Novelas ligeras en español

miércoles, 19 de abril de 2017

Awakening capitulo 122

Como si despertara de una pesadilla muy aterradora, Naoko lentamente abrió sus ojos.

Sintió como si todo su cuerpo fuera presionado por una cosa muy pesada, tan pesada que no podía siquiera mover un dedo.

Su cabeza todavía estaba un poco mareada, un poco como la sensación de resaca.

Tres minutos más tarde, un rastro de lágrimas bajó silenciosamente de sus ojos.

Ella recordó claramente las cosas que ocurrieron antes de que se desmayara, especialmente esa diabólica cara.

Al ver que sus ropas eran diferentes que las que llevaba antes, su corazón se rompió. Una profunda sensación de desesperación cubrió su alma.

‘Lei, lo siento, ya no estoy limpia.’

Como sufriendo un ataque al corazón, Naoko sintió un dolor aplastante en su corazón.

‘Soy una idiota, una tonta sin esperanza. Debí haberlo escuchado, él me había dicho que no hablara sola con Hinatsu. ¿Por qué no tuve siquiera un poco de vigilancia?’

Naoko se reprendió profundamente, deseando morir inmediatamente.

Sabia ahora, que cuando uno está en un extremo dolor, uno no podía gritar en voz alta. Aunque las lágrimas seguían cayendo, fue incapaz de sacar su voz.

Ella era como un reno herido, acurrucado fuertemente el cuerpo con dolor.

No mucho después, escuchó los sonidos de pasos que venían desde afuera de la puerta, y entonces, la puerta se abrió.

Hinatsu se acercó y puso una mano sobre su frente para comprobar su temperatura.

Naoko finalmente se rompió, repentinamente agarró esa mano y la mordisqueó maliciosamente.

El musculo de esa mano era muy fuerte, pero ella lo mordió profundamente. Cuando probó el líquido llenó de sabor, tuvo la agradable sensación de venganza.

Repentinamente, su otra mano acarició gentilmente su cara. Ese extraño toque inesperadamente la hizo tener un sentimiento indescriptible.

“Tonta, soy Lei Yin.”

Una voz clara y familiar sonó en sus oídos.

En ese momento, Naoko apenas podría creer a sus oídos. Inconscientemente aflojó sus dientes apretados para mirar al dueño de esta mano.

‘No es Hinatsu, es él, ¡es realmente él!’

Cuando miro su par de profundos y claros ojos, Naoko casi entró en shock.

“¿Enserio? ¿Hinatsu no hizo…..eso en mí?”

Naoko miró cercanamente sus ojos y preguntó.

La mano derecha acarició suavemente su espalda, Lei Yin besó su rostro y dijo:

“Eres mi mujer, por supuesto, no dejaré que las personas se aprovechen de ti. De hecho, hay algunas cosas que no sabías, he arreglado a algunas personas para protegerte todo el día. Solo cuando yo estoy a tu alrededor, ellos se irían temporalmente. Cuando Hinatsu te hizo subir en el carro, la persona que arreglé para protegerte ha estado en realidad siguiéndolo por detrás. En ese mismo día, cuando Hinatsu manejó a través de un área donde no hay nadie, ellos lo interceptaron. Y luego te salvaron. Eso es todo.”

“Entonces ¿por qué mis ropas fueron cambiadas? Lei, te ruego que me digas la verdad, ¿okay? Por favor, no me mientas.”

Dijo Naoko mientras lloraba.

“Incluso no creíste en mis palabras. Escucha, soy yo el que cambió tus ropas. Debido a que tus ropas originales estaban mojadas con sudor, te ayudé a cambiarlos. Olvídalo, aunque continúe, seguirás pensando que estoy mintiéndote. Tonta, eres una mujer, ¿no puedes sentir algo si te han hecho eso por una persona? Ve a ver tu propio cuerpo en el baño y lo sabrás.”

Lei Yin dijo un poco a regañadientes.

Al escuchar lo que él dijo, Naoko inmediatamente volvió a sus sentidos. Demasiada entusiasmando, incluso una cosa tan simple que fue incapaz de pensar.

No pudiendo aguantar su susto, rápidamente fue al baño.

10 minutos después, ella salió con su cara roja.

Al ver su expresión feliz desde el Angulo de sus cejas, la cual no podía ser ocultado, Lei Yin abrió sus brazos con una sonrisa.

Naoko llena de vergüenza se acercó para sentarse en sus muslos.

“Lo siento, dejándote asustada, debería haberme librado de ese tipo.”

Dijo Lei Yin, besando su sien.

Pensando en su anterior conmovedora experiencia, Naoko no pudo dejar de encogerse.

Sacudiendo su cabeza, ella firmemente apretó la gaza contra su mano derecha, sintiéndose culpable.

“Lei, lo siento. Debió haber sido doloroso, ¿verdad?”

Dijo mientras comenzaba a llorar.

“Estoy bien.”

Él gentilmente acarició su pelo.

Al escuchar esto, Naoko lloró aún más.

Anteriormente, cuando él estaba siendo mordido, instintivamente quiso desatar su qi verdadero en su mano, pero debido a que tenía miedo de que le dolería su boca, tuvo que aguantar duramente.

“Aunque fui mordido, también me aproveche de ti, Naoko, tu cuerpo es tan hermoso.”

Con el fin de distraer su atención, Lei Yin repentinamente dijo una oración en su oído.

Efectivamente, después de escuchar estas palabras, toda la piel expuesta de Naoko se tornó rosada.

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