

— Si. Mi esposa y yo.

— Hmm. Aceptaremos 2 piezas de oro por la cuota de escolta.

Entregué cinco de oro al soldado contratado y él sonrió de oreja a oreja. Había un encanto inesperado que fluía de la sonrisa de este mercenario, al cual le faltaban dos dientes delanteros.

— Muchísimas gracias, Su Majestad. Nosotros los mercenarios los protegeremos con nuestras vidas mientras se encuentren aquí. Por favor, que tengan un día emocionante con su esposa. ¡Oigan, escolten a esta pareja hasta su destino! ¡Asegúrense de que sean de la clase alta!

— Entendido.

En las afueras de Pavía. Los comerciantes de esclavos tenían establecido sus puestos a través de todas las planicies abiertas en esta zona.

Para prevenir que los ladrones hicieran de las suyas, los soldados vigilaban estrictamente todo el mercado. Había cinco plataformas de diversos tamaños, 70 guardias aproximadamente, y puestos comerciales, siendo tan grande, que podrías confundirlo con un campamento militar si lo mirabas desde lejos. La mayoría de los bandidos ni siquiera se atreverían a meterse con este mercado.

— Por aquí, Su Majestad.

— Hmm.

Siguiendo la guía del hombre, fuimos al centro del mercado.

Lapis Lazuli y yo fingíamos ser una joven pareja de comerciantes. Exquisitamente habíamos creado nuestros documentos de identificación y nombres. Con esto, no tendríamos que preocuparnos de que nuestras identidades reales fuesen descubiertas en cualquier momento.

El mercado de esclavos estaba cubierto por un ambiente húmedo y sombrío.

— ¡Muévanse de una vez! Malditos mequetrefes.

— ¡Aquí, elfos de nieve! Capturados directamente de las profundas montañas nevadas en el Reino de Moscú. Como una ocasión especial, los exhibiré de forma gratuita hoy. ¡Por favor, échenles un vistazo!

— ¡Les dije que caminaran más rápido!

Por un lado, un guardia estaba oscilando un látigo y forzando a un grupo de esclavos a moverse. Una línea de 6 esclavos estaba encadenados uno tras otro y caminaban hacia adelante poco a poco. Se sentía como si estuviese viendo a una oruga.

— Por favor, mírenlos tanto como deseen. ¡Mirar es gratis! Por otro lado, una elfa desnuda estaba encerrada detrás de unos barrotes de hierro. Un promotor de ventas seguía parloteando de cuán asombroso era su ‘producto’ mientras apuntaba a los pechos y costillas de la elfa. Había mucha
gente reunida alrededor de la jaula de hierro, e incluso había niños entre ellos.

Las niñas pegaban sus cabezas en los barrotes para ver a la elfa desnudo. Pude oír lo que decían.

— Hermana, ¿es cierto que los elfos solo viven del rocío de la bebida?

—……………

— Ehh, no creo que ellos comprendan lo que estamos diciendo. No sé cómo hablar el lenguaje usado en Moscú, es muy…

— Ellos dicen que los elfos toman la sangre fresca de los niños cada año. Por eso es que se mantienen hermosos durante cien o doscientos años.

— ¡Idiota! ¡No mientras!

El grupo de chicas sonrió. La elfa sonrió suavemente mientras miraba a los niños. Cuando estos estiraron sus manos, la elfa, más que agradecida, colocó su brazo para que ellos tocaran su piel. Aunque el brazo de la elfa era tan delgado y huesudo, las pequeñas quedaron conmocionadas como si estuviesen tocando algo de oro.

— ¡Estos niños traviesos!

La persona de ventas levantó a los niños mientras reía enérgicamente.

— No pueden tocar al producto así como así.

Miré a ese lugar, y desvié la mirada.

Swoosh.

El sonido de un látigo azotando a un esclavo se pudo oír en la distancia, y sin embargo, nadie en la zona mercante le prestó atención. Los únicos que desviaron sus miradas fueron los niños. Cada vez que escuchaban un gemido, los niños se emocionaban y preguntaban: ‘¿Escuchaste eso? ¿Lo escuchaste?’. Cada vez que escuchaban un grito, ellos lo repetían con sus propias voces: ‘¡Kaah!’ ‘¡Ughhh!’. ¿Era debido a su inocencia, quizá?

Murmuré.

— Este es un lugar esplendido. ¿Todos los mercados de esclavos son así?

— Si. No hay mucha diferencia –respondió Lapis Lazuli–. El mercado de esclavos con el que ésta estuvo en deuda un tiempo, durante la infancia, tenía la misma sensación que este.

— ¿Qué? ¿Tú trabajaste en un mercado de esclavos antes?

— Para ser precisa, ésta no trabajó en un mercado de esclavos, sino que quiso convertirse en una esclava. En ese entonces, ésta estaba increíblemente hambrienta. Ésta había creído que mientras fuese capaz de conseguir comida, entonces estaría bien ser una esclava. Ya que al menos, a los esclavos se les alimentaba –Lapis Lazuli habló calmadamente–. Sin embargo, una vez que el mercado de esclavo descubrió que ésta era una mestiza, él la ahuyentó. Aparentemente, las parias no tienen el ‘derecho’ de convertirse en un producto comercial. Sin embargo, antes de que la identidad de ésta fuese revelada, ésta fue capaz de comerse medio pan rancio. Es un buen recuerdo.

—……………

El pasado de Lapis Lazuli era tan oscuro que daba miedo…

Haciendo cualquier cosa que me permitiese cambiar el tema, aclaré mi garganta.

— La súcubo que solía vagar por esos mercados ahora es la concubina de un Lord Demonio. ¿No es espléndido, Lala? El valor de una persona no se determina por su nacimiento. Tú, que fuiste capaz de superar todo tipo de condiciones desfavorables, tienes el valor más hermoso de todo eso. Lapis Lazuli me miró de soslayo.

—…de vez en cuando hace unas observaciones muy sorprendentes, Su Alteza.

— ¿Hm?

— No es nada. Usted ha elogiado que ésta ha tenido éxito, pero eso es terriblemente inadecuado. Cuando usted se haya convertido en un verdadero gobernador de los demonios, ese día será el momento en el que el éxito de ésta pueda ser debatido.

— Eres una mujer bastante avariciosa –sonreí–. Por eso es que me gustas.

— No existe nada por lo que usted tenga que halagar a ésta, Su Alteza.

— No espero mucho. Solo me gustaría si hubiese más encanto mezclado en los asuntos nocturnos. En primer lugar, cuando hacemos ‘eso’ tu rostro se parece tanto a una piedra que resulta muy divertido…

Lapis Lazuli me pisó el pie derecho. El tacón de su zapato se clavó en el puente de mi pie, por lo que dolía bastante, sin embargo, sentí un deleite.

Si, esta era la Lapis Lazuli de siempre. La misma Lapis Lazuli que era serena, calmada, y que reaccionaria moderadamente ante mis burlas. Sintiendo un raro sentido de alivio por eso, desempaqué mis cosas en el sitio de alojamiento al que los soldados contratados nos guiaron.

Esa noche, recibimos una invitación a un banquete con los comerciantes de esclavos.

Valió la pena darle a ese soldado 5 de oro. La gente en el lado del mercado nos había reconocido como gente VIP y nos había dado una invitación.

Me preguntaba si era porque el banquete era para los comerciantes esclavistas, pero la reunión era bastante extravagante. Había tres guardias severos de pie como seguridad, y hermosas esclavas estaban sirviendo las comidas. Estaban desnudas. Rápidamente, me mezclé con el grupo de comerciantes y conversé con ellos.

El alcohol pasó apropiadamente. Era justo la cantidad que se necesitaba para intoxicar a la gente. Durante esta noche de índole ambiciosa, esta era la hora más apropiada para inducir a la gente a confesar sus pensamientos más profundos. Ahora, ¿deberíamos ir directo al punto…?

— Esta es la primera vez en mi vida que veo un mercado esclavista tan lujoso. He estado en muchos mercados similares en el pasado, unos que estaban en una escala superior, pero si los comparas con la calidad de productos entre los de aquí y los de allá, aquellos probablemente no logren igualarse con la excelencia de aquí. Es maravilloso. ¿Saben? Estoy muy conmovido.

— Jajaja. Estás pensando mucho de nosotros.

Los esclavistas rieron con rostros sonrojados.

Un humor alegre fluyó por toda la habitación. Todos dieron una impresión favorable. Para ser gente que trataba con esclavos, era difícil de creer cuán inofensivos parecían. ¿Acaso ni siquiera tenían la menor cantidad de culpa por vender esclavos?

Bueno, esto probablemente era como la gente de esta edad era. No era un asunto con el que no debiera involucrarme. Las revoluciones deberían quedar en las manos de los revolucionarios, y las políticas ser dejadas en manos de los políticos. Ese era mi credo. Aunque, había muchas personas que estaban mezcladas en ambos trabajos.

— Hay algo de lo que siento algo de curiosidad, sin embargo.

— ¿Qué es? Díganos.

— Al igual que una flor puede abrumar todo un salón de baile lleno de gente, ¿no habrá una esclava con el valor más alto en ese mercado? ¿Cuál consideran ustedes que sea la flor de este mercado? Los comerciantes se miraron entre sí al escuchar mi pregunta. Poco después, ellos comenzaron a conmocionarse.

— Por supuesto, ¿no sería la elfa de nieve que capturé en Moscú? Contraté no menos de 20 cazadores solo para atrapar a esa. No hay duda de que mi producto es el mejor.

— Pffff. Honestamente, la moda élfica ya pasó. En estos días, las sirenas y afines son lo mejor. En ese sentido, la sirena por la que pasé trabajo para atrapar…

— ¡JA! ¿Cómo podría alguna bestia con alas causar un escándalo? Seria dudoso si incluso pudieses tener 20 de oro por esas. Quizá podrán ser especies raras y apropiadas para estar a la altura de la atmosfera, pero no puedes llamarlas las estrellas del mercado. Eso sí es seguro.

— No, por supuesto que deberías posicionarlas en algo mayor basándote en su rareza. Actualmente estoy pensando sacar mi as de la manga y mostrar un centauro. Si es un caballo más que las damas nobles… Clamaron. El argumento sobre cuál sería el mejor esclavo continuó. Luego de un rato, un comerciante esclavista apunto a un joven y habló.

— ¿Qué hay de tu lado, Giacomo? Escuché que ya resolviste los preparativos de un producto esta vez.

—…no es tan grandioso como la lista de bienes de los demás –el joven frunció el ceño mientras respondía.

Él era el joven que había estado bebiendo vino silenciosamente durante todo el banquete. Aunque los demás comerciantes trataban de atraer la atención a sus esclavas, él se había reusado. Al ver que su complexión se había oscurecido, parecía como si algo le disgustara.

— ¡Decir que no es gran cosa, es algo bastante modesto de tu parte!

— Es cierto, Giacomo. No somos tontos, escuchamos los rumores. Dicen que tuviste éxito al obtener la hija ilegítima de la familia de un Duque. El más joven mostró una expresión amarga.

Parecía que le era incomodo que la atención se centrase en él.

—…tuve suerte. Eso es todo.

El hombre inclinó su copa de vino.

Furtivamente torcí las comisuras de mi boca mientras miraba al joven.

Lo encontré.

Estaba seguro que ese hombre era el esclavista que poseía a Laura De Farnesio. Soportando mí vaguedad para participar en este banquete si valió la pena. Ser capaz de encontrar a mi objetivo rápidamente era una suerte.

Actuando sorprendido, levanté mi voz.

— Esperen. ¿La hija ilegítima de la familia de un Duque? ¿De qué va esto? Me gustaría escuchar más detalles.

— No estoy seguro, pero él, Giacomo, obtuvo ese precio a una edad muy joven. Es la primera vez de ese chico debutando en el mercado de esclavos, pero ¡Santo Cielo, él tuvo en sus manos un producto que es grande entre lo grande!

— Ellos dicen que es la hija ilegítima de la Casa del Duque Farnesio –los comerciantes se emocionaron y comenzaron a formar un escándalo.

— La familia de un duque. Y no una familia pequeña, ¡sino la familia Farnesio! Naturalmente, su estatus ciertamente decayó luego de perder en la Guerra de las Rosas, pero aun así…

— Bueno, es un secreto a voces. Ellos probablemente no quieren desviar la responsabilidad por su derrota a uno de sus actuales herederos. Por ello vendieron a su hija ilegítima como compromiso. Aunque, esto simplemente es un campo de suposiciones.

— ¿Acaso esa no sería probablemente la suposición correcta? Las demás posibilidades son imposibles… esa damisela fue elegida como un chivo expiatorio para la familia.

Alguien chasqueó su lengua.

— Los que salieron en la cima luego de la Guerra de las Rosas están alegres por haber logrado deshonrar a la Familia Farnesio, y esos están alegres de haber sido capaces de disminuir sus bajas al mínimo.

— Si miras con cuidado, esos tipos nobles son mejores en el negocio más que nosotros. Jeje, esas personas superiores de seguro conocen sus cosas.

— Más allá de eso, ellos dijeron que ‘eso’ no es una broma. Un comerciante dijo eso mientras masticaba una pata de pollo. Por mi parte, yo coloqué una expresión fascinada.

— ¿Qué quieres decir con ‘eso’?

— Eso, estoy hablando de eso. Su rostro y su cuerpo son tan… ¡uuf! El comerciante rió malvadamente. Una salsa pegajosa de color marrón estaba esparcida por sus dedos. Los demás comerciantes asintieron entusiasmadamente.

— Yo también escuché ese rumor. ¡Que ella fue la Princesa de Farnesio que fue confinada!

— Si. Eso fue porque, ya era una mujer de belleza inigualable, tenían miedo de que eso perturbara el reino. Por eso es que el duque la escondió a propósito en la parte más profunda de la mansión, para que nadie pudiese verla.

— Bueno, honestamente, eso sea solo un montón de mentiras. Los comerciantes se encogieron de hombros.

