Novelas ligeras en español

domingo, 2 de abril de 2017

Dungeon Defense capitulo 14

Mi castidad estaba en peligro.

Gravemente, así era.

No era una broma.

Podía sentir a las brujas babear al mirarme.

A pesar del hecho de que nada en particular sucediese, las brujas me invitaban a su autoestablecido barrio rojo mientras clamaban: “Maestro, algo inmenso ha pasado. Maestro, algo enorme ha pasado…”. Si yo entraba allí, entonces esas chicas fumaban opio y me miraban viciosamente. Todas estaban desnudas. En serio, eran como bestias. Por eso esto era la razón por la que las brujas vivían mientras eran maltratadas. Mi visión se tornó borrosa debido a esa cruda tentación.

— ¿Se han vuelto locas?

— Ahh, ¿acaso está diciendo que quiere hacerlo con todas nosotras?

— ¿Por qué es que cuando coloco mis palabras en sus oídos, ustedes escuchan por el culo?

— ¿Ah? ¿Sería mejor que su cuerpo lo haga por nuestro culitos, milord?

— ¿Acaso estamos hablando el mismo idioma?

— Solo cierre los ojos una vez y… ouch.

Golpeé la parte superior de la cabeza de Humbaba con mis nudillos.

— Escuchen bien, ustedes tienen poco pecho. No considero individuos como ustedes como potenciales parejas sexuales. Si son planas, entonces deberían comportarse como tal y vivir modestamente, y aun así, ustedes tratan de lograr más. No están en posición de ser comprendidas por el mundo, sino que, se encuentran en circunstancias donde deberían comprender el mundo por su
cuenta.

— ¿Jajajaja? Es un poco problemático para nosotras, cuando nuestro maestro, quien obedientemente es devorado por Lady Barbatos, saca el tema de los pechos planos como una refutación, ¿no cree?

—………

Estas tipas indirectas. Ellas realmente solo penetran en la debilidad de otros sin pensarlo.

Cada vez que las brujas salían, ellas siempre usaban una densa capa de ropas.

Incluso durante el fin del verano, donde el fétido olor del agua emanaba de los alrededores, y el inicio de la primavera, donde el repugnante olor del agua se filtraba en los intestinos, las brujas eran ignorantes de las temporadas debido a sus atuendos pesados. Humbaba me había dicho que debido al hecho de que un cuerpo sin alma era algo que estaba maldito, ellas no debían mostrárselo a los demás.

Cada vez que las brujas se fijaban fuertemente sus sombreros de cono en sus cabezas, recordaba los guantes blancos que Lapis siempre usaba. La base de los sombreros de cono de las brujas y los guantes de Lapis era la misma.

Individuos de la misma clase.

Al ver como caminaban a mi lado a todas partes, era claro que ellas no se habían reunido aquí a propósito. Este lugar probablemente era el lugar donde ellas finalmente habían llegado tras ser perseguidas y perseguidas por las demás personas. Aunque había una inevitabilidad en la vida, y el camino de una persona que iba hacia un destino era hermoso, el camino de una persona siendo enviada a un lugar de exilio, debido a que su vida era dependiente a cierta inevitabilidad, no era maravilloso. En ese lugar de exilio, yo creía que de desharía del estatus social de las clases más bajas y permitiría que todos fueren plebeyos.

En una sola noche, tracé un patrón. El símbolo eran tres círculos blancos en un fondo negro. Mientras les mostraba eso a las brujas, hablé.

— A partir de este día, este será el símbolo del Lord Demonio Dantalian. Ya que ustedes son mis guardias reales, es natural que vayan por ahí mientras llevan esa marca en sus capas.

Para las brujas, las ropas era una prisión que estaba constantemente alrededor de sus cuerpos. Como gente que fue exiliada por no tener una afiliación o un hogar, para las brujas, esas ropas era su lugar de exilio. Al colocar mi emblema en sus capas, yo las estaba liberando de esa prohibición. Las brujas comprendieron mi intención. Al principio, fueron incapaces de abrir sus bocas.

Hasta que eventualmente sus ojos se llenaron de lágrimas.

— M-Maeestrooooo…

— Cállense. Si no quieren usarla, entonces no lo hagan.

— ¡Sin importar qué, solo nos desnudaremos en frente suyo, maestro!

Mientras lloraban, las brujas se abalanzaron sobre mí. Shhh. Solo los suspiros podían salir. Si era posible, quería pedirles que no se desnudaran en mi presencia, pero, ¿qué podía hacer en esa situación? Palmeé las espaldas de las brujas… tenía que vivir con estas chicas, ya veo. Al final, es mi destino vivir con ella. Maldito destino.

— Snif. Entonces, ¿Cuándo nos quitará la ropa interior, maestro?

—………

Dejen de soñar, pedazos de basura.

Excluyendo a las brujas, las demás que tenían permitido usar mi emblema eran solamente Lapis y Farnesio. Mientras teníamos capas negras sobre nuestros hombros, frecuentemente cruzábamos el campamento militar de las Fuerzas Aliadas de los Lores Demonio. Habiéndonos visto, los soldados susurraban entre sí.

- El Rey de los Campesinos.

- Las putas y esclavas del rey.

- ¿Por qué unas siervas tan vulgares…?

Consideramos los susurros de los soldados como algo más trivial que los cantos de un gallo en la mañana. Mientras chillaban “kya… kya…”, las brujas se colgaban sobre mis hombros. Parecía que mis hombros eran un patio de juegos para ellas.

Incluso mientras caminábamos, Farnesio leía un libro con una mano mientras furtivamente sostenía el borde de mis ropas con la otra. Ah, grité pidiendo que esas chicas problemáticas se alejaran de mí. Lapis silenciosamente nos seguía, aunque estuviésemos así.

De repente, sentí como si hubiese venido a este mundo y formado una familia.

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La tierra que se había congelado se había tornado incompleta.

Los desechos congelados se habían derretido en parches. La luz del sol abrazó esa tierra derretida con más cercanía. Como si tratase de aceptar los rayos con más amplitud, los campos cubiertos de nieve abrían sus brechas un poco cada cierto momento. Rastros del piso sucio podían verse a través de las brechas. El piso nevado frívolamente abierto parecía como las branquias de un pez blanco.

La tierra respiraba pesadamente con las branquias y recibía más de la luz del sol, hasta que eventualmente, los campos cubiertos de nieve se habían derretido y fluían en una corriente. Aunque los peces de agua dulce, insectos y otras criaturas vivientes eran incapaces de vivir allí debido a que la corriente de agua aún estaba fría, el sonido apresurado del agua fluyendo llamaba a los seres vivos.

Un día, un reno con cornamenta vino al río y colocó sus patas en el agua. Tras verme, el animal saltó rápidamente de la corriente y se alejó corriendo. La primavera estaba en el lugar por la corriente donde el reno se había desvanecido.

Mientras soportaba el invierno, la Fuerza Aliada de los Lores Demonios incrementó su personal.

El rumor de que habíamos quemado las Montañas Negras y tomado la cabeza del Margrave de Rosenberg se propagó por todo el continente demoniaco.

La gente de la raza demoniaca susurraba entre sí, que quizá, esta vez, podíamos… esta vez, la tierra donde el invierno era corto, podíamos acabar con los humanos y recuperar nuestros hogares… los demonios levantaron sus lanzas. Los soldados contratados se reunían. Soldados voluntarios se formaban. Muchos Lores Demonio, quienes una vez fueron escépticos en relación a la guerra, levantaban sus pesados traseros. Durante la primavera donde iniciaba la vida, los demonios se preparaban para la guerra con el fin de tomar las vidas del enemigo. La primavera de este año será una temporada brutal.