— Sin importar como lo veas, ellos probablemente la ocultaron porque estaban avergonzados… pero, ¿eso acaso importa? Solo el simple hecho de que esos rumores vinieron con ella la hace especial. Después de todo, los rumores incrementan el valor del producto.

— Hmm, supongo que es cierto. Para empezar, ella es de una de las familias más nobles del reino…

— El rumor de que ella fue la chica más hermosa en el continente se corrió una vez.

— ¡Y ya se encuentra en la edad de 16! Los comerciantes estallaron en risas todos juntos.

La única persona incapaz de seguir con el humor fue el joven. Él seguía manteniendo una expresión estoica.

—…por favor, discúlpenme, me retiro primero. Buenas noches. El hombre se levantó de la mesa y casualmente se fue.

Los demás comerciantes le desearon buenas noches también, pero el joven recibió esos deseos de forma ausente. Sería difícil mirar eso como un comportamiento positivo. Una vez que el más joven se retiró, los demás comerciantes comenzaron a vociferar sus opiniones de inmediato.

— ¿No está actuando un poco arrogante? Invitamos a todos del mismo comercio para que así pudiésemos conocer mejor a nuestros colegas, pero si él se comporta así…

— Él realmente no tiene modales. Solo hace lo que le da la gana mientras confía en la reputación de su padre. Todos los jovencitos de hoy en día son así. Parece que la forma en la que los jóvenes se comportaban en este mundo y mi mundo original era la misma. Sonreí y me levanté.

— Deseo echar un vistazo al mercado a primeras horas de la mañana, por lo que debería regresar a mi habitación por hoy. Todos, les deseo que pasen una noche placentera.

— Ohh, duerma bien.

Tras recibir las despedidas de los comerciantes, me hice camino fuera del salón del banquete. Luego de instruir a Lala, para que estuviese en el exterior del mercado y se preparara para cualquier eventualidad, seguí al joven por mi cuenta. No había ido lejos, la vista del jovencito caminando por el mercado llegó a mi visión.

— Sir. Giacomo. ¡Sir. Giacomo!

— ¿Sí?

El jovencito se volvió hacia mí.

Tenía ojos que parecían como si mirase a alguien sospechoso. Sonreí ampliamente y dije:

— ¿Desearía usted, quizá, tener una breve conversación conmigo?

Ablandemos a este novato.

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Traficante de Methoranum. Giacomo Petrarca, Comerciante Esclavista.
Calendario Imperial: Año 1505, Mes 9, Día 10.
Reino de Cerdeña, Mercado de Esclavos de Pavía

En un rincón del área de mercaderes, me encontraba bebiendo una cerveza con un traficante extraño.

Era raro. Realmente no podía recordar cómo terminé bebiendo esto. Parte de ello se sentía como si me hubiesen poseído. Bueno, hay días en tu vida en donde solo te quedas en blanco…

— Solo estoy diciéndole esto, Sir. Giacomo –el hombre extraño frente a mí sonrió amargamente–. A decir verdad, el acto de comprar y vender esclavos es muy incómodo para mí. Se siente como si estuviese cometiendo un crimen contra la humanidad.

— ¿Ah, sí? Yo también lo creo así.

Respondí alegremente a ese comentario. Era así. Solo por esa característica que este hombre tenía, fue que comenzamos a beber juntos. Me preguntaba si era coincidencia o pura suerte, pero la longitud de onda entre este hombre frente a mí, y yo era sorprendentemente buena.

— Originalmente, no me gustaba ser algo como un vendedor de esclavos. Sin embargo, mi padre me presionó a hacerlo. Decía que si quería llegar a ser un veterano en la parte comercial rápidamente, entonces el trabajo adecuado sería el de traficar esclavos…

— Tienes un buen padre. Pero, hay muchas cosas en el mundo que son más preciosas que volverse un veterano. Habría sido bueno que tu padre lo hubiese comprendido.

— ¡Eso es lo que he estado diciendo!

Oh, cielos, sin intención elevé mi voz.

Pero no fue extraño. Fue la primera vez que había conocido a una persona que tenía una ‘buena conexión’ conmigo, y más estando en el centro del mercado de esclavos. ¿Acaso no era un encuentro bastante excéntrico?

— Mi padre está muy apegado al dinero. Si, el trabajo de un comerciante es hacer dinero y transportar bienes. No tengo problema con eso… pero, ¿acaso los esclavos no son personas también? Sean humanos, elfos, o sirenas… tratarlos así como un parte de una exhibi…

— Entiendo. Ah, tu copa está vacía. Toma, aquí hay otra.

— Gracias…

Me tomé el vino que el hombre me había servido. Sentí una borrachera placentera elevarse. Parece que realmente necesitaba a una persona con la que pudiera hablar abiertamente. Se sentía como si estuviese bebiendo más de lo usual, pero estaba bien. Esto estaba dentro de mi rango permitido. Y por eso, el tiempo fluyó. Antes de darme cuenta, me descubrí dirigiendo al hombre a los cuartos de mi plataforma… ¿Eh, por qué lo traje aquí?

— Asombroso. Abstenerte de ponerle cadenas a la mayoría de tus esclavos, esa es una consideración bastante humana para con ellos.

El hombre miró con admiración a los esclavos en los vagones.

Ah, es cierto. Ya recordé. Él me preguntó si podía echarles un vistazo a mis esclavas y acepté complacido a su petición. Aunque ni siquiera es permitido traer invitados a esta área… no debería ser un gran problema, ¿cierto? Esta persona no era un invitado cualquiera, él era mi amigo. Ahora que lo pienso, ¿cuál era su nombre?

— La mayoría de la gente solo habla de ello pero nunca lo intenta. Eres distinto, Giacomo. Realmente estas tratando a tus esclavos con consideración. Puedo ver eso con mis propios ojos. Es esplendido.

— Jajaja, solo estás exagerando.

Oh, bueno, algo como los nombres no es de importancia. La parte más importante al momento de juzgar a una persona se centraba en su personalidad. Este hombre era alguien en quien se podía confiar. Poseía una buena personalidad.

— Pero, no creo que cada esclavo se sienta satisfecho.

— ¿Perdón?

¿De qué podría estar hablando?

Podría no ser un alardeo, pero, en mi opinión, no había otro comerciante que mostrara tanta preocupación por sus esclavos como yo. Regularmente me aseguraba de darles 2 comidas al día, y obviamente, los esclavos me querían. Pero, decir que no estuviesen satisfechos…

— Oh, cielos, eso fue rudo de mi parte. Simplemente estaba pensando desde la perspectiva de los esclavos –dijo el hombre, sonriendo suavemente.

— Antes de ser capturados por nosotros, ¿esos esclavos no vivían una vida bastante pacifica? Ellos debieron haber sido capaces de andar libremente y vivir su vida a su gusto. Siento que es muy probable de que ellos sigan teniendo algo de insatisfacción, incluso si reciben sus comidas a tiempo.

— Pensar desde la perspectiva de un esclavo… Era sorprendente. Nunca lo había considerado.
Soy un hombre libre y ellos son esclavos. Claramente éramos distintos. Yo no tenía razón para forzar mis pensamientos en ellos cuando ‘ellos’ eran completamente distintos a mí. Pero, yo lo había considerado así…

Eso era más que suficiente para tratarlos solo con la más ligera de las consideraciones. ¿Pensar desde la perspectiva de un esclavo? ¿Era posible? ¿Esa no era una forma de pensar excesivamente idealista…?

— ¿Cómo es en realidad?

Mientras recibía un shock por las palabras del hombre, él me formuló una pregunta.

Me alarmé. ¿De qué estábamos hablando? No podía recordar el contexto de nuestra conversación. Mi cabeza se sentía mareada desde hacía rato.

— ¿Qué es en realidad…?

— Me refiero a la Srta. Farnesio. ¿Ya lo ha olvidado? ¿Farnesio? ¿Estaba hablando sobre la Srta. Laura De Farnesio?

No, ya que esa familia la ha privado de su título noble, no puedo llamarla con ese apellido. Pero no podía recordar claramente si realmente habíamos tenido ese tipo de conversación. Oh, cielo, creo que bebí demasiado.

El hombre explicó calmadamente.

— ¿No le pregunté si la Srta. Farnesio estaba satisfecha con su vida de esclava? Al hacerlo, usted, Sir. Giacomo, dijo que personalmente me la enseñaría.

— Ah, cierto, cierto… lo olvidé por un momento –aun no me sentía seguro mientras respondía.

La Srta. Farnesio era algo valioso, algo de mayor calidad. Con el fin de evitar que los ladrones me la arrebataran, la oculté en la parte más oculta de mi  plataforma. Incluso si él era mi amigo, no podría mostrárselo a la ligera. Estaba comenzando a lamentarme. ¿Cómo pude haber hecho una promesa tan irresponsable…?

La otra parte notó de inmediato mi complexión y dijo:

— Ya veo. Parece que realmente tiene problemas para mostrármela.

— No, la verdad es que…

— Está bien. Por favor, no sienta mucha presión por esto. Solamente estaba sugiriendo esto a la ligera. Solo sentía curiosidad de cómo tratabas realmente a tus esclavos, y cómo se sentían ellos hacia ti –el hombre sonrió amargamente y murmuró–. Soy yo quien debería disculparse. Debido a mi curiosidad, terminé forzándote a una situación delicada. Regresemos al bar.

— Ah…

Tras ver la expresión desoldad del hombre, una culpa indescriptible se creó en mi pecho. Era eso. La otra parte solo estaba pidiéndome algo mientras pensaba en mí como un amigo. Pero, ¿qué estaba haciendo yo?

Al final, ¿no estaba tratándolo como un extraño? ¿Qué me diferenciaba de esos que estaban en el banquete, esos que azotaban a sus esclavos? Yo era el peor. Si esos comerciantes eran villanos, entonces yo no era más que un simple hipócrita.

—…no, por favor, espere. Lo guiaré a donde se encuentra la Srta. Farnesio.

— ¿Perdón? –el hombre parpadeó, sorprendido–. ¿Eso está realmente bien?

— Claro. No hay problema si solo se trata de simplemente echar un vistazo y volver. Afortunadamente, la Srta. Farnesio no duerme por las noches, así que debería estar bien visitarla ahora.

—…Sir. Giacomo. Si se siente incómodo por mi petición, entonces puede rehusarse en cualquier momento –el hombre me miró, preocupado–. Podrán haber sido solo unas horas desde que nos conocimos, Sir. Giacomo, pero siento una amistad entre nosotros. No deseo afligir a un amigo.

Estuve conmovido por su consideración. Le dije que estaba bien, pero el hombre seguía siendo considerado conmigo y trataba de rehusarse. ¡¿De qué era lo que yo dudaba ante una persona de tan buena naturaleza?! Una sonrisa naturalmente se formó en mis labios; el toque de la ansiedad que permanecía en mi pecho se había derretido como nieve.

— No, está bien. Yo, personalmente, quiero escuchar la opinión de la Srta. Farnesio. Por si acaso, me gustaría pedirle que venga conmigo. Y si me es posible, pensar en las cosas que hasta ahora me han faltado… desde la perspectiva de un esclavo. Eso es algo que desearía discutir contigo.

—…………

Los ojos del hombre de abrieron notablemente. Fue así, hasta que eventualmente sonrió. Fue una sonrisa suave.

— Giacomo. Sabes cómo respetar a los demás. Esa es una habilidad preciosa que viene desde tu corazón. No es algo que se aprende así como así. Realmente te respeto.

Quedé atónito ante ese cumplido tan sincero.

Aunque no fui capaz de decir nada y mi boca estaba completamente abierta, el hombre simplemente me sonreía en silencio. Era como si me dijese que lo entendía todo sobre mí… no, era como si entendiese la cantidad de apreciación que deseaba del mundo. Así era esa sonrisa.

— Ah, bueno, eh… ¿sabes?

— Si –el hombre sonrió-. Adelante, Sir. Giacomo.

— Ehh… p-por aquí. Sígueme, por favor.

Sintiéndome avergonzado, las palabras no salieron apropiadamente.

Por alguna razón, me sentía tan tímido de mirarlo a la cara. Si, era porque estaba borracho. Mis emociones iban y venían debido a la intoxicación. No había significado detrás de ellos. Ninguno, realmente.

Mi cabeza comenzó a darme vueltas lentamente. Ya se me estaba haciendo bastante difícil mantenerme en pie. Incluso si trababa de transmitirlo mientras consideraba mi imaginación, mi visión temblaba demasiado. Era extraño. No debería ser tan débil al alcohol.

— S-solo un poco más.

Mis palabras comenzaron a tensarse. Mi consciencia rápidamente comenzó a vagar.

— Solo un poco más y la celda en la que está confinada la Srta.…

— Está bien, Giacomo.

El hombre ligeramente me ayudó, pues yo tropezaba de izquierda a derecha. Una vez que descansé mi cabeza sobre el cuerpo del hombre, toda mi fuerza dejó mi cuerpo.

Mientras cerraba mis ojos lentamente, pude escuchar la voz del hombre.

— Parece que has bebido demasiada esta noche. Me encargaré de llevarte a tu habitación, Giacomo. Por eso, descansa un poco.

Era una voz que sonaba como la canción de cuna de una madre. Sintiéndome cómodo con eso, cerré mis ojos.

A pesar del hecho de que dentro de mi cabeza todo estaba desorganizado, había una verdad de la que si estaba seguro. Había ganado una amistad que duraría para siempre…

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Lord Demonio más Débil, Dantalian. 71º Rango.
Calendario Imperial: Año 1505, Mes 9, Día 10.
Reino de Cerdeña, Mercado de Esclavos de Pavía.

Bueno, esa fue una brisa.

Acosté al hombre en el suelo y sonreí torcidamente.

— No deberías confiar tan fácilmente en alguien como yo, mi amigo.