A través del invierno, los humanos se movían pesadamente. Una vez que se tornaba cierto que la batalla a corto plazo se convertiría en una guerra prolongada, cada reino dirigido por los humanos redactaba una orden de reclutamiento. Los más jóvenes, los que se preparaban la primera labrada del año en sus aldeas, eran reunidos en el campo de batalla. Ocasionalmente, cada vez que los rumores sobre el ejército humano llegaban a nosotros, era sobre Lores Demonio, quienes vivían en los territorios más cercanos al territorio humano, sufriendo una tragedia desastrosa.

- Su Alteza, el 49º Lord Demonio, Crocell, ha perdido su Castillo de Lord Demonio y está buscando asilo en Niflheim.

- Dicen que el 70º Lord Demonio Seere murió en batalla.

- Malditos humanos de mierda.

El sonido de las voces se acumulaba. Mientras las Fuerzas Aliadas de los Lores Demonio contagiaban sus alientos, y la Alianza Humana desarrollaba el suyo, las Fuerzas Aliadas y la Alianza rápidamente transmitían sus voces entre sí mediante enviados.

Cierto rey humano había enviado un reporte que declaraba que ya que los demonios fueron los primeros en cruzar las Montañas Negras e invadir la raza de otros, esto se consideraba invasión.

Ya que el que había saqueado y destruido el Castillo del Lord Demonio de Dantalian fue el Margrave de Rosenberg, y ya que Rosenberg era un humano, ustedes los humanos son los que invadieron primero. No somos invasores, somos las victimas… ese fue el reporte enviado de vuelta por los Lores Demonio.

En primer lugar, ustedes los demonios son los que han esparcido la Muerte Negra por todo el mundo, y ya que Rosenberg saqueó ese castillo con la única intención de curar a su gente de esa enfermedad, ah, sí distinguiésemos el orden de los asuntos, entonces ¿no son ustedes los demonios los que merecen morir?

El rey humano envió un reporte mucho más rudo.

Para la gente que no tiene pruebas de que fuimos los primeros en esparcir la plaga, y aun así, insisten fervientemente en ello, me hacía entender que ustedes los humanos solo tienen unas malditas cabezas huecas sobre sus hombros… esa fue la respuesta que Barbatos había escrito. Sin embargo, los demás Lores Demonio previnieron tercamente que ella enviara ese mensaje, y en lugar de ello, interpretaron sus palabras de una manera digna Miguel de Cervantes.

Una vez ellos habían comenzado a objetar sobre quien había errado primero, un incontable número de críticas no verificadas comenzaron a surgir sin parar.

Las cartas no tenían ninguna evidencia, sino que, proveían apoyo a las retoricas elaboradas. A través del invierno, aunque la Fuerza Aliada de los Lores Demonio y la Alianza Humana discutía sobre quién fue el que inicio todo, en realidad, todos estaban muy conscientes de que el hecho de que saber quién había sido el primero, a estas alturas, ya no importaba.

A pesar de que todos ya lo habían percibido, nadie mostraba señales de saberlo. De acuerdo a las palabras transmitidas por los enviados, los humanos se volvían las víctimas y los demonios eran víctimas también, llenando al universo de parte heridas. Por eso, probablemente todos comprendían que en un mundo donde la tierra y el cielo se habían vuelto víctimas, ese mundo no sería realmente un mundo que perteneciese a la gente que estaba equivocada.

Era una verdad muy evidente. Si uno se saliera de su curso y hablara de esta verdad tan evidente, entonces la gente tocaría, soltaría y frotaría esa obviedad, cubriéndola con la piel muerta de sus manos, hasta que eventualmente, la realidad evidente se convierta en una cruda verdad cubierta de sucio, por eso, los lores no decían tales palabras.

El primero que hablara sería el primero en perder.

Y nadie deseaba perder.

Nadie.

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Contraté más mercenarios e incrementé la cantidad de mi ejército a 7.000 hombres.

Habiendo escuchado el rumor de que Su Alteza Dantalian da buenas recompensas, los mercenarios venían a buscarme voluntariamente. Los capitanes observaban mi expresión ante mí.

— El rumor de que una guerra en masa va a ocurrir pronto se está incrementando…

— Los rumores son ciertos. ¿Me seguirás a las líneas delanteras también?

— En dado caso, si humildes como nosotros van a la línea delantera, ¿entonces usted no parecería un sórdido…?

— Esta no es una guerra que siga una gran causa, es una batalla donde golpeamos mientras hacemos uso de la destitución del enemigo. ¿Cómo podría ser más sórdido que esto?

— ¿Entonces derrotar a los humanos no sería una gran causa?

— Incluso si eso fuese una gran causa, entonces ¿esa sería su causa? Incluso si nos llegásemos a deshacer del imperio humano y establecer un milenio, ¿ese lugar seria su reino?

— Sus palabras son infinitas, milord. Por favor, sea perspicaz.

— El pago es provisto cada 10 días dentro de mi ejército. Los de infantería recibirán 1 de oro, y los de caballería 3 de oro. En cuanto a la comida, estaría bien dejar la mitad de su salario conmigo y resolverlo con eso, o puede comprarles comida a los traficantes que siguen a nuestras unidades. Como no proveemos armas por separado, encárguense de eso ustedes. Ya que funciona así, entiendan eso también. No se preocupen sobre una gran causa, y solo consideren la ganancia personal que puedan recibir. Seré la persona que esté preocupada con la gran causa.

Los capitanes asintieron. Ellos tenían ojos que mostraban que comprendían mis palabras.

— Por favor, díganos las reglas militares que debemos seguir.

— No discriminar la raza de uno o el lugar de nacimiento y solo sigan el rango.

Los capitanes se levantaron y bajaron sus cabezas al suelo.

— Hemos recibido sus órdenes, milord.

Durante el final del invierno, Farnesio entrenó a los nuevos soldados una vez más. Ya que había una numerosa cantidad de soldados que eran leales a Farnesio, no era tan difícil como antes con el fin de entrenar a dos nuevos reclutas. 2 soldados que hubieron golpeado a una prostituta hasta la muerte, un soldado que había amenazado a un mercader, y 4 soldados que habían practicado la usura, esos soldados fueron atrapados y forzados a desentrañarse a sí mismos.

Farnesio personalmente les había sacado personalmente las tripas y cocido en una sopa de sangre. Farnesio habló luego de escupir una porción de un intestino.

— Incluso las vísceras de estos tipos están podridas por lo que el sabor de la carne se arruinó. Sinceramente, ellos eran gente con las que uno no debería asociarse. Decapítenlos y alimenten a los perros.

Incluso con el paso del invierno y la llegada de la primavera, para los soldados, Farnesio siempre seguiría en sus mentes como el invierno, por lo que cada vez que ellos veían el rostro de la general, sus hombros temblaban. Aunque el piso que estuvo congelado todo el invierno se había derretido, la disciplina dentro de la milicia seguía tan fría como una espada.

Los soldados no se emocionaron por el sol primaveral, y en lugar de ello, entrenaron con vigor.

Mientras gritaban, los soldados ajustaron sus posiciones y sujetaron sus lanzas. El sudor de los soldados caía al suelo donde la nieve se había derretido.

Una vez que el cuarto mes llegó, la Fuerza Aliada de los Lores Demonio se movió hacia el sur, la Alianza Humana marchó hacia el norte, y como si hubiesen acordado hacerlo de antemano, ambos ejércitos establecieron sus campamentos en los extremos opuestos de una llanura que estaba ubicada en el centro delo territorios humano y demoniaco.

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El Rey de los Campesinos, Dantalian. 71º Rango.
Calendario Imperial: Año 1506, Mes 4, Día 2.
Llanuras de Bruno – Polles

La Fuerza Aliada de los Lores Demonio y la Alianza Humana enviaban y recibían
ultimátums. Fue decidido que por enviar un emisario de ambos ejércitos, ambos
discutían si los dos ejércitos realmente irían a la guerra, o si terminarían en
términos de paz. Claro, la oportunidad de que un cese al fuego sucediese era casi
imposibles.
El número de vidas que se habían perdido ya habían alcanzado los miles. Tal
como un trueno resonaría cuando ataca el rayo, en este punto, ir a la guerra era
un flujo que debía suceder naturalmente. Incluso todos los Lores Demonio –
excepto Paimon– estaban preparándose para esta guerra. No había un solo
problema.
¿Quién sería elegido como el enviado?
— ¿Por qué no elegimos a Dantalian y ya? –Barbatos dio un paso al frente–. Él
tiene la mayor cantidad de contribuciones en esta guerra, ¿no es así? Su
habilidad para hablar tampoco es mala, y ya que es de los rangos inferiores, sería
perfecto usarlo como un mensajero. Nominalmente enviaremos un mensajero,
¿no? por eso no hay necesidad de que quedemos mal al enviar a alguien de mayor
rango, ¿o sí? Usémoslo como un mensajero.
Sinceramente, esa era una visión entusiasta.
En el centro exacto de los dos ejércitos, una tienda blanca fue establecida.
Esa era la ubicación donde los enviados se encontrarían y discutirían. Ya que un
montón de ríos fluían por las llanuras, el sonido de los acalorados perros
callejeros se podía escuchar apareándose cerca del agua. No había raza entre
esos perros callejeros por lo que un perro negro estaba pegado a una perra
blanca. Me detuve de camino a la tienda para ver el apareamiento de los perros
por un momento.
— Hasta esos parecen ser mejor que yo en eso…
Murmuré para mí mismo. De acuerdo al decoro establecido, los emisarios con
la tarea de declarar la guerra no tenían permitidos escoltas o asistentes con
ellos.
Una vez me volví y miré el lugar detrás de mí, pude ver miles de banderas
batiéndose en el viento. Ese lugar parecía una isla compuesta de demonios.
Mirando al lado opuesto, miles de bandera también se estaban batiendo, y diez
mil humanos estaban reunidos en fila, haciéndolos parecer tan grandes como una
isla. Ya que se sentía que yo tenía posesión exclusiva del océano entre las dos
islas, se sentía excesivamente generoso.
Apenas había cosas dentro de la tienda. Dos sillas de madera que estaban
pintadas de blanco, y una única mesa que, obviamente estaba pintada de blanco.
Solo esos tres objetos estaban allí. Me senté en una de las sillas y
silenciosamente esperé al emisario de los humano.
Al igual que la brisa de primavera, el enviado de los humanos entró en la tienda.
—…………
—…………
Nuestros ojos se encontraron. Moví mi cabeza y fui el primero en asentir. La
chica también devolvió un ligero asentimiento. La chica de cabello plateado se
sentó en la silla en el lado opuesto de la mesa. Con una mirada, supe que ella era
Elizabeth Atanaxia Evatriae von Habsburgo, la Princesa Imperial.
La Princesa Imperial cargaba un paquete. Lo que ella sacó del paquete era algo
que yo no me lo esperaba. Era un tablero de GO. En este mundo, ese era un
tablero de juego que algunas veces era conocido como las Banderas Blanco y
Negro. Tras sacar el tablero GO y un contenedor con piezas de piedra, la
Princesa Imperial los colocó sobre la mesa.
—…………
Miré inexpresivamente a la Princesa Imperial.
Esta sacó un puñado de piezas blancas y luego asintió en mi dirección. Ella
quería determinar quién iría primero y quien después.
- ¿Lo considerarías?
Reí mentalmente. La intención detrás de este gesto hilarante era evidente. La
Princesa Imperial trataba de probar mi inteligencia en este lugar. Si demostraba
una habilidad que era inferior a sus expectativas, entonces ella probablemente
ignoraría mi existencia y no me consideraría como un individuo con el que negociar.
Incluso si fuese a intimidar gritando “¿Qué tipo de acción estúpida es esta?”, yo
obtendría el mismo resultado.
Que divertido.
Oh, que divertido.
Tomé una sola pieza negra y la coloqué encima del tablero de GO. Eso
representaba un número extraño. La Princesa Imperial mostró el número de
piedras que estaban en su mano. 3. Ciertamente, ese era un número extraño. Ya
que supuse correctamente si el número de piedras que ella tenía en su mano era
correcto o extraño, obtuve la iniciativa. El hecho de que las piedras negras tenían
el primero movimiento mientras que las piedras blancas movían después, era lo
mismo en este mundo también. Sin embargo, no había komi
12 aquí. Fuese quien
fuese el que tomase las piedras negras y ganara la iniciativa, tendría una ventaja
absoluta.
Y por eso…
Yo era una persona que raramente perdía tras obtener las piedras negras.
Tack.
Realicé mi primer movimiento.
La piedra negra que coloqué emitió un sonido ligero.
Al ver que la superficie de este tablero GO era suave, dejaba en claro que era
un tablero que la Princesa Imperial disfrutaba usar. Probablemente se había
hecho usando una madera bastante lujosa. El sonido era satisfactorio.
—………
La Princesa Imperial miró silenciosamente el tablero de GO.
Mi primera ubicación era en la esquina superior izquierda del tablero.
Al colocar el primer movimiento en la esquina superior izquierda del tablero,
era igual al acto de mostrarle descaradamente el dedo medio al oponente. En el
juego de GO, donde hay un énfasis ubicada en la etiqueta, este era un movimiento
que era severamente difícil de tolerar. Estaría bien llamar esto “mi declaración
de guerra”. Mientras movía las piedras alrededor de su mano, la Princesa
Imperial hizo su movimiento.
Tuck.
Esta vez, fue mi turno de quedarme quito.
La ubicación donde la Princesa Imperial había colocado su piedra fue
exactamente en el centro del tablero GO, en otras palabras, un cheonwon
13
.
Si me tocase descifrar el significado, entonces estaría bien decir que en
respuesta a mi dedo medio, la Princesa Imperial me estaba mostrando dos dedos
medio.
—…………
Mi cabeza se tornó fría. Aunque podría haber sido un asunto diferente si una
piedra negra hubiese sido colocada como un cheowon. ¿Un cheowon con piedras
blancas? Incluso si un profesional estuviese jugando contra un niño de 7 años,
ellos nunca realizaron un movimiento tan ignorante como este. Incluso de mi
propio padre, yo nunca había sido tan insultado como esto.
Muy bien.
Esta será una pelea de perros.
El primer movimiento estaba en la superior izquierda, y el segundo era un
cheowon. ¿Acaso esta éxtasis no era hermosa? Algo como la cortesía y la
contemplación en el tablero GO debería ser clavada en la vagina de una perra.
Tack.
Esta vez, intencionalmente coloqué mi piedra rápidamente en el tercer turno.
Mi cabeza se tornaba más fría conforme mi ira se elevaba, ese era mi primer