Sin esfuerzos, había conquistado a este joven, quien aparentaba tener unos 19 años de edad. Apenas lo había elogiado moderadamente, pero se emocionó tanto y cedió voluntariamente. Fue tan fácil que se hacía ridículo. ¿Era gracias a mi talento o era porque este tipo era excesivamente puro como comerciante…?

Claro, la respuesta era porque YO era talentoso.

Eso lo sabía muy bien.

Si siempre hablaba modestamente entonces era debido a la etiqueta.

Adicionalmente, su afecto había aumentado una cantidad atroz.

Solo habíamos pasado 2 horas bebiendo juntos, pero sus puntos de afecto se dispararon hasta los 10’, se extendieron hasta los 20’ y finalmente alcanzaron los 30’. Y aun así, el afecto de Lapis Lazuli seguía en 10. ¿Por qué es que yo recibía más afecto de los hombres que de las mujeres? Esto debería ser el fin del mundo.

— Estatus.

Tras murmurar las palabras bajo mi aliento, un holograma apareció ante mí. Una especie de ventana de estadísticas que solo aparecía cuando el afecto estaba por encima de los 20 puntos

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Nombre: Giacomo Petrarca.

Raza: Humano.

Trabajo: Comerciante (E).

Reputación: Anteriormente Estudiante Fracasado.

Liderazgo: F Poder: F Inteligencia: E

Política: F Encanto: C Técnica: F

Afecto: 32

Estado Mental Actual: ‘Amigo………’

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Que adorable naturaleza es esta.

En cierto sentido, en lugar de una chica como Lapis Lazuli, cuyas intenciones ni siquiera se podían comprender, este tipo de personas era considerablemente más complacientes.

Un tipo de persona que haría lo mejor para respetar a los demás, a pesar de ser débil de mente y ligeramente ingenuo.

La mayoría de las persona podrían ridiculizar a la gente de este tipo como blandengues.

Pero al final, yo no.

En todo caso, ligeramente los enviada… porque nunca podría ser como ellos.

— Solo piensa en ello como si estuvieses alcanzando a una persona terrible. Busqué en el abrigo de Giacomo hasta que tuve en mis manos un manojo de llaves.

Las llaves emitieron un tintineo metálico mientras las miraba. La llave de la celda de Laura De Farnesio probablemente estaba entre ellas.

¿Robar estaba mal? Eso era un hecho. Soy una mala persona, por eso hizo algo como robar normalmente.

La culpa fue algo que vendí hace mucho, mucho tiempo.

Mientras vivía mi vida, llegué a comprender que la necesidad de cargar algo como eso era inexistente.

No estaba seguro de lo que un masoquista, el cual disfrutaba recibir el dolor, pensaría. Como un sádico saludable y sensible, yo estaba fuera de esa pregunta.

— Mmm……

Giacomo Petrarca emitió un sonido mientras dormía.

Ya que había mezclado unas píldoras de dormir bastante fuertes en su bebida, él iba a roncar así durante un buen rato. 

Palmeé la cabeza de Giacomo.

— Duerme bien. Laura De Farnesio es un individuo que es demasiado para que alguien tan benevolente como tú la trate. Todo lo que tienes que hacer es dormir alegremente y dejarla en mis manos.

—…………

— Seria más beneficioso para Laura De Farnesio, para ti, y para mí. No has hecho nada malo.

Me preguntaba si él era capaz de escuchar mis palabras estando inconsciente.

El rostro de Giacomo Petrarca lentamente se relajó. El sonido de su respiración profunda fluyó a través de sus labios.

Bien. Esta dulzura ha cerrado sus ojos. Era momento para que los individuos completamente deshonestos acecharan como fantasmas en la noche.

Sosteniendo las llaves en mi mano, avancé. Mi destino pronto llegó a mi campo visual. Entre dos vagones de madera, había una jaula de hierro.

La luz de la luna la bañó amablemente.

A pesar de que los barrotes de hierro estaban bañados con la luz de la luna, no brillaban sino que se perdían más en la oscuridad. Era como si repudiase que algo del exterior se acercase, incluso la luminiscencia.

Había algo separado que estaba siendo iluminado por la luz. No era la jaula, sino más bien a una chica que estaba atrapada dentro.

La chica vestía harapos sucios similares a los que un mendigo usaría. Deben de haber pasado muchos días desde que ella fue capaz de lavarse por última vez, ya que, por todo su cuerpo, el sucio estaba presente.

En eso, la luna en el cielo nocturno fue cubierta por nubes. Fue algo breve. Luego volvió a aparecer. La luz de la luna volvió a descender sobre la piel de la chica, haciendo que brillara.

—………………

Sin darme cuenta, contuve mi respiración.

Sea quien fuere que viniese, quedaría abrumado por la belleza de esta chica.

Sin embargo, la razón por la que dejé de respirar por un instante no fue por la belleza de la chica. Algo completamente distinto me conmovió emocionalmente. La esclava estaba leyendo un libro en medio de esta jaula interminablemente triste. Usando la luna como su única fuente luminosa.

Con un denso libro abierto en el piso ante ella, ella silenciosamente giraba las páginas con sus manos llenas de ampollas.

Había algo sorprendente en esta extraordinaria vista.

Si alguien preguntase el por qué, entonces seria porque no había absolutamente nada que pudiese atravesarse en su camino. Esta podría haber sido la primera vez que la veía, pero inmediatamente lo
entendí todo.

La desgracia y pena de haber caído de la nobleza a la esclavitud, las incontables veces en que las personas la golpeaban y abusaban de esta chica, la pena y la desesperación de haber sido expulsada por sus propios parientes. 

Emociones variadas que ahora no tenían ningún efecto en ella.

Ya era un ser humano completo.

Encerrada, en la oscuridad.

—……………

Me acerqué a la jaula con pasos audibles.

A pesar de haber hecho que mis pasos sonaran a propósito, la chica no levantó su cabeza.

Ella simplemente miraba hacia abajo sin expresión alguna en su rostro. ¿Acaso estaba tan concentrada en el libro que no podía oír ningún ruido externo?

Avancé entre la luna y la chica.

Una sombra oscura se posó sobre ella. Ahora, por primera vez, la chica levantó lentamente su cabeza para encontrarse con mi mirada. Su mirada carecía incluso de la más mínima cantidad de luz.

Laura De Farnesio.

La humana que irá contra el héroe y llevará al continente a un mar de sangre. En eso, le hablé a la chica que fue abandonada por su familia y por el mundo.

—…me llamo Dantalian, soy el 71º Lord Demonio –sin inventos. Los pequeños trucos no funcionarían con la gente que tuviese ese tipo de ojos. Siempre sincero y honesto, esa era la mejor persuasión en este tipo de situaciones–. De Farnesio. He venido con el fin de tenerte.

—…………

— Soy millonario. Por eso, puedo comprarte en la subasta esclavista cuando me plazca. Mis brujas y tropas militares están esperando alrededor de este mercado, por eso, llevarte por la fuerza también es una completa posibilidad. 

Eso no era una mentira. A estas horas, Lapis Lazuli probablemente estaba preparándose para comenzar un asalto en las afueras del mercado. Las Hermanas Berbere estaban con ella. Mis fuerzas esperaban el momento de la noticia. 11 brujas de la clase más alta, y 9 soldados de la misma clase alta. Las defensas de este mercado de esclavos eran completamente resistente, pero no eran más de 70 guardias. Utilizando la potencia de fuego de las brujas, podríamos fácilmente convertirlos en carne asada. Llevarnos a Laura De Farnesio y desaparecer vagamente no era difícil. Si fuese a dar la orden, entonces era simple.

A pesar de eso…

— Pero deseo ser reconocido por ti –quise dejar esas cosas como mi último recurso.

— No por la riqueza o la fuerza. Simplemente de persona a persona. Deseo ser aceptado por ti de esa forma. Por favor, júzgame con tus tenues ojos. Determina si poseo el calibre para llevarte. Evalúame objetivamente.

—……………………

— ¿Puedes permitirme la oportunidad de realizar tu prueba? –una quietud se posó sobre nosotros. La chica me miró vacíamente.

No evitamos la mirada de ninguno. Hasta que la tercera nube cubrió la luna, el tiempo fluyó silenciosamente.

La chica movió sus labios.

—…deja de bloquear la luz de la luna y quítate. Era una voz inorgánica. Al igual que una maquina trata de imitar, innaturalmente, la voz humana.

Sin embargo, asentí.

En esta ubicación, la chica había establecido perfectamente su propio reino. El libro era su todo. Por eso, el acto de cubrir la luz significaba que yo estaba invadiendo su reino. Rápidamente cumplí la solicitud de la Srta. Farnesio y me moví ligeramente a un lado. 

La Srta. Farnesio asintió.

— Te lo agradezco. Eres una persona amable.

— Respetar el dominio de otro es una modestia, después de todo. Incluso si te fueses a convertir en mi vasallo, respetaré tu voluntad tal y como lo he hecho ahora.

— ¿Vasallo? –la Srta. Farnesio inclinó su cabeza–. ¿No pides una esclava sexual sino un vasallo?

— Así es. Si quisiera tratarte como esclava, entonces te habría comprado con oro o comenzado a actuar de forma violenta. Pero juzgué que el poder y la riqueza no se necesitan para persuadirte. Laura De Farnesio. Simplemente deseo obtenerte.

— Si esa fuese una confesión de amor, entonces ésta jovencita seguramente habría sido conmovida. La Srta. Farnesio colocó su mano en su mentón.

Referencialmente, Laura De Farnesio había hablado 4 idiomas distintos. Sardo, el lenguaje de Habsburgo, el Franconio, y el Helasio Antiguo 3. No fue una conversación meramente simple. Ella estaba probándome para ver cuán lejos podía mantenerme con ella.

Fácilmente pasé su prueba fundamental. Sin importar donde estuviese, si eson involucrase lenguajes, entonces no podría ser derribado. En todo caso, yo tenía plena confianza de que esta era mi especialidad.

Desde este punto en adelante comenzaba el evento principal.

— Estoy muy agradecida por su oferta. El único destino que queda para esta joven dama es que probablemente sea vendida a algún noble con excesivo dinero y vivir una vida como una herramienta para placeres sexuales.

— Ahh, eso es cierto.

Debido a la información que fui capaz de obtener en «Dungeon Attack», yo tenía un perfil general de cuál era el destino de Laura De Farnesio. Debería estar bien mencionar los eventos futuros de forma breve ahora.

— La persona que te comprará en la subasta será el Conde Roswell del Reino de Bretaña. Públicamente, él es elogiado como un hombre de personalidad noble, pero en realidad, es un sádico, un pervertido.

— Ohh…

¿Desperté su curiosidad? La Srta. Farnesio mostró una respuesta interesada. Aunque sus ojos seguían estando tenues.

— Dígame más detalles.

— Con gusto. El Conde Roswell considera encerrar a los nobles caídos, como tú, en su cámara de tortura subterránea, para él es un placer de la vida. Como sus preferencias son vastas, él disfruta cosas que van desde la tortura con cera de vela hasta la amputación.

— ¿Amputación? ¿Qué es eso?

— Hay muchos tipos de pervertidos en el mundo. Srta. De Farnesio –sonreí amablemente–. Entre ellos, hay un tipo de gente que obtiene deseos carnales de las mujeres con sus brazos y piernas cortadas.

Siempre sentía satisfacción cada vez que era capaz de revelar la cruel realidad a una chica que no sabía nada del mundo. Podrías decir que se sentía como si ayudaba un poco a la educación de la niña. Soy un hombre amistoso, después de todo.

— Si te vendiesen al Conde Roswell, entonces no cabría duda de que, durante 10 años, serás violada en una celda, donde ni siquiera llega la luz del sol. Si eres desafortunada, entonces podrías experimentar muchas veces lo que es el aborto.

— Este ciertamente es el peor individuo para convertirse en esclava. Puedo soportar ser torturada con la cera de las velas, pero ésta dama no cree que pueda ser capaz de aguantar tener sus extremidades cortadas.

— ¿Es porque serias incapaz de leer los libros?

— Si, me sería incapaz de leer sin mis extremidades –la Srta. Farnesio respondió seriamente.

Asumí que ella era ese tipo de chica.

— Pero, oh, Lord Demonio. Es difícil de creer que planee usar a esta dama para otra cosa que no sea esclava sexual. Como puede ver, esta dama es muy hermosa. Incluso si me tomase como su vasallo, ¿cómo podría esta dama estar segura de que usted no será cautivado por la apariencia de esta dama y violarla? Se trataba de una señorita que decía cosas sin sentido como si se tratase de algo natural.

Siendo retrasado ligeramente, fruncí el ceño.

— ¿…usted, quizá, escuchas de parte de otros con mucha frecuencia, que eres muy pretenciosa?

— Discúlpeme. Simplemente estoy evaluando mi belleza de forma objetiva. Durante toda mi vida, yo casi he sido violada 4 veces por mi padre, 11 veces por mis medios hermanos, y dos veces por mis medias hermanas. La belleza que poseo, ciertamente, se encuentra fuera de lo ordinario. Es un gran infortunio.

— ¿Qué? ¿Casi fuiste violada por tus medias hermanas?  Incluso el Lord Demonio estaba sorprendido por esto.

La Srta. Farnesio habló con franqueza.

— Hay muchos tipos de pervertidos en el mundo, oh, Lord Demonio. Entre ellos están las mujeres que sienten deseos carnales por la gente del mismo sexo. Además de eso, también hay mujeres que tienen deseos incestuosos por gente del mismo vínculo sanguíneo.

Su línea tenía la cadencia exacta de lo que yo acababa de decir hace poco mientras trataba de impresionar. Fue su contrataque para conmigo por haberme comportado como un adulto. Inintencionalmente terminé admirando el ingenio de esta chica.

—…impresionante.

— No tiene que hacerle cumplidos a esta joven dama, ya que ésta ha llegado a aceptar las cosas con su propio ingenio desde que tenía 6 años.

— ¿Oh, en serio? Que coincidencia. El tiempo en el que me di cuenta que era un prodigio fue a la misma edad.

— ¿Hmm, sí? Ésta damisela debería añadir que ha sido consciente de su superioridad en intelecto luego de haber presenciado como sus hermanos luchaban por dominar un simple teorema de geometría incluso después de los 10 años.

— Yo fui consciente de ello luego de ver a mis medias hermanas ser incapaces de aprender siquiera dos idiomas a la edad de 5.

— Ahh, ciertamente, es difícil comprender el por qué la gente lucha con los idiomas extranjeros. ¿Naturalmente no dominas un lenguaje luego de escucharlo por medio año?

— Precisamente, así es. Es algo que no puedo comprender.

— Cada vez que esta damisela ve a un grupo de personas confundidas por la verdad más simple, mientras ésta damisela siente lastima y tristeza por ellos, al mismo tiempo siente muchas sospechas. ¿Cómo podrían vivir una larga vida con ese tipo de cabeza? Si ésta damisela estuviese al menos en su posición, entonces se habría suicidado al instante.

— La mayoría de la gente nace lamentable. No se puede evitar. Gente como nosotros no tiene más opción que enseñarles lo que es la etiqueta y la inteligencia.

— Oh, Lord Demonio. ¿Esa no es una tarea tediosa?

— Lo es. Sin embargo, a pesar de todo, seguimos siendo parte de la comunidad que reside en este mundo. De forma muy ocasional, necesitamos saber cómo sacrificarnos por una buena causa.

— Con eso de ‘forma muy ocasional’, ¿se refiere a una vez en la vida?

— Si es tanto así, entonces es más que suficiente.

¡Ah! Involuntariamente me vi absorbido por la conversación. La expresión que había mostrado por actuar a propósito se había atenuado en algún momento.

La química entre esta chica y yo era tan buena que superaba la imaginación.

— Oh, cierto. Más allá de eso, ésta damisela ocasionalmente no habla y se adentra en su mundo durante una semana entera. Si vamos a pasar el tiempo juntos, entonces, por favor, tenga eso en cuenta.

— Ah, yo también, en ocasiones, me encierro en mi cama y me rehúso a salir durante cuatro días. En esos momentos, espero que respetes mi vida personal.

— Por supuesto. Además, ésta damisela tiende a tocar el violín muy fuerte. Además, hay veces en las que se deja llevar por el entusiasmo y comienza a cantar también. Si usted va a vivir con esta damisela, entonces también debe considerar esto.

— Los violines son el placer de la vida –asentí sinceramente.

— Oh, ¿eso cree?

— La melodía de un clavicordio fluye con demasiada rigidez, por eso da un fuerte sentimiento mecánico. Pero ¿los violines no expresan las intensas vibraciones de la vida? La música es vibración, y nada más que vibración. Un oboe es bastante asombroso también, pero si comparases ambos, entonces el violín estaría por encima de ello.

— Ésta damisela está completamente de acuerdo.

—………………

—………………

Nos miramos mutuamente. Luego, abrí cuidadosamente mi boca.

— Cielos. No estoy seguro de haber malentendido algo, pero…

— ¿Hm?

— No estoy seguro del por qué, pero se siente como si tú y yo seremos capaces de llevarnos de forma muy pacífica.

— Que coincidencia tan peculiar. Ésta damisela comparte la misma opinión.

— Quizá esto sea abrupto, pero tengo unas cuantas preguntas. ¿Quién es la persona más inteligente del mundo?

— La chica respondió rápidamente.

— Obviamente, los individuos en sí.

— ¿Qué hay de una persona que, irresponsablemente, deja a un lado una promesa e irrespeta a los demás?

— Lo único apropiado para ellos seria cortarles las extremidades y sentenciarlos a muerte.

— Cuando vez a una persona que es pura, ¿qué pensamiento se te pasa por la mente?

— ‘¿Cómo es posible que vivan de forma tan estúpida?’, pero al mismo tiempo, ésta dama también queda cegada por la pureza y no puede evitar admitir que ellos son de una raza superior a la de esta damisela.

— ¿Qué es el amor?

— Un acto de ruina suicida disfrazado de romance.

— ¿Qué es la amistad?

— La emoción que ésta damisela garantiza aleatoriamente a la gente que no le molesta.

— ¿Qué es la labor?

— La prueba de que Dios no existe en este mundo, y que solo sería apropiado erradicarlo.

—………………

—………………

La chica y yo asentimos al mismo tiempo.

Realmente podrías decir que fue un asentimiento importante.

— Srta. De Farnesio. Personalmente me disgusta un cuerpo infantil. Siento más deseo sexual por las mujeres con pechos grandes. Así que, afortunadamente, las oportunidades de que yo sea cautivado por ti, son increíblemente bajas.

— Oh, Lord Demonio. Ésta damisela prefiere a los hombre en edad avanzada, por eso, al menos los de 50’, aunque, si es posible, los de 60’ años. Ésta damisela detesta a los hombres sin arrugas. El encanto de un hombre viene simplemente de sus años de experiencia, por eso, las oportunidades de que ésta dama sea seducida por usted son muy bajas.

Extendimos nuestros brazos y sujetamos fuertemente la mano del otro.

— Perfecto.

— Esplendido.

Que esto fuese compatible o no, había trascendido hace mucho.

Yo era su otra mitad, y ella para mí lo mismo. Habíamos nacido en el mismo planeta, pero debido al impulso de los Dioses, fuimos separados. Ahora, finalmente, fuimos capaces de reunirnos hoy. Puede haber una diferencia de edad entre nosotros, pero no había problema. Un compañero que compartiera la misma ideología era algo que superaba las generaciones y la edad. Mi almadecalcomaníaca, la cual no podía encontrar mi mundo original, ahora estaba ante mí.

Un efecto de sonido resonó y una ventana de notificación apareció.

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[Sinceramente has alcanzado una empatía sincera con la otra parte.]

[El afecto de Laura De Farnesio ha aumentado por 15.]

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En un simple estallido, los puntos de afecto superaron los 10.

Tomó no más de 150 día el solo incrementar el afecto de Lapis Lazuli a 10, sin embargo, solo me tomó 15 minutos con Laura De Farnesio. ¿Qué pasaba con esta diferencia en grados?

Ya veo.

Lapis Lazuli, ciertamente, era un caso especial.

Usé la llave para abrir la jaula mientras me sentía complacido por mi propia competencia.

Con un clung la puerta de la jaula se abrió. Tras deshacer el collar metálico alrededor del cuello de la Srta. Farnesio, cada problema ahora fue ocupado hermosamente.

— Hmm. Esto es refrescante.

La Srta. Farnesio salió de la jaula. Luego, extendió sus brazos hacia la luna en el cielo nocturno. Parecía como si tratase de medir cuanto podía tomar del cielo con sus manos.

El tiempo fluyó así por un buen rato. Poco después, De Farnesio volvió su cuerpo hacia mí.

— Lord –bajó su cuerpo, hasta quedar sobre una de sus rodillas–. Siempre y cuando usted no traiciones primero a ésta damisela, ella seguirá sus órdenes con lealtad. Siempre y cuando usted respete a esta damisela, ella le dedicará su alma. Laura De Farnesio. Como tercera hija del Duque de Parma y heredero legítimo de Piacenza, esta noche, en el año 1505, décimo día del noveno mes del calendario continental, con todos los Dioses como testigos, por la presente prometo: ‘Si lasustedes de usted para con ésta damisela es que se convierta en su espada, entonces ella lo hará. Si le ordena que sea su cabeza, entonces ésta lo hará. Si le ordena que sea sus piernas, entonces ella lo hará. La voluntad, conocimiento y esfuerzos de ésta damisela serán dedicados eternamente a usted, Su Majestad. Lord, solo solicito que usted le confiera a ésta damisela una pequeña libertad.

— Prometo sinceramente que protegeré vuestra libertad. Apreté la mano de la Srta. Farnesio y la levanté. Aunque esto no era más que una promesa verbal algo formal, al mismo tiempo
era la primera promesa en ser establecida entre esta chica y yo. 

No podía tratarla con negligencia.

— 71º Lord Demonio, Dantalian, como el representante sagrado e inviolable que simboliza la dignidad absoluta, y un miembro de una orden de 72 Lores, los cuales reinan sobre todos los demonios, he de prometer lo siguiente: Vuestra devoción será recompensada. Vuestra lealtad será honrada. Vuestros errores serán perdonados. La gente que albergue animosidad para con vos, también serán mis enemigos. Las casas que os hayan llevado a la ruina, entre las cuales están, la Casa de Medici en Florencia, la Casa de Sforza en Milán, la Casa de Agilolf en Pavía… y si vos lo deseáis, entonces incluso la Casa de Farnesio en Parma. De ser necesario, me vengaría.

—…………………

¿Acaso mi promesa llegó como una sorpresa?

La Srta. Farnesio parpadeó.

— ¿Está cuerdo? Ellos son autoridades que tienen reinos enteros bajo un control perfecto. Ciertamente, ellos son lo que han contribuido para que este cuerpo quedara en la esclavitud, pero…

— No te preocupes. No repetiré mi promesa –sonreí–. Debería ahogar en el océano al archiduque de Florencia, debería ejecutar al duque de Milán perforándole 36 agujeros en su cuerpo, debería decapitar al conde de Pavía y mostrar su cabeza por las calles, y finalmente, debería dejar el destino del duque de Farnesio en tus manos durante 10 años. No, debería lograr tu venganza con todos ellos en 9 años.

—……………

— ¿Qué te parece? Si es demasiado, ¿entonces mi intención no dio una clara impresión?

—…por lo visto, parece que ésta dama ha decidió servir a un lord absurdo. Laura De Farnesio sacudió ligeramente su cabeza.

— Esto es problemático. Si va a presentárseme con tantas promesas, entonces sería injusto. Esta damisela debería hacer una promesa más.

— ¿Una más?

— Ahh. Si usted realmente logra la venganza en nombre de esta damisela, entonces, yo, Laura De Farnesio, estaría más que agradecida de dedicarle hasta mi libertad. Me convertiré en su esclava voluntariamente, y alegremente sería su posesión.

— Excelente. Jurado por el Río Estigia.

— Jurado por el Río Estigia.

Besé ligeramente la frente de la Srta. Farnesio. La esencia de suciedad era fuerte ya que ella llevaba tiempo siendo incapaz de lavarse, pero, por alguna razón, para mí estaba bien. Sentía como si hubiese ganado una hermanita que era una imagen dividida de mí.

Mientras estaba así, la abracé. El cuerpecito de la Srta. Farnesio llegó a mis brazos. Ella no se resistió. Al contrario, ella apoyó su cabeza contra mi pecho. 

Qué lindo…

— Hay algo que a ésta damisela le ha causado curiosidad, milord.

— Habla.

— ¿Dónde piensa usar exactamente a ésta dama? Sinceramente, ésta dama no tiene talento en la política. Aunque, ésta dama considera su habilidad para adquirir e interpretar estudios para ser un talento nato y poder alardear confiadamente.

— Ahh, planeo convertirte en mi general. A partir de ahora, deberás repeler a los enemigos foráneos como la comandante suprema de mis fuerzas.

— ¿Ésta damisela cómo general?

La voz de la Srta. Farnesio se elevó ligeramente.

Probablemente era porque ese rol no se lo esperaba.

En la historia original, el tiempo en el que la genio de Laura De Farnesio con respecto a la batalla militar floreció fue en 10 años a partir de ahora. Fue después de que el Conde Roswell muriera envenenado y ella compitiese por la autoridad de la casa del conde. Hasta entonces, Laura De Farnesio no sabía cuál era su verdadero talento.

Claro, yo iba a despertar a ese monstruo dentro de ella unos 10 años antes.

— ¿Qué? ¿Eso estaba fuera de tus expectativas?

— Claro. Aunque ésta damisela ha leído muchos manuales del arte de la guerra, el talento que posee con respecto a las batallas militares probablemente son inexistentes. La guerra no es algo que en lo que un novato deba inmiscuirse. Ésta damisela cree que esa es una tarea que debe ser evaluada cuidadosamente antes de ser asignada a alguien. Más que eso, ésta damisela recomienda algo como
conservadora de una biblioteca…

Sonreí. Estabas diciendo eso solo porque no te comprendías completamente.

En un campo de batalla táctico, si enfrentases un enemigo con la misma cantidad de tropas que tú poseyeses, tus oportunidades de ganar eran de 100%. Si tus fuerzas eran menor por 3/10 partes, entonces tenías 80% de probabilidades de ganar. Si tus fuerzas fuesen menor por 1/2, entonces sería de 60%. Eras una comandante extraordinaria que obtenía la victoria con esas probabilidades sin importar qué.

Incluso el héroe tuvo que movilizar un ejército cuyo tamaño era 3 veces mayor al tuyo con el fin de derrotarte. Laura De Farnesio, fuiste el símbolo del miedo y la pesadilla en todo el continente. Solo por la simple noticia de que estabas participando en la batalla se podría hacer que incontables ciudades levantasen sus banderas blancas en forma de rendición.

Una chica amada por la Diosa de la Guerra.

No, la Diosa de la Guerra que se había convertido en una chica. Esa era la chica que estaba ante mí e inclinaba su cabeza.

— Confía en mis ojos llenos de discernimiento. Brillarás tanto cuando sostengas la batuta en el campo de batalla más de cuando lees libros. Haré que la historia recuerde tu nombre.

— Hmm. Ésta damisela, extrañamente, está llena de confianza… –la Srta. Farnesio me envió una mirada insegura–. Asignar a una dama de 16 años a los asuntos militares, se considera una distribución de personal poco usual. Aunque ésta dama cree que esto está más allá de la estupidez, su resolución es muy seria, su señoría. Incluso si ésta dama termina destrozando los asuntos militares, no se acerque mucho a ella, ¿bien?

— Eres bastante cínica. Lo diré de nuevo. Cree en mí.

Mientras daba una ligera palmada a la cabeza de la Srta. Farnesio, saqué un pergamino de mi abrigo y lo rasgué. Al hacerlo, una llama roja apareció y explotó en el cielo.