hábito. La Princesa Imperial también debería ser igual, pues la piedra que ella
colocó en el cuarto turno fue rápida y la ubicación en la que ella la ubicó era lógica. La confrontación infantil había terminado. En un instante, estábamos
sumergidos en el campo de batalla del tablero.
Tack.
Tuck.
La guerra comenzó en la parte superior derecha del tablero y lentamente se
trasladó al centro. Principalmente estuve a la ofensiva, mientras que la Princesa
Imperial estuvo primero a la defensiva. Mientras atacaba con el fin de atravesar
el centro, la Princesa Imperial construía una fortaleza en el medio y se defendía
con el fin de asegurar el territorio a su alrededor. Yo, quien estaba tratando de
iniciar una batalla, no retrocedí, y la Princesa Imperial, quien estaba recibiendo
esa batalla, no dio un paso atrás. Una contienda ocurrió con naturalidad.
Mientras presionaba la batalla en la parte izquierda del tablero, en extrañas
ocasiones, yo atacaba en oleadas de distintas direcciones. Cada vez que lo hacía,
la Princesa Imperial enfrentaba mi asalto. Ocasionalmente, cuando confiaba en
las técnicas modernas del GO para realizar mis movimientos, la Princesa Imperial
inclinaba su cabeza.
—……………
Eventualmente, tras cada 10 o 20 turnos, su mano se detenía e iba hacia su
barbilla. Cada vez que eso pasaba, la Princesa Imperial miraba el tablero una
cantidad de tiempo terroríficamente larga. Ya que no había regulación de tiempo,
la Princesa Imperial podía pensar tanto como quisiera.
Finalmente, luego de 30 a 50 minutos, la Princesa Imperial contratacaba mi
movimiento. Aunque no estaba seguro si ese era el estilo antiguo de GO o no, al
menos yo estaba seguro que ese movimiento no era una táctica moderna de GO.
A pesar de eso, como si estuviese de acuerdo con la razón, este contenía un
principio misterioso.
La Princesa Imperial revivió la piedra que yo había asesinado, encerró la piedra
en la que yo estaba situación, y utilizó la piedra que yo había desechado. Robé la
piedra que la Princesa Imperial trataba de proteger, invadí el territorio que ella
había rodeado con su punto de apoyo, y saqueé la retaguardia que ella había
hecho. No cedimos el paso ni siquiera un poco. Nada fue concedido y ningún
compromiso se había hecho.
Ocasionalmente, cuando la Princesa Imperial colocaba su piedra blanca, ella
me preguntaba, sin voz alguna, acerca de mi movimiento.
- Si es tanto así, ¿entonces no sería mejor retirarse?
En esos momentos, yo colocaba una piedra negra junto a otra,
inexpresivamente. Cada vez que la oposición hacia una solicitud sutil de crear una
distancia, yo avanzaba inmediatamente. Incluso si esas acciones me produjesen
una perdida.
Aunque esto podría también ser un asunto de ganar o perder, al mismo tiempo
era, un tipo de conversación. Deseaba responderle.
- Lárgate.
De hecho, la Princesa Imperial respondía con un rostro carente de emociones
también. Ella repitió la misma sugerencia dos veces y yo no la inspiré. Al turno
siguiente, y al siguiente, mientras la batalla continuaba, la Princesa Imperial y yo
sondeábamos el significado del otro.
- Bueno, tu lado será el que quede en desventaja entonces…
- Eso era lo que crees. Quiero este lugar.
- La gente normal es incapaz de ganar cada ubicación que desee. Ríndete.
- Usualmente esa es la forma como una persona incompetente consuela a
alguien.
- Lamento decírtelo, pero no soy una persona incompetente.
- Yo tampoco es que sea una persona normal, lo siento.
La segunda mitad.
Mi mano se detuvo en medio del aire con una piedra en ella.
—……………
Hasta ahora, yo había ganado placeres sutiles por utilizar los resultados del
GO moderno. Sin embargo, la Princesa Imperial había utilizado contramedidas
nuevas en el lugar y contratacaba mis movimientos. En algún punto, yo había
comenzado a perder los caminos por los que podía ir. Una batalla que nunca había
visto en un manual de GO se estaba desarrollando en el tablero ante mí.
Sin duda alguna, yo había o tenido beneficio durante la primera mitad de la
batalla. Había luchado y ganado. A pesar de eso, una vez llegamos al punto medio
del encuentro, la Princesa Imperial había llevado el juego a una niebla. Esa
profundidad no era su experiencia, al contrario, solo era su cabeza, su
creatividad, y sobre todo lo demás, era su intuición que llevó el enfrentamiento
a un completo atolladero. La Princesa Imperial, quien no conocía quien era el
Seigen Go14, no tenía pista de quien era Grove Bamboo, y que mucho menos de
quien era Lee Chang-Ho, fue capaz de lanzarme a un agujero.
Luego del punto medio del enfrentamiento, frecuentemente me ponía a pensar.
Mi respiración se tornaba más incontrolable con el incremento del fango. Con el
fin de manejar esa pesada respiración, contuve el aliento durante un largo rato
y exhalé profundamente. Tenía que invertir una cantidad de tiempo doble o triple
más que lo que la Princesa Imperial necesitó con el fin de realizar mi próximo
movimiento.
- ¿Qué sucede?
Sin un segundo para dudar, la Princesa Imperial realizó su siguiente
movimiento al instante en el que yo coloqué mi piedra. Ella me presionaba con
vigor. Me provocaba y me ridiculizaba.
- Parece que tu espíritu ha decaído abruptamente. ¿A dónde desaparecieron
todos tus ataques, esos que estabas realizando asertivamente? ¿Se te acabaron
las estratagemas? ¿Has llegado al fondo de tus esquemas ingeniosos? Que
decepción. Eres un genio con solo un ingenio brillante. Ha y infinidad de genios
así en toda la historia.
-……………
No respondí a las provocaciones.
Me detuve y me volví a detener.
Incluso si la Princesa Imperial realizaba su movimiento en un segundo, incluso
si ella interfería deliberadamente en mi territorio, yo no me preocupaba por nada de eso y solo consideraba la imagen del tablero. Al fin y al cabo, no había
restricción de tiempo. Era mi credo usar una condición que se pudiese usar.
- Que insípido.
-……………
- Trata de dar una respuesta más asombrosa. ¿Acaso este juego no se está
volviendo divertido para ambos luego de tanto tiempo? Oh, vamos, Lord Demonio.
Nuestro espíritu nos dejará determinar qué lado es más fuerte entre ambos.
¿Acaso es no se considera también la diversión del GO?
-………………
- Mira.
Me encogí. Simplemente me encogí.
Estaba bien insultarme y decirme que yo era aburrido. Ríete de mi todo lo que
quieras.
No había barquero que pudiese ir contra las poderosas olas. Un barquero
alinearía el sacudir de las olas con el temblor de la pro y evitaría la amenaza
inmediata. La razón era simple. Los barqueros cruzaban el océano para llegar a
tierra, ellos no salían al mar con el fin de luchar contra el océano. Al final, una
persona con un destino, una persona que tiene una dirección en la vida, no se
alteraría cuando confrontaba las provocaciones. Ellos simplemente fluían.
Eventualmente…
-…………
-…………
Las palabras desaparecieron de la Princesa Imperial y de mí.
La provocación, ridiculización, e incluso la confrontación ya no iban y venían
entre nosotros. Soporté el momento mientras se me agachaba, y la Princesa
Imperial soportaba el tiempo mientras se encogía. Ambos habíamos llegado a un
momento angustioso. No había ingenuidad o intuición allí. No había experiencia o
lógica. Ya que el exceso de tiempo, el cual teníamos que soportar hasta el final,