Era hora de escapar.

BOOOOOOM.

La llama explotó como si se tratase de fuegos artificiales. Los guardias que estaban en su guardia nocturna debieron haberlo visto. El mercado de esclavos se volvió un alboroto. Las fuerzas de seguridad estaban moviéndose desesperadamente tratando de encontrar al culpable que disparó la flama.

— ¡…oye! ¡¿Esa flama de dónde…?!

—…mierda, es del lado de Methoranum…

—…es porque esos abusadores están por allí en algún lugar derrochando su dinero.

En la distancia, la gente gritando y dando órdenes de forma urgente la podíamos escuchar.

Poco después, un grupo de cuatro a cinco guardias llegaron corriendo hacia donde estábamos. Las antorchas que sostenían iluminaron los alrededores. En eso, los guardias notaron que la Srta. Farnesio estaba fuera de su jaula.

— ¡Oye! ¡¿Por qué hay una esclava fuera sin permiso?!

Un soldado mostró una expresión amarga. Sus ojos estaban llenos de
precaución. De ser necesario, y no tuviese más opciones, él me habría apuñalado.
Mostré una sonrisa suave mientras les pedía que se calmara.

— Soy amigo del comerciante de Methoranum que está acostado aquí. Yo me encontraba verificando la calidad de la esclava con Sir. Giacomo, pero él accidentalmente rompió un pergamino mágico en el proceso. Me disculpo por haber iniciado un alboroto a mitad de la noche, caballeros. Los soldados miraron a Giacomo Petrarca, quien estaba en el piso. Él dormía como un troco.

— ¿A qué te refieres con ‘verificando la calidad de la esclava’?

— Bueno. Si tuviese que demostrarles, entonces, es esto. Besé la nuca de Laura De Farnesio. Y con mi mano derecha, me deslicé sobre su cuerpo y sonreí.

Los guardias abrieron sus ojos mientras nos miraban.

— En unos días, ésta esclava será vendida al Conde Roswell, en el Reino de Bretaña. El honorable Conde ordenó específicamente una lujosa esclava sexual. Pero, caballeros, ¿no sería un gran trato si la esclava resultase ser fría?

— B-bueno, sí, pero…

— Ahh. Sea un gran trato o no. Como todos sabrán, el comerciante de  Methoranum es demasiado joven, por lo que ignora notablemente lo referente estas cosas. Por eso es que, como su amigo, amablemente estaba realizando unos chequeos por él.

—………………

Los soldados intercambiaron miradas uno con el otro. Se notaba mucho que había conflicto interno entre ellos. Querían arrestar al culpable que lanzó la llama, pero al mismo tiempo, estaban preocupados de que pudiesen estar interrumpiendo una tarea muy importante.

— Sin embargo, todo eso esto es un trabajo para el honorable conde. Probablemente no debería decir esto, pero les contaré un secreto. El nombre del Conde Roswell es muy reconocido en el reino por su pasatiempo pervertido. Si por casualidad, la esclava es incapaz de satisfacer al Conde Roswell, entonces quien sabe que castigo nos caerá a nosotros.

Era conveniente usar el prestigio en una situación como esta. Conde, conde, conde, con decir esa palabra una y otra vez, yo podría asustar a esos guardias. Si se meten conmigo, entonces un noble va a molestarse, ¿saben? ¿Les parece bien? Yo los medio amenazaba con esto.

— Ah, de acuerdo, está bien. Pero tenga cuidado con esas llamas, ¿bien? Existe la probabilidad de que el mercado se torne ruidoso. Los soldados retrocedieron. Para plebeyos como ellos, un conde era una autoridad muy por encima de ellos. Naturalmente no querían provocar a alguien así de forma innecesaria. 

En fin, ellos deberían recogerme pronto…

Los guardias dudaban.

— Sir. Eh, bueno, por razones de seguridad, tenemos que quedarnos aquí. Hay una regla que dice que 2 soldados deben permanecer como supervisores cada vez que haya un esclavo fuera de su jaula.

— ¿Hm? Pueden montar guardia fuera de la habitación.

— Jejeje.

Los guardias sonrieron estúpidamente.

Su hostilidad se había ido pero ahora la atracción había aparecido de la nada. No comprendía por qué ellos estaban comportándose así de forma tan repentina. Si los hombres trataran de actuar lindo y me atrajeran, entonces todo eso haría que mi estómago se revolviera. Ellos deberían mostrar consideración conmigo. Los hombres envainaron sus espadas y se frotaron juntos las manos.

— Si es posible, mientras usted verifica la calidad de la flor, ¿nos dejaría observar desde un lado? Jeje, a decir verdad, a veces bromeamos con nuestros amigos sobre ‘hacer cosillas’ con esta damita.

—……………

Wow. Mi rostro terminó distorsionándose por su comentario tan honesto.

La forma en la que estos guardias retorcían sus cuerpos mientras rogaban, les hacía parecer perros batiendo sus colas, los cual era muy desagradable. ¿Por qué los hombres eran tan pervertidos sin importar el periodo?

— No, bueno. Yo también soy un hombre, por lo que no es como si no entendiera como se sienten, pero… por favor, váyanse obedientemente. No soy un exhibicionista.

— Diosas. ¡Sir, no sea así! ¡Incluso si estamos como guardias en un mercado de esclavos, hay demasiadas cosas que somos incapaces de hacer! Cuando una preciosura camina por allí completamente desnuda, todo lo que podemos hacer es observar como estatuas mientras los pensamientos ‘oh, esa es una mujer’ y ‘entonces, ese es un agujero’ pasa por nuestras cabezas. ¿Eso es lo que se supone que sea la vida de una persona? ¿Ah?

—…………………

Me estaba hablando de un dilema que nunca me había preocupado… Sinceramente, quería preguntar por qué debería preocuparme…

Los soldados continuaron quejándose con una expresión de molestia en sus rostros.

— No hay lugar en esta área para tener alguna libertad, y siempre hay que estar de pie, mierda. Las prostitutas no hacen negocios aquí porque tienen miedo de ser capturadas y convertidas en esclavas. E incluso si queremos ir a Pavía para liberar nuestro estrés, no tenemos tiempo libre para ir. ¡Sir, no, jefe! ¡No estamos pidiéndole ser parte de ello, simplemente queremos ver en silencio desde un lado!

De repente, terminé convirtiéndome en el jefe de esos hombres que acababa de conocer.

Comencé a rascarme la parte posterior de mi cabeza

En eso, algo llegó a mi mente. El rostro de Lapis Lazuli. Tan pronto como recordé el momento en el que Lala me previno de matar a la vieja y a criada, mi mente se sintió incomoda.

¿Debería hacerlo? Deberé mostrar algo de piedad aquí.

—…caballeros. Tras escuchar sus historias, siento lastima por ustedes. Aunque también debería sentir un poco de desprecio, eso sigue siendo humano, así que está bien. Por eso es que especialmente les perdonaré la vida. ¿De acuerdo? Dejemos todo hasta aquí.

— ¿Perdón?

— Encárguense de ellos –moví mi mano.

Los guardias inclinaron sus cabezas, confundidos. Y en eso…

Las brujas que estaban esperando encima de nosotros descendieron rápidamente y golpearon las nucas de los guardias. Con un ¡agh!, los cinco hombres colapsaron al mismo tiempo. Los movimientos de las brujas eran eficientes.

Las brujas descendieron elegantemente de sus escobas. 11 de las brujas de élite, las Hermanas Berbere se arrodillaron con perfecta sincronía.

— Oh, sagrado e inviolable representante que simboliza la dignidad absoluta, miembro de una orden de 72 lores, los cuales gobiernan a todos los demonios. Las sirvientas de la Diosa Selena han recibido el llamado de su gran majestad y se han presentado.

— Me agrada verlas. Pero, Humbaba, ¿no nos hemos conocido desde el mes pasado? ¿No estás siendo demasiado ceremoniosa? –hablé frívolamente hacia la bruja líder–. Me preocupa que se les vaya a caer la mandíbula cada vez que realizan ese dialogo extenso sobre lo sagrado e inviolable o lo que sea. Desde ahora, se dirigirán a mí como lord, y omitirán todo procedimiento civilizado.

— Jajaja, lo entiendo, Lord. Si esa es su orden…

La bruja líder sonrió ampliamente.

Su cabello rubio-plateado estaba atado con dos coletas enormes y se movían como un par de orejas de conejo. No sabía cuál era el principio con el que se movían, pero era encantado. Para alguien que parecía ser un soldado hábil, que además participó tres veces en una guerra masiva, esto era un poco injusto.

— ¡Ahora bien, todas han sido reunidas aquí, Lord! Por favor, denos una orden. Siempre y cuando usted pague la cantidad apropiada, nos cortaremos incluso el cabello y lo convertiremos en seda.

Era un dicho en el mundo demoniaco que significaba que serían liberales con sus servicios humildes.

Acerqué a Laura de Farnesio hacia mí.

— Conviertan este lugar en el Infierno.

— ¿Ajá? Por ‘Infierno’, ¿a qué se refiere, milord?

— Puedo oler un aroma en algún lugar. Es el olor de la grasa emanando de montones de carne desagradable. Es el olor de la codicia y la hipocresía – igualando el ritmo, hablé festivamente–. Si hay cerdos, entonces sería apropiado que se comportaran como tal y hocen en un cochinero, sin embargo, ¿por qué caminan tan confiadamente por las calles? ¿Qué se hace cuando esos cerdos traten arrogantemente de imitar a la gente y mostrar sus narices por todos lados?

— ¡Naturalmente, tiene que enseñarles que son cerdos! –las brujas respondieron enérgicamente.

— Solo la gente puede poseer esclavos. Parece que estos endebles están yendo arrogantemente contra la moral de las bestias y tratan de tener esclavos.

— Denos una orden, por favor –las brujas gritaron juntas con voz complacida–. ¡Esta noche, convertiremos este lugar en un matadero!

— Si. La orden que les daré es asesinar.

Saqué un saquito de monedas de dentro de mi abrigo y se lo lance. La bruja líder atrapó el saco que contenía 100 monedas de oro. Ella debió haber sentido lo pesado que era. Una brillante sonrisa brotó de su rostro.

— Masacren a esos bastardos sin dejarles oportunidad de gritar. Este no es un asesinato. No dejen que su conciencia predomine en su corazón y la duda tome sus manos. Como ustedes son lores de toda la creación, con la autoridad que les es garantizada por las Diosas, masacren cada ganado por nuestra extensa causa.

— ¡Como lo ordene, lord nuestro!

Con un único golpe, las brujas regresaron a sus escobas y volaron hacia lo alto. Enormes bolas de fuego se elevaron en el cielo y cayeron sobre el mercado de esclavos. Las llamas explotaron y los pilares de fuego se irguieron hacia arriba. 

Los humanos gritaban. La masacre había empezado.

Los soldados entraron en pánico y trataron de reaccionar, pero fue en vano. La única clase de tropas que podía ir en contra de las Fuerzas Mágicas Aéreas eran las mismas Fuerzas Mágicas Aéreas. Sería un asunto distinto si ellos poseyesen muchos arqueros, pero los guardias en el mercado de esclavos consistía principalmente de soldados de a pie equipados con espadas. Qué pena.

No podías derrotar brujas que estuviesen volando en el aire solo con espadas. Solo déjense sacrificar obedientemente como animales.

Las fuerzas de seguridad cayeron rápidamente. Pólvora llovía desde el cielo y las brujas esparcían magia de fuego sobre ella. El mercado de esclavos se convirtió rápidamente en un mar de fuego.

— ¡H-huyan! ¡S-salgan de aquí!

Luego que las fuerzas de resistencia organizada fueran eliminadas, todo lo demás se convirtió en una simple cacería de pavos. Mientras reían con diversión, las brujas asesinaron a los guardias y civiles indiscriminadamente. Sus rostros estaban llenos de ocio. Esta no era una batalla. Como se dijo antes, era una masacre.

— Se acabó…

Laura De Farnesio murmuró.

Con ojos llenos de interés, ella estaba siguiendo los movimientos de las brujas en el cielo. Parecía que ella no sentía absolutamente nada por los civiles que eran asesinados. De hecho, ella era una humana con una cabeza estropeada.

— He leído en un manual del arte de la guerra que una sección muy bien entrenada de las Fuerzas Mágicas Aéreas podían ganarle a todo un escuadrón de lanceros. Luego que ésta damisela lo viese con sus propios ojos, le es posible entenderlo. Es netamente imposible que solo la infantería sea capaz de defenderse contra las Fuerzas Mágicas Aéreas.

— Ellas son las Hermanas Berbere. Una de las tropas de élite en el mundo demoniaco.

— ¿Las Brujas Berbere? ¿No es el mismo nombre de la unidad que tuvo un rol muy activo en las fuerzas de los Lores Demonio durante la 5º y 7º Guerra Mercuriana?

Ohh, ¿ella sabe de ellas?

La Srta. Farnesio hizo una exclamación mientras miraba al cielo.

— Ser capaz de ver a las tropas de élite que solo había visto en libros de historia con mis propios ojos… hace que esto sea bastante inspirador. Ellas son las testigos vivientes de la historia con más de 250 años de valiosa tradición mantenida dentro de ellas. Desearía conversar con ellas luego.

— Ehh… si actúas como mi general, entonces las Hermanas Berbere pronto estarán a tu comando.

— ¡¿Qué?! ¡¿Eso es cierto?!

Los ojos de la Srta. Farnesio brillaron notablemente.

Una luz diminuta regresó a sus ojos de pez muerto. La Srta. Farnesio estaba apretando sus pequeños puños. Se sentía como una admiradora que se emocionaba porque acababa de conocer a su ídolo favorito.

— Esto es asombroso. No, ¡esto es demasiado asombroso! Es una oportunidad preguntar en persona cómo las personas vivieron hace 250 años. Todo tipo de información que no puedes aprender de los libros… ¡Ah, ¿es eso?! 