era lo que quedaba, ambos fuimos empujados allí. Ese no era tiempo que fluía,
sino tiempo que sostenía y arrastraba.
¿Por qué teníamos que seguir colocando piedras?
Solo había una única razón. Simplemente para ganar.
Una vez que la batalla en el tablero, la que una vez fue una competencia por la
victoria y que además fue un tipo de conversación, había llegado a su momento
final, solo el encuentro para determinar el ganador fue lo que quedó. Habíamos
perdido el significado detrás de todas las conversaciones silenciosas que
habíamos compartido hasta ahora. No, éramos incapaces de siguiera recordarlo
apropiadamente.
Solo el tablero de GO ante nosotros existía en nuestra vista.
Ese era el final.
Era el final de un juego sin gloria o conmoción.
Era un movimiento concluyente que se movía de acuerdo a la secuencia final
que fue determinada.
Tack.
Tuck.
Tack.
—………………
La Princesa Imperial detuvo su mano.
El movimiento Nº 252.
Sus delgados dedos, los cuales estaban sujetando las piedras blancas, se
movieron en medio del aire. Como si el tiempo en algún lugar de sus dedos fuese
atrapado en una red, permaneció en el lugar. Un largo tiempo fluyó. La Princesa
Imperial asintió con la cabeza, y movió su mano hacia el contenedor de piezas de
GO.
Clack, clack, clack.
La Princesa Imperial soltó tres o cuatro piezas sobre el tablero al mismo
tiempo.
Bulgye
15
.
Era una declaración que representaba la rendición propia.
—…………………
Tomé dos piedras negras y las coloqué sobre el tablero.
—………………
Al hacerlo, la Princesa Imperial tomó dos piezas blancas y las colocó. Le había
hecho una pregunta. Si yo hubiese ganado por dos puntos. La Princesa Imperial
confirmó que ciertamente yo había ganado por dos puntos de diferencia.
Cuidadosamente asentí. Así que gané por dos puntos, ¿eh?
Tras alejar todas las piedras, reconstruimos la guerra desde el principio.
Estábamos revisando todos los movimientos que habíamos hecho. Aunque era
obvio, la Princesa Imperial y yo recordábamos claramente cada movimiento que
hicimos de principio a fin. No había dificultad en reconstruirlo todo.
[Elizabeth]: ¿Por qué lo colocaste así aquí?
[Dantalian]: Ya que permanecías muy cerca de mí, lo giré para así confundirte.
[Elizabeth]: Ahh, así que realmente estabas tratando de hacer eso. Sentía
dudas ya que era un movimiento bastante aleatorio. Me asusté un poco porque
asumí que, quizá, estuvieses apuntando por una resolución severa.
[Dantalian]: ¿Qué me dices de ti? ¿Por qué distribuiste tus piezas de esa
forma? Por lo que veo, ¿acaso conquistar el borde inferior derecho no era una
decisión más sabia…?
[Elizabeth]: ¿No es demasiado obvio? Si colocase una piedra allí, entonces la
forma habría fluido de esta forma…
[Dantalian]: Ahh, estabas preocupada de que todas las piezas que tenías al
fondo desaparecieran.
[Elizabeth]: Así es. De ser posible, quería dejar este lugar solo.
[Dantalian]: Espera. Si yo hubiese jugado una pieza aquí, ¿entonces qué habría
sucedido?
[Elizabeth]: Hmm. ¿No sería un movimiento con mal pulso?
[Dantalian]: ¿Mal pulso? Espera un momento. Si corto aquí, entonces…
[Elizabeth]: Te dije que realmente es un mal movimiento. Mira bien la piedra
que ya tiene dificultades sobreviviendo en el medio…
Cerca del momento en el que nuestra revisión había terminado.
Miré hacia el cielo por casualidad y noté que estaba netamente negro. Era
extraño. Era algo donde no podíamos decir cuando el sol se había ocultado. Una
vez que percibí nuestros alrededores, noté que estuvimos mirando el tablero GO
confiando únicamente en la luz de la luna. Fruncí el ceño y miré a la Princesa
Imperial. Como esperaba, ella también estaba juntando sus cejas. Como era de
esperarse, la Princesa Imperial era una extranjera, y aun así, ella se sentía
familiar. Era como si hubiésemos muerto y vuelto a la vida otra vez.
—…………
—…………
Ambos nos levantamos de nuestras sillas. Al igual que lo hicimos cuando
llegamos, nos fuimos sin siquiera compartir una palabras. El simple hecho de que
hayamos discutido muchas cosas mientras hacíamos la revisión era cuestionable.
Hubo un tumulto en el momento en el que regresé al campamento de las
Fuerzas Aliadas de los Lores Demonio. Sentían curiosidad por saber qué tipo de
negociación, la cual requirió que yo estuviese en esa tienda desde el amanecer
hasta el anochecer, había tomado lugar. No pude darles ningún tipo de respuesta
a los Lores Demonio quienes me preguntaban si la guerra había sido determinada,
o si un acuerdo de cese al fuego se había logrado. Barbatos, con una cara que
parecía que mirara a la persona más extraña del mundo, me preguntó.
— ¿Qué sucedió? ¿Qué tipo de charla compartiste allá?
—…no, nada se ha logrado aún. Te lo diré una vez que todo se decida.
— ¿Cuándo se determinará entonces? ¿Mañana?
Incliné mi cabeza.
— Probablemente pasado mañana. Más o menos.
— Digo, es bueno que estés llevando a cabo los encuentros con mucha
sinceridad, pero ¿por qué necesitas negociar por tres días seguidos en una
situación donde no hay otra opción además de la guerra?
— Aun no lo sé, así que no preguntes.
Los Lores Demonio parecían reprimidos. Sin embargo, ya que yo realmente no
lo sabía, era incapaz de darles una respuesta apropiada. En conclusión, se decidió
oficialmente que la negociación continuaría mañana y el día que le siguiese.
Evité las preguntas de los demás Lores Demonio y regresé a mi tienda. Como
siempre, Lapis estaba educando a Farnesio allí. Farnesio estaba aprendiendo
como hablar mientras leía audiblemente las líneas escritas en un trozo de papel.
Ella tenía una buena cabeza sobre sus hombros por lo que ella era capaz de
memorizar las líneas con facilidad, pero su tono al hablar y otras cosas
relacionadas a eso aún no eran perfectas. Bueno, probablemente todo era
imperfecto ante los ojos de Lapis. Las hice detener su práctica por un momento
y hablé.
— Farnesio, ¿acaso sabes cómo jugar a las Banderas Blancas y Negras?
— ¿Se refiere al GO? Aunque esta damisela puede haber leído muchos
registros de partidas de GO, ella nunca lo ha jugado. La mayoría del tiempo, esta
damisela disfrutaba leer solo los registros.
— Hm, ¿y tú, Lapis?
— Esta no tiene ninguna experiencia tampoco. ¿Sucede algo?
— No, no es nada. Sigan practicando.
Me senté en el rincón de la habitación y miré continuamente el espacio vacío.
El combate que había jugado hoy seguía dando vueltas en mi cabeza. No era algo
que era llevado solo por simples piedras. En ese tablero, cierta atmosfera, o algo
parecido al humor, claramente tomaba forma. Sin embargo, sin importar cuanto
me esforzara por recordar esa forma, nada podía ser tomado con precisión.
De vez en cuando, podía oír el sonido de Lapis reprendiendo a Farnesio. Cerré
mis ojos y volví a ver el aire del tablero GO. Sin embargo, lo único que apareció
en mi mente fueron los delgados dedos de la Princesa Imperial Elizabeth. Aunque de alguna forma se sentía como si hubiese un punto clave allí, era difícil creer
que hubiese ese tipo de puntos secretos ocultos detrás de esos dedos…
realmente, hay muchas ocasiones extrañas en el mundo. Murmuré para mí.
Mañana, la Princesa Imperial probablemente gane la iniciativa mientras voy de
segundo.
Probablemente perderé.
Ese fue el último pensamiento que cruzó por mi mente antes de quedarme
dormido.

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El Rey de los Campesinos, Dantalian. 71º Rango.
Calendario Imperial: Año: 1506, Mes, 4, Día 2.
Llanuras de Bruno – Polles

Tan pronto como el primer gallo cantó al amanecer, salí de las llanuras.

En la tienda, la Princesa Imperial ya había llegado y estaba sentada en la silla.

—…………

Esta vez, también nos saludamos ligeramente, sin embargo, a diferencia del primer día, donde había terminado tras darnos ligeros asentimientos, ambos bajamos nuestras cabezas apropiadamente. No hicimos eso con la intención en particular de mostrarnos respeto mutuo. Solo fue cortesía que salió naturalmente. Una vez que levanté mi cabeza, incluso la Princesa Imperial estaba frunciendo el ceño como si algo fuese extraño.

—………………

Abruptamente, la Princesa Imperial se levantó y tomó mi muñeca. Ella volvió mi mano en todas direcciones y la examinó, pero mientras más la miraba, más fruncía el ceño. No detuve a la Princesa Imperial, ya que debido a su excentricidad, yo también fui capaz de observar sus dedos cuidadosamente.

La mano de la Princesa Imperial era áspera. Mi mente quedó calmada debido a su aspereza. Comprendí el hecho de que la aspereza de una mano y la calma de una mente eran proporcionales una a la otra. Era una verdad sorprendente.

Aunque yo estaba muy consciente de esta verdad, se sentía como si acabase de aprenderlo por vez primera. Mientras nuestras manos derechas estaban siendo agarradas y sujetadas por el otro, nos miramos.

—…………………

—…………………

Ciertamente, había algo peculiar. Aunque no sabía lo que era extraño, algo realmente lo era.

Al igual que ayer, un tablero de GO fue establecido en la mesa. Obviamente tomé las piedras blancas mientras que la Princesa Imperial naturalmente tomó las negras.

El resultado fue mi derrota.

El movimiento Nº 232, admití mi derrota Bulgye. Sin importar cuanto lo calculara. Me encontraba en una desventaja de un punto. Murmuré directamente.

— ¿Es un punto de diferencia?

— Es un punto de diferencia, ya veo.

— Hmm.

— ¿Quieres una revisión?

— Aunque estoy ansioso de hacerlo…

Miré hacia el cielo. Claramente habíamos comenzado a jugar al amanecer, pero en algún lugar a lo largo de la línea, el cielo estaba brillando con el ocaso. Más tiempo fue consumido en el combate de hoy comparado al día de ayer. Fuese la Princesa Imperial o yo, no nos provocamos ni ridiculizamos el uno al otro, y en lugar de ello, manejábamos nuestras piedras sinceramente de principio a fin. Era una situación donde la habilidad excelente era antigua para mí, no estaba acostumbrado a ello, y ya que mi filosofía era rara para la Princesa Imperial, eso era extranjero para ella. Ya que mi movimiento justo se convertía en un truco para ella, y su habilidad excelente se volvía un mal movimiento para mí, todo se hacía increíblemente difícil. Por eso, era inevitable que una gran cantidad de tiempo se consumiese.

—…a este paso, parece que las negociaciones hoy tampoco darán frutos. Es problemático ya que los demás Lores Demonio me interrogarán acerca de lo qué es lo que estoy haciendo que requiere tanto tiempo.

— De este lado es igual.

Aunque vine al amanecer con la intención de vagamente llegar a unas negociaciones tras haber terminado un combate de la Bandera Blanco y Negro, no esperé que tomara tanto tiempo…

— Ah, me disculpo. Debo haber salido un poco tarde.

— No, no hay razón para disculparte. Solo llegué un poco antes que tú, después de todo. El tiempo que tenía esperando ni siquiera llegaba a los 20 minutos.

— Hm.

— Mm………

Alternamos la mirada entre el tablero de GO y la cara de la otra persona. No lo expresamos vocalmente, peor estábamos compartiendo la misma idea. Se sentía como si sería apropiado en términos de etiqueta ser la primera persona en hablar ya que yo era el que había sido derrotado hoy. En eso hablé.

— Princesa Imperial, ¿no tiene intención en ir a un cese al fuego, cierto?

— Ah, no, absolutamente no.

Una respuesta inmediata.

Ambos asentimos al mismo tiempo.

— Entonces supongo que el acuerdo terminó.

— Bien. El acuerdo terminó.

Con eso, las negociaciones llegaron a su fin.

No hubo siquiera una gota de insatisfacción entre la Princesa Imperial o yo.

Una negociación de cese al fuego que terminaba cinco segundos después de haber comenzado, ¿acaso esto no sería el primer registro que haya ocurrido en toda la historia? Fuese lo que fuese, no importaba. Había algo más importante para nosotros en este momento.

— Revisemos el combate.

— Bien.

Revisamos el combate hasta poco antes de la medianoche. A mitad de la revisión, un pequeño juego de burla se desarrollaba cada vez que la pregunta “¿Qué habría pasado si hubiese colocado esto aquí?”, se elevaba. Tratamos de descubrir cómo continuar la base de nuestra curiosidad con el fin de mantener los efectos de un cheonwon hasta la mitad del juego. Tristemente, lejos de la respuesta, un método que había llegado a estar cerca de una solución nunca apareció.

Hoy también, los Lores Demonio esperaban por mí con ojos debilitados. Ante las preguntas sobre qué había sucedido con las negociaciones de hoy, respondí.

— Dentro de cuatro horas a partir de ahora, el emisario humano y yo acordamos reunirnos una vez más al amanecer. Antes de que el día de mañana termine, sin falta, planeo determinar si romperemos con la negociación o llegaremos a un acuerdo.

A pesar del hecho de que he llevado a cabo las negociaciones desde el amanecer de hoy, los demás Lores Demonio estaban sorprendidos por mi declaración de continuar el resto de la conferencia a las 4 de la mañana. Entre ellos, unos cuantos Lores Demonio incluso se quejaron de mí porque me estaba comportando de una forma sincera y honesta completamente rara de ver.

Claro, la negociación ya había terminado. Ambos no teníamos la más ligera intención de acabar con la guerra. Era necesario para nosotros llevar a cabo nuestro último juego simplemente porque nuestro registro actual era un empate de 1:1. Sin importar lo que sucediese, este era un combate que absolutamente debía tomar lugar.

Temiendo que pueda ser derrotado debido a mi falta de sueño. Me fui a dormir al momento de entrar a mi tienda. Aunque Farnesio se había pegado a mí pidiéndome que “por favor” hiciera algo sobre Lapis, la ignoré. Maneja tu misma tu educación.

El lord tenía ante él, el combate más importante de su vida, niña. Asi que no lo molestes.

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El Rey de los Campesinos, Dantalian. 71º Rango.
Calendario Imperial: Año 1506, Mes 4, Día 3.
Llanuras de Bruno – Polles.