¿Comprendió algo?

La Srta. Farnesio colocó su mano en su mentón y comenzó a murmurar
seriamente.

—…los demonios viven usualmente cientos de años. Solo por ese simple hecho no son distintos a los libros de historia. Si ésta damisela se convirtiese en comandante supremo, entonces podría usar su autoridad para llamar a esos demonios cuando quiera… ya veo, así que eso sería posible. ¡Asi que este tipo de méritos existía!

Parecía que la Srta. era capaz de encontrar su propio tipo de encanto por la posición de general.

Hmm. Aunque sonaba un poco absurdo, la variedad de significados dados de un trabajo difieren de persona a persona. No me metería en este asunto.

— ¡Milord! Esta damisela quiere saber de antemano cuanta autoridad ganara por actuar como general.

La Srta. Farnesio había hablado con un tono de voz obviamente brillante. Elegí las palabras exactas que ella quería escuchar.

— Te lo confiaré todo a ti. El liderazgo, el poder judicial dentro de las tropas, e incluso la autoridad sobre la vida y la muerte, todo esto te será otorgado.

— E-eso es asombroso… blup.

Laura De Farnesio se secó la saliva de la comisura de su boca. En ese momento, solo pude verla como una simple pervertida en lugar de la hija de la familia de un duque.

Parecía que esta Srta. normalmente mantenía su actitud fría y calmada, pero cuando el tema involucraba algo relacionado a su campo de interés, ella perdía la cabeza.

¿Esta no es completamente una historia otaku…? No, llamémosla una historia entusiasta. Consideremos el honor y la dignidad de la Srta. Farnesio.

— ¡Juraré nuevamente lealtad, milord! Sea que actúe como general o algo más, déjelo todo en manos de esta damisela. Ella eliminará hasta el último enemigo que esté en su camino, su señoría. ¡Siempre y cuando le confiera el liderazgo y el poder judicial a esta damisela!

La Srta. Farnesio tomó mi mano.

Al hacerlo, un mensaje apareció.

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[Laura De Farnesio ha sido reclutada como subordinada.]

[El grado de lealtad aparecerá en el estatus de Laura De Farnesio.]

[Lealtad inestable. La otra parte te ve como un lord contractual. Puede traicionarte en cualquier momento.]

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Sonreí irónicamente.

Luego de ver la ventana de notificación aparecer al final, estuve seguro. Para esta chica, una gran posición no era de importancia. Siempre y cuando eso le permita satisfacer su pasatiempo o no. Solo eso podría ganar su interés.

Estaba bien.

Una persona con este tipo de personalidad no te traicionará inesperadamente. El contrato era firmado siempre y cuando el principio de dar y recibir se mantuviese.

10 minutos desde que el mercado de esclavos fue convertido en un infierno. Lapis Lazuli se me acercó con 6 soldados contratados a su lado. A pesar de que el área a su alrededor era un mar de fuego, el rostro de Lala seguía frio. Yo alegremente le di la bienvenida.

— Ohh, Lala. Amor mío. ¿Cómo te fue?

— Les prendimos fuego a los puestos de guardia y nos encargamos de 36 ‘presas’ que llegaron corriendo de la entrada principal. No hay enemigos que tuvieran éxito en escapar.

— Bien hecho. En tan ligera oportunidad, no podríamos haber presenciado eso, después de todo.

Mientras las brujas aterrorizaban el mercado de esclavos desde arriba, Lapis Lazuli tomó a los mercenarios para asaltar los puestos de guardia. Podrías llamarla una operación de engaño a pequeña escala. En cualquier caso, fuimos capaces de limpiar el mercado de esclavos.

— Durante la supresión, tres fuerzas amistosas cayeron en batallas. Independientemente de ello, Su Alteza. Por favor, preséntele a ésta, esa dama que se encuentra a su lado.

— Ah, cierto. Ésta es la Srta. Laura De Farnesio de la que te hablé antes. A partir de ahora, ayudarás con los asuntos domésticos, mientras que la Srta. Farnesio ayudará en los asuntos diplomáticos. Espero que ambas puedan cooperar como un carruaje de dos caballos.

— Ésta lo entiende.

Lapis Lazuli bajó su cabeza mecánicamente.

— Ésta se llama Lapis Lazuli. Nacida entre una súcubo Humbaba y un humano sin nombre, es decir, una mestiza. Como la gran chambelán de Su Alteza Dantalian, ésta mantiene la posición de mayordomo y gran camarera. Ésta estará a su cuidado.

— Hmm. Ésta damisela es Laura De Farnesio. Podría ser algo muy extraño cuando veo algo relacionado a la historia, pero cuide de mi también. La Srta. Farnesio se acercó a Lapis y colocó su mano derecha. Lapis Lazuli ligeramente frunció el ceño.

— Ésta se disculpa, pero ésta es solo una campesina mestiza. Una paria no tenía permitido entrar en contacto con otros. Era una regla no escriba que era usada tanto por humanos como por los demonios.
A pesar de eso, la Srta. Farnesio inclinó su cabeza a un lado.

— ¿Hm? Ahh, tranquila. Eso no importa. Ésta damisela también es la hija natural de una esclava. Soy la hija que nació cuando mi padre, el duque, violó a mi madre, quien era una esclava. Si discutieses por el estatus social de esta damisela, entonces no sería un linaje del que puedes alardear en cualquier lado, así que, por favor, no te rehúses…

—…………

Todos quedaron en silencio por ese ‘bombazo’ repentino.

¿Ella era una hija nacida por una esclava violada? ¿Estabas diciéndome que ella no era una hija ilegítima nacida de una sirvienta normal? Mientras la mirábamos con una expresión atónita, la Srta. Farnesio exclamó ‘¡Ah!’, y dijo:

— Oh, cierto. Lo que ésta damisela acaba de decir es un secreto. Ésta damisela es conocida públicamente como la hija de una sirvienta para así mantener la reputación de la casa. La madre biológica de esta damisela fue envenenada el día en que su hija nació. Desde entonces, una nana cuidó de esta damisela. La persona que públicamente es conocida como ‘su madre’.

— Esa era la información que no está escrita en el reporte… Hablé amargamente.

Incluso en «Dungeon Attack» ese tipo de secreto no fue revelado.

Mientras aborrecíamos la idea de cuán oscura y sombría era la aristocracia, la Srta. Farnesio tomó ambas manos de Lala y las sacudió enérgicamente.

— Ya que esta damisela es la subordinada, por favor, guíela en todo. ¿Está bien si te llamo hermana Lazuli desde ahora?

—…está bien si gusta dirigirse a ésta de esa forma.

— Hmm. Entonces te llamaré hermana. Hermana Lazuli. Ohh. Lapis Lazuli bajó sus cejas como si estuviese perpleja.

Era la primera vez que yo veía que Lala estuviese preocupada por alguien además de mí. Era algo asombroso.

¿Hm? Lapis Lazuli me miró de soslayo. Ella no dijo nada en voz alta, pero, si movió sus labios de forma que yo pudiese entender: 

‘Parece que ha reclutado a una chica que es igual que usted, Su Alteza’. 

‘No. no lo negaré, pero no soy tan revoltoso como lo es ella. Yo soy más dócil’. Si estuvieses al nivel de Lala y el mío, entonces la comunicación mediante movimientos labiales era posible. 

‘¿Acaso ésta está malinterpretando el significado de la palaba dócil? O ¿es que usted tiene una flecha atravesada en su cabeza, Su Alteza?

¿Qué?

‘Ésta está en su límite de encargarse sola de usted. Pero ¿para qué existe otra persona como usted en éste mundo? Hay un límite para las pesadillas. A partir de ahora, le pido que se encargue de cuidar a la Srta. Farnesio por su cuenta, Su Alteza

‘…………’

Eso fue extraño. Se sentía como si la forma en la que me trataba estaba empeorando lentamente…

¿Realmente merecía recibir este tipo de abuso por parte de mi vasallo solo porque pasaba más de 12 horas durmiendo, compartiendo intimidad durante 4 horas, y trabajar 8 horas al día? No importaba como lo vieras, esta era una agenda diligente. Lapis Lazuli estaba siendo demasiado fastidiosa. Esta súcubo con el periodo permanente.

Bueno, el plan en sí terminó sin contratiempos. Deberíamos comenzar a tomar camino de regreso. Tuve éxito en tomar a Laura De Farnesio bajo mi tutela y deshacerme de los testigos. Fue un final feliz.

— Su Alteza, por favor, espere.

— ¿Hm?

Fue en el instante en el que decidía ubicarme en el ‘asiento trasero’ de la escoba de la bruja.

Lapis Lazuli me llamó y apuntó a cierta dirección. Suponiendo cual era el problema, miré en dirección a dónde ella apuntaba y vi a Giacomo Petrarca y al montón de guardias durmiendo allí.

— Aun hay sobrevivientes. Por favor, encárguese de ellos.

— Ahh. Esos humanos están bien. Los dejé vivos a propósito.

— ¿A… propósito? –Lapis Lazuli inclinó su cabeza con una expresión que parecía no comprender nada–. Ésta se disculpa, pero a ésta le es incapaz de comprender sus intenciones, Su Alteza. ¿Existe algún beneficio que usted pueda obtener por dejar sobrevivientes?

— Por supuesto que no, no los hay. Simplemente los dejo vivir porque quiero – sonreí–. Éste joven durmiente de aquí es Giacomo Petrarca. Él es un chico bastante puro que ha caído en esta era violenta. Ese tipo de humanos debe vivir. Ellos dejarán esperanza en este mundo como si se tratase de un pedazo de papel blanco.

—……………

En ese momento, algo extraño sucedió.

Al contrario de que llegase a comprenderlo –que era lo que yo esperaba que ella lograse-, la duda en el rostro de Lapis Lazuli se había incrementado.

— ¿…entonces, qué hay de los demás humanos?

— Fue demasiado patético seguir mirando a esos estúpidos, por lo que les conferí misericordia. Ellos son unos chicos muy afortunados. Si ellos se hubiesen comportado de forma más desagradable, entonces sus cabezas habrían salido volando.

Sonreí.

Lapis Lazuli me miró.

En sus ojos, los cuales eran tan oscuros como las profundidades del océano, no se podía ver ni una gota de emoción. 

Poco después, Lala asintió.

—…ya veo. Ésta lo entiende. Srta. Humbaba, por favor, lleve a la Srta. Farnesio y a los soldados contratados de vuelta a la entrada del mercado de esclavos y espere allí.

— ¿Eh?

Como Lapis Lazuli había dado una orden repentina a las brujas, la líder preguntó:

— ¿Ir primero a la entrada?

— Si. Hay algo que Su Alteza y ésta deben discutir en privado. Ya que otras personas no tienen permitido escuchar, por favor, tome la responsabilidad y llévelos a todos lejos, Srta. Humbaba.

— Ehh. Pero nuestro trabajo es escoltar a Su Majestad…

— No se preocupe. Esto no tomará mucho tiempo.

La bruja líder se volvió a verme. Sus ojos parecían como si me preguntasen:

‘¿Deberíamos hacer lo que la súcubo ordenó?’ No sabía exactamente lo que pasaba, pero tomé el lado de Lala, por ahora.

— Sigue las órdenes de la gran chambelán. 

Establecer la autoridad de un vasallo frente a otros subordinados era importante. No había nadie que siguiera a un rey que no respetaba a sus vasallos. 

Las brujas se elevaron al cielo nocturno y partieron.

Los únicos que quedaron en las ruinas del mercado de esclavos fuimos Lazuli y yo. Incliné mi cabeza.

— ¿Cuál es ese problema tan repentino? Ni siquiera me lo consultaste de antemano.

—……………

Lapis Lazuli no respondió.

Pudo haber sido mi imaginación, pero su complexión parecía que se había enfriado más.

A medida que su silencio se incrementaba, la ansiedad en mi pecho se expandía también. Casi se sentía como si una oruga estuviese arrastrándose lentamente por la superficie de mi corazón.

Dije su nombre en voz baja.

— ¿Lala?

Otra vez, silencio.

En lugar de darme una respuesta, Lapis Lazuli comenzó a caminar. No fue un ritmo rápido. Con lentitud, pero pasos distintivos, se acercó a Giacomo Petrarca y a los guardias.

Giiiin.

Lapis Lazuli desenvainó la espada de uno de los guardias.

— Espera, Lala. ¿Qué estás…?

Sin darme oportunidad de detenerla, Lapis Lazuli osciló la espada y la clavó en el cuello de un guardia.

— ¿Qué…?

La espada se enterró fácilmente en la carne humana

Lapis Lazuli no se detuvo allí. Tras liberar la espada, ella inmediatamente la clavó en otro guardia. De un estado de desmayo, los guardias cayeron en un sueño eterno en un instante. Al momento en el que apenas pude comprender la situación que se desarrollaba ante mí, Lapis Lazuli ya había cometido su tercer asesinato.

— ¡¿Qué estás haciendo, Lazuli?!

— Haciendo lo que debe hacerse.

— ¿Lo que debe hacerse…?

Incluso para mí, que usualmente nunca caía en pánico, no pude recuperarme de forma rápida en esta situación.

— ¿Eso qué significa? ¡Explícalo de una forma que lo pueda entender!

A pesar de haber escuchado obviamente mi grito, Lapis Lazuli no detuvo su espada. El borde afilado de la espada cortó la garganta del cuarto guardia. La sangre se esparció como una fuente y cubrió la blanca piel de Lala con sangre sucia.

— Tu… ¡detente en este mismo instante!

— Ésta se disculpa, pues esa orden no la puede seguir.

— Lapis Lazuli, te lo advierto. Si mueves siquiera un cabello, si ignoras mi orden una vez más, ¡juro por Zeus, que personalmente te arrancaré la carne! Schunk.

Luego de matar al último guardia. Lapis Lazuli se volvió silenciosamente hacia  mí.

El silencioso hedor a sangre cayó pesadamente a nuestro alrededor. Inseguro de qué decir, mis labios temblaron. No podía comprender completamente el comportamiento de la otra persona.