Tuve una siesta de unas 3 horas. Ya que no tenía que esperar una hora, salí de las llanuras. Hoy se cumplía un año desde que había caído en este mundo.

Las llanuras se habían inundado con el repugnante olor del agua, ya fuese que el rocío mañanero tratase de realizar los preparativos iniciales para la forma, o si un pequeño aguacero repentino hiciese una declaración de guerra, la somnolencia de mis parpados gentilmente esparció el aire que estaba sumergido en humedad. Esa transmisión se sintió placentera. Diez minutos después de que yo entrara en la tienda, la Princesa Imperial llegó.

—…………

—…………

Nos saludamos el uno al otro. Bajamos nuestras cabezas más de lo que lo hicimos ayer.

El encuentro final había comenzado. Tomé la iniciativa con las piedras negras, mientras que la Princesa Imperial jugo de segunda con las piedras blancas.

Continuando desde ayer y anteayer, el juego más magnificente se desarrollaba hoy.

Tal como en el primer combate, nos provocamos mutuamente sin dudarlo. Sin embargo, no nos burlamos del otro. Incluso si ella se apresuró demasiado, mi plan no estaba en riesgo ya que mi base seguía allí. En los lugares donde era peligroso, las piedras blancas y negras socializaban calmadamente porque había un riesgo para conmigo.

Aunque la lucha de turnos fue lo suficientemente intensa para hacer que mi cabeza diera vueltas, ya que no había una cuenta regresiva, fui capaz de recuperar mi compostura de forma mental… Ahh, una lucha sin límite de tiempo es esplendida, ¿no? Una belleza crítica podía ser contemplada como una belleza justa, ya veo.

Una llovizna cayó al amanecer.

La lluvia caía al suelo mientras contenía la esencia de las nubes. La gente dice que si una persona desea ser fragante, entonces deben ser rotos muchas veces.

Las gotas de lluvia se aseguraban de reventarse y emanar una esencia. Mientras éramos sumergido por el sonido de la lluvia siendo despedazada y la repugnante fragancia emanada del agua de lluvia, seguíamos nuestro juego de GO. Ya que nuestras ropas era más pesadas que la lluvia, nos quitamos unas cuantas capas.

Ya como mi cuerpo estaba humedecido con agua, yo ahora era sumergido con más comodidad.

Muchas gotas de lluvia caían en el tablero de GO también. La lluvia que caía en las piedras negras salpicaba, mientras que la lluvia que caía en las piedras blancas fluía suavemente por la línea de la piedra. El agua inundó el tablero. Fuesen las piedras blancas o las negras, sus cuerpos al menos estaban medio sumergidos en el agua. En lugar de nosotros haberlas colocado allí, parecía como si ellas estuviesen allí por casualidad, haciendo que su ubicaciones se acercara más de lo necesario a una coincidencia. A veces, yo colocaba mis piedras sin pensarlo, haciéndolo sentir como si fuese la lluvia que pensara en mi lugar, y las piedras comprendieran todo en mi lugar también.

Si uno lo viese de nuevo, entonces ese era un movimiento excelente que contenía prudencia. Sin embargo, si alguien preguntase si hacia hecho un movimiento excepcional porque quise, entonces yo solo inclinaría mi cabeza. Para mí, eso se sentía como un movimiento justo.

El periodo de lluvia caía en las llanuras también. Como la lluvia apenas golpeaba el suelo a nuestro alrededor, hacía que el lugar fuese tranquilo. Con el fin de evitar que otras cosas irrelevantes se nos acercaran, el sonido de la lluvia pulverizaba esos sonidos adicionales. Aunque yo estaba empapado, creía que la lluvia tomaba una curva para alejarse de nosotros y así cair en el borde de las llanuras.

No se sentía como si el ejército demoniaco y humano, los cuales residían en ese y este lado de las llanuras, fueren islas, sino que, creía que este lugar era la isla en sí. El tablero de juego era otra isla dentro de esa isla. Por eso, nosotros dos, los que rodeábamos esa isla, éramos tan tranquilos como el océano.

Antes de saberlo, ya no estaba luchando con el fin de ganar, sino que estaba luchando para no cometer un error.

Este día no debía ser teñido por un error. Aunque sería un caso distinto si yo cometiese un error donde me era imposible comprender el juego bien pensado del oponente, era definitivo que yo no podía perdonar un error que ocurriese mientras era vago y poco sincero. Esa sería una cosa lamentable y penosa de hacer.

Ya que yo tenía mucho tiempo para pensar y comprender, la velocidad de posicionamiento de mi piedra fue lenta. La Princesa Imperial fue así también.

Estábamos exhaustos. Los cuerpos lentos estaban húmedos por la lluvia por lo que eran muy intensos. El instante en el que la lluvia dejó de caer del cielo, contuvimos momentáneamente nuestra respiración. El había aclarado el tablero.

El combate estaba decidido.

—………

—………

313 turnos.

Un punto de diferencia.

Victoria de las Negras.

La Princesa Imperial Elizabeth murmuró.

—…parece que me he reclinado en toda la belleza en la que pude reclinarme durante toda mi vida.

— Ciertamente.

— Lord Demonio, ¿podrías morir aquí junto a mí?

Asentí lentamente con mi cabeza.

— Me parece bien, ¿pero es necesario morir en este mismo instante?

— ¿De qué vale vivir un poco más cuando la luz se desvanecerá mañana? Si es ahora, entonces puedo irme ligeramente.

— Te prometo que el número de ocurrencias más placenteras que esta se incrementarán a partir de ahora.

—……………

Elizabeth ubicó su mano sobre su mentón y se quedó pensando profundamente.

— Comprendo, voy a creer en tus palabras, Lord Demonio, y viviré más. Aunque tenga la esperanza y posea esa esperanza entonces la traición es a lo que se refiere como vida, espero que, al menos, no traiciones mis expectativas, Lord Demonio.

— Me esforzaré… ah, no hagamos revisión del partido GO de hoy.

— Hm. También deseo dejarlo así.

Bajé mi cabeza profundamente.

— Soy Dantalian. Estoy a tu cuidado.

— Soy Elizabeth. También estaré a tu cuidado.

La Princesa Imperial bajó su cabeza también.

Nos presentamos el uno al otro en el tercer día tras haber tenido nuestro primer encuentro.

Hablé.

— Princesa Imperial, en el lugar en el que una vez viví, de 6 a 7 puntos son deducidos de las piedras negras que van primero. Si este hubiese sido mi hogar natal, entonces tú habrías ganado.

— ¿Cómo uno podría juzgar estos combates con una regla extranjera? Por favor, retira lo dicho. Deseo aceptar una derrota como lo que es.

— ¿Cómo podría desechar mi hogar e ignorar mi mente cuando mi corazón permanece constantemente en casa a pesar de que mi cuerpo está aquí? Para mí, esto es lo mismo que haber perdido ante ti, Princesa Imperial. Esto no es algo que pueda ser influenciado de otra forma.

— Entonces ambos hemos perdido.

— Ambos hemos ganado.

Asentimos con nuestras cabezas. Por un largo tiempo, miramos el tablero que tenía una piscina de agua de lluvia encima. Aunque la lluvia que debió haber caído ya había caído, aunque daba tiempo para que esta fluyera. Varias gotas de lluvia formaron un riachuelo y fluía gentilmente. Yo hablé.

— Debería estar bien mantener una conversación ahora. Por favor, considere esto como una reunión secreta realizada por ambos, Princesa Imperial. Por casualidad, ¿te parecería bien confirmar si posees una herramienta parecida a ese artefacto conocido como Memory Play?