…el plan había terminado sin contratiempos. Habíamos obtenido un éxito satisfactorio. Luego de cubrir el incidente aquí en el mercado de esclavos como algo que otra organización hubiese hecho, íbamos a irnos casualmente.

Subsecuentemente cruzar el continente y regresar al castillo del Lord Demonio, allí era cuando los verdaderos preparativos de la batalla comenzarían en realidad. todo lo que seguiría después de eso sería maravilloso.

Pero, ¿por qué?

— ¿…por qué vas en contra de lo que te ordeno? La operación terminó. Todo transcurrió tal y como fue planeado. ¿Qué te provocó tal descontento? ¿Por qué estas ejecutando este asesinato inútil?

Mi voz tembló debido al sentido de traición.

La razón por la que perdoné a esos guardias, a los que originalmente planee mata, fue solo porque estaba siendo considerado por Lapis Lazuli. A ella le disgustaba los asesinatos inútiles. Por eso fue que fui en contra de mi propia preferencia para apenas mostrar piedad. Entonces, ¿por qué? Lapis Lazuli abrió su boca:

— Su Alteza. Por favor, deje de mortificarse.

— ¿Qué dijiste?

— ¿Asesinatos inútiles? Por favor, explíquele a ésta si alguna de estas muertes son inútiles.

Lapis Lazuli hizo gestos a su alrededor.

Todo estaba en llamas. Las únicas cosas que estaban de pie eran los marcos de las jaulas de hierro. Debajo de estas, había cadáveres y montañas de carne ardiendo en el infierno.

— Usted nos ordenó asesinar a los guardias, civiles, e incluso a los esclavos, sin discriminación alguna. La razón está clara. Con el fin de no dejar evidencias de su visita, SU ALTEZA –Lapis Lazuli me miró-. Solo por esa razón, 150 humanos y 50 demonios murieron esta noche. Pero ¿llegó tan lejos y ahora quiere salvar a 6 personas? Ésta es incapaz de comprenderlo sin importar cuanto se esfuerce. Así que, por favor, Su Alteza, explíqueselo a ésta estúpida.

—…………

— ¿Hay alguna muerte inútil aquí? –una pregunta calmada. Y al mismo tiempo, un comentario interminablemente frío–. El Lord Dantalian al que ésta ha jurado lealtad es un individuo con un corazón frio y cruel. Si por alguna extraña ocasión, él fuese a ser amenazado, él es tan concienzudo como para no tratar ligeramente una amenaza, así fuese la más pequeña. ¿Adónde fue esa persona? ¿Adónde desapareció el lord de ésta?

— No. No es así. Solo estaba…

— ¿Ha perdido su horizonte? Luego de liberar la Muerte Negra, ¿el convertirse en uno de los Lores Demonio más ricos del continente alivianó su mente, Su Alteza? Milord, la piedad y la generosidad es un privilegio que solo los fuertes tienen. Los débiles no tienen el derecho de mostrar tal cosa. ¿Acaso usted ya se ha vuelto fuerte, Su Alteza?

Lapis Lazuli habló sinceramente con todo respeto. Con sus ojos inexpresivos, me miró fijamente. Por alguna razón, esa mirada heló mi corazón.

— Lala…

— Ésta debería hacer una lista de todas las personas fuertes que conoce: el 1º Lord Demonio, Baal es lo suficientemente fuerte como para iniciar una guerra él solo. El 2º Lord Demonio, Agares, es lo suficientemente fuerte como para aniquilar todo un ejército por su cuenta. El 5º Lord Demonio, Marbas controla todo el mundo político. La 5º Lord Demonio, Barbatos tiene guerreros inmortales que le son fieles. Y la 9º Lord Demonio, Paimon tiene el apoyo de cada ciudadano en el mundo demoniaco. Ahora, ésta debería preguntar. ¿Qué tiene usted, Su Alteza?

Tengo dinero. Nada más que dinero.

— Usted le prometió a ésta que ella sería capaz de disfrutar la mayor de las autoridades. Eso está bien. Ésta debería decírselo a usted claramente. El nivel de autoridad que usted tiene actualmente se encuentra en el fondo. Lord Dantalian. ¿Acaso usted ya está complacido de haberse convertido en una persona con poder?

No pude responder.

—………………

Lapis Lazuli volvió su espalda y levantó nuevamente la espada. 

Tras matar a los cinco guardias, la única persona restante era Giacomo Petrarca.

El jovencito con un alma tontamente pura.

Forcé mi boca a moverse.

—…Lazuli. Esto no es lo que intentaba. Simplemente pensé que estaría bien mostrar un poco de generosidad de vez en cuando. ¿No es eso lo que querías de mí?

Lapis Lazuli se detuvo.

Volvió su cabeza hacia mí. Esperando resolver el malentendido, hablé.

— Es cierto. ¿No me detuviste cuando intenté matar a tu madre y castigar a esa criada? Por eso fue que juzgué que te disgustaría esto.

— Eso es incorrecto –Lapis Lazuli sacudió su cabeza–. Esto es completamente incorrecto, Lord Dantalian. Parece que aún no sabe qué tipo de persona es ésta. Ésta está decepcionada.

— ¿Lala…?

— Si usted cree que ésta es parecida a esas criadas de clase media, entonces usted se ha equivocado en gran manera. Ésta deberá mostrarle claramente el tipo de persona que ésta es, Su Alteza. Lapis Lazuli levantó la espada, alto en el aire.

Y en eso…

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[El afecto de Lapis Lazuli ha disminuido por 1.]

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Ella osciló la espada hacia abajo.

La espada cayó en el punto central del cuello de Giacomo Petrarca. De nuevo, Lapis Lazuli osciló la espada. Una vez. Dos veces. La espada cortó sin parar. Aunque la persona ya había muerto instantáneamente, Lapis Lazuli no se detuvo. La sangre brotó y tiñó su cuerpo.

—…detente.

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[El afecto de Lapis Lazuli ha disminuido por 1.]

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— Detente, Lazuli.

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[El afecto de Lapis Lazuli ha disminuido por 1.]

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— ¿Acaso no es sangre lo que cae en tu rostro? Ya puedes parar…

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[El afecto de Lapis Lazuli ha disminuido por 1.]

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Al igual que un perro persiguiendo su sombra. Ella continuó cortando el cadáver.

Cada vez que lo hacía, se sentía como si una parte de mi mente fuese rasgada

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 Me preguntaba cuánto tiempo había pasado.

 Lapis Lazuli cesó.

 El efecto de sonido que se mantuvo resonando como loco hacia un momento ya no se podía oír.

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 Nombre: Lapis Lazuli

 Aguante: Rango E

 Poder: Rango D

 Defensa: Rango F

 Afecto: 0

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Fue porque el afecto de Lapis Lazuli había quedado en 0.

Porque había llegado al punto en el que ya no podía seguir cayendo, por eso se detuvo.

Se inclinó y recogió algo.

Era la cabeza de Giacomo Petrarca.

— Por favor, mire, Su Alteza –Lapis Lazuli habló–. Recuerde la expresión en la cara de este hombre. Recuerde lo blanco de sus ojos y su boca estúpidamente abierta. Mire ese horrible deceso luego de morir tan fácilmente a manos de ésta. 

Si llega a olvidar que usted sigue siendo débil, entonces se verá forzado a recordar a alguien más.

—…………

— Que ese alguien pueda terminar siendo Paimon o Barbatos. En ese momento, el rostro que usted hará no será distinto al de este hombre.

La llama ardiendo fuertemente a un lado reflejó a Lapis Lazuli.

La luz iluminó su cuerpo y, a su lado, una sombra puramente negra cayó. Ella era el punto central. Con ella en el medio, la luz y la sombra se dividían a la mitad.

Lapis Lazuli se paró exactamente en el centro. Al hacerlo, ella demando a que yo hiciera lo mismo.

— Por favor, grabe este momento en su cerebro, Su Alteza. Soportando un extenso silencio, apenas fui capaz de escupir unas cuantas palabras.

— Lazuli.

— Si, Su Alteza. Ya puede hablar.

— Eres una mujer diabólica.

Como si fuese obvio, ella asintió.

Una gota de sangre carmesí oscuro se deslizó por su delgada mandíbula y cayó.

— Hasta ahora, ¿qué había pensado usted que ésta era?

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Lord Demonio más Débil, Dantalian. 71º Rango.
Calendario Imperial: Año 1505, Mes 9, Día 20.
Palacio de los Gobernadores, Niflheim

La cera caía de una vela.

Era de noche. El cielo visto por la ventana ya era muy oscuro.

Hablé mientras miraba la vela que ardía suavemente.

— Me pregunto qué hice mal.

—………………

— Mientras viajaba por el aire de Pavía hasta el Imperio de Habsburgo, y todo el camino hasta mi castillo en la Montaña Negra, Lapis y yo no nos dirigimos la palabra. Mi cabeza era un desastre.

Levanté mi cabeza.

Barbatos estaba sentara en el sofá que estaba a mi otro lado.

Sus secas estaban contraídas en forma de 八 y sus labios estaban contraídos como si planease decir algo, excepto, que Barbatos fue incapaz de pronunciar una sola palabra. En algún punto, mientras escuchaba mi historia, ella había olvidado beber alcohol y solo miraba mi rostro.

Literalmente, era una pérdida de palabras.

— Definitivamente me he determinado. Si Lapis se pasa de la raya una vez más, entonces debería mostrarle su lugar. Pero una vez que eso realmente pase… sea ira o lo que sea, cada emoción desaparecerá y solo dejará confusión. ¿Qué era lo que Lapis esperaba exactamente?

— Era porque no podía comprender. Lapis me detuvo cuando traté de matar a la vieja esa. Me detuvo también cuando traté de matar a la criada. ¿No es extraño? ¿Ah? Barbatos, esto no es normal.

Levanté las comisuras de mi boca. Traté de sonreír, pero, al final, mi boca terminó torciéndose.

Para Barbatos, mi estado actual parecía increíblemente inapropiado.

Como si eso probara que mi emoción se escapaba de control, me quedé solo. Justo ahora… era mucho mejor así.

— Ella deseaba que convirtiese en un cruel villano. Si la petición de Lapis fuera que me convirtiera en alguien malvado… entonces ella me habría dejado solo cuando traté de matar a la vieja bruja y a esa criada. Habría estado bien dejarme hacer lo que quería hacer en esos momentos. De esa forma, sus acciones habrían tenido sentido, ¿no?

—…así es.

— ¿Por qué me pedía que mostrara piedad algunas veces, y luego me pedía que fuese violento en otras? ¿Qué era lo que quería de mí? Comienzo a deprimirme cada vez que pienso en esto… –cubrí mis ojos con mi mano–. Barbatos, créeme. Trato de considerar cada cosa que Lapis me pide. Si ella me pidiese ser un lord generoso y compasivo, entonces lo habría cumplido seriamente. Si ella me pidiese ser un tirano cruel, entonces lo habría aceptado con gusto. Yo estaba preparado. Listo para caminar por esa senda junto a ella. Es cierto.

—…………

— Sin embargo, no puedo ser ambos. Es imposible. Caminar por dos sendas distintas al mismo tiempo es simplemente imposible. Así que dime, ¿qué otra opción me queda? ¿Hm? ¿Moverme de acuerdo al capricho de Lapis es la única opción viable?

—………………

— Eso también es imposible. Esa es la acción más absurda que yo podría tomar. Incluso tengo una última línea. Salvar a la gente cuando Lapis me lo diga, matar a la gente cuando Lapis me lo diga… no puedo convertirme en su marioneta.

NUNCA.

Eso para mí, significaba la muerte.

Sin duda alguna, la relación entre Lala y yo estaba colapsando. 

Incluso después de regresar a mi castillo, no tuvimos una sola conversación. Nuestra vida de habitación compartida naturalmente desapareció también.

Durante los preparativos para el ejército de 2.000 hombres que iban a invadirnos, hicimos planes y acuerdos, pero eso fue todo.

El intercambio de palabras se mantuvo al mínimo. Solo eran conversaciones técnicas y de negocios.

Excluyendo eso, no había palabras compartidas entre nosotros.

El tiempo pasó sin poderlo evitar.

Barbatos habló.

—…descansa un poco, Dantalian.

La burla y desprecio que ella mostró al principio ya ahora no se podía ver por ningún lado.

Había una débil pena y una duda muy clara en su rostro.

La razón por la que su pena era tenue era porque se estaba esforzando por no mostrarme simpatía, y la razón por la que su duda era clara era porque estaba conteniéndose de darme un consejo descuidado. Solo por esa expresión, podía decir que Barbatos era una buena mujer.

— ¿Descansar?

— Idiota. Ya es de noche. Has hablado durante horas. Tu voz ya está frágil y tu rostro parece tan terrible como el de un cadáver. 

Inexpresivamente saqué un espejo de mano y me miré en él. Tal como Barbatos lo dijo, mi rostro ya parecía el de un zombi. Parecía que me hubiese adentrado exageradamente en mi papel.

— Bien… supongo que debería descansar un poco.

— ¿No quieres algo de beber?

Barbatos sacudió la copa que tenía en su mano derecha. Estaba vacía. Pero ella seguía sonriendo como una niña malhumorada.

— Ahora que lo pienso, ¿esto no es algo divertido? Oye, Dantalian. He estado escuchando cortésmente tus asuntos amorosos hasta ahora, pero ni siquiera me has servido alcohol apropiadamente, ¿o sí? Para un bastardo que hizo una puta tonelada de dinero a través de la venta de hierbas negras, ¿qué sucede? Si sigues así, terminarás desalentando a la gente.

— Jajaja.

Probablemente se estaba quejando alegremente para cambiar de humor. Pude sentir una pequeña consideración de su parte. Ciertamente, Barbatos era una buena mujer.

En esta tediosa vida, la consideración era como la sal. No importa cuando lamentablemente blanda sea la vida, si le añades un poco de sal, entonces terminará convirtiéndose en algo apetecible. Barbatos sabía cómo utilizar eso apropiadamente.

— Claro, ya sabía que saldrías con eso.

— Hmm, ¿y qué quieres decir con eso?

— Espera. Traeré algo que seguramente te gustará. 

Me acerqué a la esquina del recibidor y saqué una botella del gabinete. Era una botella de vino. Luego de mostrarle la botella a Barbatos con un ‘ta-dá’, su rostro se heló al instante.

— N-no me digas. ¿E-eso no es lo que creo que es, o si?

A diferencia de su yo usual, las palabras de Barbatos temblaron. Sonreí.

— La región más famosa en el mundo demoniaco para preparar vinos lujosos: Fire Spring Hell. Entre las áreas dentro de esa región, la botella de mayor calidad que solo es creada una vez al año en el territorio del Conde de Lava. Vino entre los vinos. Hecho en el año 1101 de Balleleunium, este vino fue preparado en conmemoración a la segunda Guerra de Vietnam. Es un producto genuino que tiene una edad de 400 años.

— ¡Eso es ridículo! –gritó Barbatos–. ¡Ese es un vino de alta calidad que incluso al viejo Baal le ha dado problemas para obtenerlo en sus manos!

— Yo me esforcé un poco.

Para ser exactos, usé el esfuerzo de Ivar Lodbrok.

Este era un claro ejemplo que demostraba que tener una presa fácil, con muchas conexiones personales, hacia la vida muy conveniente.

— ¡Diosas, esto es insano! ¿Es genuino? ¡No lo es, ¿cierto?! Barbatos, en ese momento, estaba fuera del sofá.

El amor de Lord Barbatos por el vino era muy reconocido.

Ella se consideraba a sí misma como la bebedora más grande, y los demás Lores Demonio la reconocían como la bebedora más pesada entre ellos. Para ella, este vino era como el Santo Grial. Deshaciéndose de los modales y la dignidad, ella corrió hacia mí.

— ¡Dámelo!

— Claro. Toma.

Lancé la botella al aire. Fue ligero, como si jugara con una pelota.

— ¡Gyaaaaaaahh!

— Esfuérzate y atrápala bien.

— ¡Este maldito loco…!

Barbatos rápidamente utilizó magia para tomar la botella que estaba en el aire.

De lo que pude comprender, 3 capas de magia negra se activaron al mismo tiempo. Primero, Barbatos pisó el suelo de la habitación y dio un salto de más de tres metros de altura. Una niebla negra apareció en el espacio vacío cerca de la botella y la cubrió. Gracias a eso, el descenso de la botella fue más lento. Luego de eso, una mano invisible agarró el vino.

Si los otros magos presenciasen esta escena, entonces probablemente no habrían podido ser capaces de controlar su confusión. La primera razón, el hecho de que 3 capas de magia fueran activadas al mismo tiempo. Segunda razón, el hecho de que tres capas de magia tuviesen éxito en ser activadas sin ningún encantamiento o lo que sea. Y la última razón, el hecho de que esta gran técnica mágica fuese usada simplemente para agarra una mísera botella de vino.

Claro, era obvio que a Barbatos no le importase lo que los demás magos pensaran de ella. Su todo se concentró en ese ‘año 1101 de Balleleunium’. La habilidad mágica que ella había entrenado una y otra vez durante sus 500 años de vida, en ese momento, fue usada por una mísera botella de vino de unos 10 cm de diámetro. Me pregunto si las Diosas se habrán conmovido por su concentración.

Finalmente, la botella llegó a sus manos y ella aterrizó a salvo en el piso.

— ¡Uwaahhhh!

Barbatos levantó la botella de vino con ambas manos. Al igual que un jugador de baloncesto que tenía éxito en un rebote durante un momento decisivo. 

En ese momento, ella, sin duda, era la que dominaba el campo.

— ¡¿Viste eso, coño?! ¡Esta es la grandeza de la maldita 8º Posición, Barbatos!

— Hmm.

Inconscientemente le envié una disculpa.

— No estoy muy seguro, pero parece que se produjeron unas acrobacias bastante impresionantes.

— ¡Dantalian, hijo de puta!

Barbatos me miró con fiereza.

— ¡Cerdos como tú no tienen el derecho de poseer una gota de delicadeza! ¡¿Cómo te atreves a lanzar este Balleleunium como si fuese un juguete?! ¡¿Ahhhh?!

Fue impresionante. A pesar de ser persona cuya apariencia era la de una niña de 13 años, tenía un aura terrorífica que provenía de su mirada. Si no fuese por la botella de vino que sujetaba con desespero en sus brazos cuan tesoro, realmente pude haberme asustado. Si, tristemente, así es.

— ¡Por gritar tan fuerte! ¡Se me hace imposible creerlo! ¡Un vino que tiene 400 años de edad! El que lo preparó, usando la magia más especial, un hechizo mágico desarrollado únicamente con el fin de preservar el vino, reharía el hechizo cada medio mes. ¡Este vino fue preservado durante varias generaciones solo para llegar a ser el producto que es ahora! ¡Tú vienes y lanzas este vino que ni siquiera salió en el mercado, y solo se les daba a los individuos que el archiduque del Fire Spring consideraba personalmente más nobles y hermosos! ¡Maldito hijo de puta!  ¡Eres un maldito desgraciado que ni siquiera tiene el mismo valor que el polvo en la garra de un cuervo! –asentí.

— Ahora estoy más seguro de cuán grave es tu borrachera.

— No soy una borracha. Simplemente amo el licor, ¡maldito idiota! 

Mientras apretaba sus dientes, Barbatos miró la botella de vidrio. Una energía mágica de color negro fluyó de sus manos. Ella debía estar verificando mediante magia si el vino era genuino o no.

— ¡¿?!

Barbatos jadeó.

Su expresión se tornó tan delgada como la cara de «El Grito» de Edvar Munch.

— T-tú… si esta cosa no es real, entonces, no te perdonaré el crimen de haber engañado…

— Te dejaré tomar el primer trago.

— ¡!

Barbatos se asombró.

— Pero el primer trago… s-sabe mejor, ¿sabes?

— Por eso es que te dejaré tomarlo –sonreí ampliamente. 

En estos momentos, para ella, yo era un ángel.

Yo probablemente parecía tan radiante como un santo que acabase de recibir palabra de los Dioses.

— ¿No somos amigos, Barbatos?

— Dantalian…

Barbatos me miró con ojos conmovidos.

— Podrás ser un hijo de puta, pero un hijo de puta muy bueno.

—…aunque estoy considerablemente preocupado sobre si debo tomar esto como un cumplido o no, pero por el bien de la cortesía, lo recibiré como un elogio.

— E-este no es momento para eso. La copa de vino. ¡¿Dónde dejé mi copa de vino?!

Barbatos sacudió frenéticamente su mano. Al hacerlo, la copa que estaba rodando en la alfombra flotó justo a su mano. Barbatos tragó.

— B-bien, Balleleunium 1101. Muéstrame la esencia de tu piel tan sensual.

— Aunque creo que lo que es sensual no es el vino, sino lo que está dentro de tu cabeza…

— Tú, cállate.

Barbatos comenzó a recitar un hechizo. Podía garantizar que fuera de todos los hechizos mágicos que he presenciado hasta ahora, este era el más inspirador de todos. La razón detrás de esto era porque se trataba de un hechizo absolutamente inútil. Esta magia, un hechizo removedor de corchos, estaba siendo recitado por Barbatos única y exclusivamente con el fin de remover el corcho. Mientras murmuraba el encantamiento, el corcho se movió lentamente hacia arriba, hasta que finalmente, salió disparado mientras sonaba ‘pop’. Barbatos acercó la boca de la botella al extremo de su nariz e inhaló.

—………………

Ah. Ese era el rostro de alguien que ha perdido la cabeza.

Era como si su conciencia hubiese ascendido unos 500 metros en el cielo. A pesar de no haber probado el alcohol, el rostro de Barbatos ya estaba envuelto en éxtasis.

— A-así que el cielo si existe.

— Como la persona que te regaló eso, me siento bastante contento de que te haya gustado solo por el olor. Adelante, bébelo.

— ¿Beber? ¿Esto…? –Barbatos comenzó a temblar con la botella de vino y la copa en sus manos–. Dantalian, no sabes el valor de este objeto. ¿Cómo podrías tomarte un tesoro? No te bebes los tesoros. No se supone que lo hagas…

— Creí que habías dicho que te gustaba el alcohol. El alcohol más grande está aquí. ¿Aun así no lo beberás?

— ¡Ugh…! –Barbatos distorsionó su rostro en desesperación–. ¿Qué contradicción es esta? Como amo el alcohol más que nadie más, deseo el Balleleunium. ¡Pero como amo el alcohol más que nadie, incluso así, no puedo beberme el Balleleunium! ¡Una paradoja! ¡Una agonía! ¡¿Es que esta vida es…?! Un poco más y ella habría descubierto la verdad del universo.

El carisma de Su Alteza Barbatos se estaba desintegrando por una simple botella de vino.

— Pásala. Lo serviré yo mismo.

— D-de acuerdo.

Barbatos entregó obedientemente la botella.

Siguiendo la etiqueta a la hora de beber, cortésmente vertí el vino con una mano. Con una complexión nerviosa, Barbatos observó la copa que era llenada con el líquido escarlata. Pensé seriamente que me ejecutaría si derramaba una sola gota.

— Salud.

— S-salud.

Clink.

Un claro sonido resonó mientras nuestras copas chocaban. Como disfrutaba el vino de forma muy relajada, Barbatos me miró con impaciencia.

— ¿E-está bueno?

— Bueno, por supuesto que lo está.

— ¿Cómo sabe, eh? Descríbelo lo más detallado posible.

—…no sé por qué me pides que haga eso cuando simplemente puedes beberlo tú misma.

— Porque sería un desperdicio.

Me retracté de mi declaración anterior.

Barbatos era una mujer inútil.

— Juu. Jaa. Juu. Jaa.

Barbatos comenzó a respirar profundamente. Ella incluso comenzó a murmurarse que no era más que vino rojo. Me preguntaba si su murmullo tenia efecto, pues su complexión se relajó. Si tuviese que decir algo desde mi propio punto de vista, entonces pensaría que, honestamente, ella estaba loca.

Al final, Barbatos colocó la copa en sus labios y tomó un sorbo de vino. Sus ojos permanecieron cerrados durante un rato. Luego, sus hombros comenzaron a temblar y de repente estalló en llanto.

— Uwahhh… hice bien en permanecer viva. Fueron duros momentos. Fue difícil vivir estos 500 años, pero, uwahhh, realmente hice bien el vivir tanto.

—…seguro.

Ni siquiera yo pude evitar estar asombrado por esta situación.

Barbatos estaba tomando el vino mientras derramaba lágrimas cálidas. Lo más sorprendente era que mientras bebía, el proceso de tomar la fragancia del vino a través de la nariz, el proceso de saborear el vino con su lengua, entre otras cosas; ella devotamente se aseguró de realizar todos los procedimientos de saboreo. Aunque, ella estaba loca, esta irracionalmente loca.

— Dame acá.

Barbatos vació rápidamente la copa y me quitó la botella a la fuerza. Sin siquiera resistirme, se la entregué.

— Juejuejue, jue, glup –mientras lloraba–. Uwahh.

Llenó otra copa…

— Está bueno. Está muy bueno, coño –y lloró de nuevo. Una escena bastante sincera se desarrollaba ante mí.

La imagen de una chica con una apariencia exterior de una niña de 12 años que estaba llorando mientras vertía y bebía alcohol. Si lo colocabas en buenos términos, era algo surreal. Si lo llevaba a malos términos, ella estaba considerablemente chiflada.

En eso hablé:

— ¿Por qué estás haciéndolo desagradable para los demás al maldecir y beber? Creí que dijiste que era bueno.

— Juejue. Siempre y cuando sea deleitable, cada vez que lo bebes, la misma cantidad que bebes, es la cantidad que desaparecer del contenido total. Esto es realmente, realmente una mierda. Más allá de eso, la gente dice que no puedes discutir esa sensación con alguien que ha bebido el Balleleunium si derramar lágrimas.

Fue dicho que eso te hacia seriamente sospechoso del origen…

En fin, tuvimos éxito en cambiarnos el humor apropiadamente.

Originalmente, debido a la constitución de los Lores Demonio, era posible beber tanto como fuese posible y no emborracharse. Era gracias al ‘mana’ circulando por nuestros cuerpos que limpiaba automáticamente la intoxicación. Sin embargo, de acuerdo a Barbatos, cuando ‘recibió’ el Balleleunium, se consideraba una gran descortesía el no emborracharse. Barbatos había detenido, intencionalmente, la circulación de mana en su cuerpo se permitió la intoxicación. Los alcohólicos eran bastante terroríficos.

— ¿Ah, sí? ¿Qué pasará ahora? –Barbatos habló con un ligero rubor en su rostro. Parecía que estaba embriagada hasta el nivel apropiado–. Tras escuchar tu historia, ese no fue el punto cuando le pusiste fin, ¿cierto? Lo que significa que existe otro momento decisivo. Deja salir todo calmadamente, niño. Ya que fui capaz de saborear el Balleleunium, me responsabilizaré de ti hasta el final.

— Estoy bastante agradecido –sonreí amargamente–. ¿Deberíamos brindar primero?

— Ohh, sí, ¡salud!

Mientras el brindis continuaba, la noche seguía avanzando. A través de la ventana del recibidor, un búho ululó. Fui capaz de mover mis labios con más facilidad que antes, y Barbatos se adentró en la conversación con más entusiasmo.

— Primero, el ejército invadió mi castillo.

— Ohh, así que el mensaje fue algo real.

— Ajá. Aunque el número era un poco menor a lo que estaba escrito… Con un ‘ding’

El reloj de caja en el primer piso del palacio de los gobernadores sonó monótonamente.

Estaba notificándoles a todos que ya era medianocho

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