— Ah, por supuesto.

La Princesa Imperial se levantó y se quitó una pequeña pieza de ropa. Recibí su ropa y sentí los bolsillos internos y externos. No había nada. Había gotas de lluvia que se habían formado en el cuerpo blanco y desnudo de la Princesa Imperial. Le regresé todo.

— Gracias.

— ¿Estaría bien si yo también reviso…?

— Naturalmente.

Me quité toda mi ropa y se la entregué a la Princesa Imperial. Tal como yo lo hice, la Princesa Imperial buscó en cada rincón de mi ropa también. Ella asintió y me regresó mi atuendo.

— Discúlpame por el inconveniente.

— Tonterías.

Nos volvimos a colocar nuestra ropa empapada. Mientras nos sentábamos frente a frente en nuestras sillas, finalmente fuimos capaces de ir al punto principal. La primera persona en abrir la boca fue la Princesa Imperial.

— Fue tu error por haber salvado al Margrave de Rosenberg y habérmelo enviado de vuelta, Lord Demonio. Aunque parece que estabas esperando que él y yo tuviésemos un conflicto interno por poder militar, el margrave es demasiado viejo para esas cosas.

— Yo también considero eso como algo lamentable.

Era cierto. Creí que el Margrave de Rosenberg se resistiría contra la Princesa Imperial un poco más.

No esperé que él, obedientemente, se convirtiera en un escudo de carne y muriese en el campo de batalla. En la historia original, él era un individuo que había puesto al Imperio en desorden porque casi iniciaba un alboroto contra la Princesa Imperial.

— ¿Cómo lograste persuadir al margrave para que lo hiciera?

— Obedeció amablemente luego que pegase mi cuerpo al suyo una sola vez. Él era un viejo sin importancia.

Sonreí. Ella era una chica que sabía cómo disfrutar una broma.

— Veo que eres buena con las bromas.

— ¿Ah, sí? Es la primera vez en toda mi vida que escucho un cumplido así.

La Princesa Imperial mostró una sonrisa delgada. Era una sonrisa que encaja con ella. Descansé mi cuerpo sobre la silla con la mayor comodidad posible, y luego hablé.

— Me criticaste diciendo que había cometido un error, pero Princesa, es lo mismo de tu parte también. Parece que enviaste al Príncipe de la Corona junto con el Margrave. Que desafortunado. Si él hubiese muerto durante la pelea de perros, entonces te habrías convertido en la única sucesora al trono. Aunque probablemente habrías culpado completamente al margrave por la muerte del Príncipe de la Corona…

La Princesa Imperial suspiró.

— ¿Capturaron a mi hermano?

— Lo tenemos vivo. El Príncipe de la Corona actualmente es mi prisionero.

—…nunca en esta vida, ese “pariente consanguíneo” mío me ha sido de ayuda.

He tratado de envenenarlo, asesinarlo, ¿qué no he intentado hacerle?, pero extrañamente inteligente y por eso fue capaz de sobrevivir este día. Al menos, le di la oportunidad de morir con honor, y aun así, que lo hayan tomado prisionero…

— He tenido conversaciones privadas con el Príncipe de la Corona. Gracias a eso, he llegado a conocer un poco más de tu pasado. Es muy inspirador.

Suavemente levanté las comisuras de mi boca.

— Aparentemente, has asesinado a dos de tus hermanas y dos de tus hermanos.

—……………

El suspiro de la Princesa Imperial se tornó más profundo.

—…veo que mi hermano realmente te lo ha dicho todo. Oh, Lord Demonio, ¿mi hermano te contó toda la verdad detrás de la razón por la que asesiné a mi propia carne y sangre?

— Si.

Por extorsionar al Príncipe de la Corona, reuní toda la información que posiblemente podría funcionar como una debilidad contra Elizabeth. La historia familiar con la que el Príncipe de la Corona y la Princesa Imperial estaban involucrados era bastante ridícula. Entre lo que hube reunido, aunque había muchos hechos que ya había obtenido a través del juego, la cantidad de información que no fue revelada en el juego o que solo fue mencionada más no revelada, era excepcional.

Comencé a hablar.

— Originalmente, tu familia –la de la misma sangre– consiste de tus dos hermanas y tres hermanos… aunque no eran muchos, con relación al sostenimiento de la familia Imperial, tras haber enfrentado muertes tras muertes de forma misteriosa, solo la Princesa Imperial y el Príncipe de la Corona, es decir, ustedes dos, solo quedaron.

—…………………

— Los rumores acerca de esas trágicas muertes son abundantes. El Príncipe de la Corona los ha asesinado, no, ellos tuvieron una disputa secreta que resultó en la destrucción mutua. Ellos fueron sacrificados debido a un plan por muchos nobles… Pero todos estaban equivocados. Todos.

Miré fijamente a la Princesa Imperial.

— De acuerdo a los que el Príncipe de la Corona me dijo, él declaró que, en realidad, tú, la Princesa Imperial, había asesinado a todos sus hermanos. ¿Es cierto?

La Princesa Imperial asintió.

— Si, es verdad. Los asesiné a todos.

— Aunque había un pequeño hermanito de 6 años entre ellos…

— Así es. ¿Algún problema?

—……………

Suspiré amargamente.

— A pesar de eso, ¿no sientes tristeza, Princesa Imperial?

— Claro que la siento. Sin embargo, ¿qué problema hay en la pena? Como uno debería sentir pena por algo que es triste, uno también debe tomar las vidas de las cosas que deben ser asesinadas. Esa es la manera cómo vivo. Por casualidad, ¿vives de forma diferente, Lord Demonio?

Sin cambio alguno, el rostro de la Princesa Imperial permaneció frío. Su rostro seguía igual desde que ella entró por primera vez a la tienda e incluso mientras jugaba GO. No se sentía como si ella estuviese manejando particularmente sus expresiones faciales. La Princesa Imperial probablemente me estaba preguntando con sinceridad “¿hay algún problema con eso?”. Me rasqué la cabeza y respondí.

— No. vagamente vivo así también.

— De alguna forma sabía que ese era el caso. Tú vives de una forma bastante lamentable…

— ¿Eso es algo que deberías estar diciéndome…?

El viento finalmente sopló tras un buen rato. Era un viento que contenía humedad. La tela blanca se elevó como cortinas y momentáneamente bloqueó nuestra visión. Una vez que la brisa se calmó, pudimos volver a ver el rostro de cada uno. La Princesa Imperial habló.

— No sé si mi hermano te ha dicho todo o no, pero él convirtió a mis dos hermanas en sus amantes secretas. Es decir, cometieron incesto.

— Lo escuché.

— No me interesa si cometieron incesto o no. Sin embargo, ya que tarde o temprano iba a tener que competir contra mi hermano por el trono, cuando eso pasara, supuse que sería algo problemático y extraño si mis hermanas lo apoyaran. Por eso, cuando mi hermano y mis hermanas se cansaron de compartir la misma cama, aproveché la oportunidad para matarlos.

—……………

— Mi hermano fue incapaz de mostrar insolencia. Mis hermanas fueron asesinadas en su cama mientras estaban desnudas. Si este incidente hubiese sido conocido en otro lado, entonces mi hermano habría sido sospechoso inmediato. ¿Había estado en intimidad con sus hermanas de sangre? ¿Las asesinó luego de haber dormido con ellas…? Como resultado, mi hermano se desesperó por ocultar los cadáveres de mis hermanas. Mi hermano era un hombre patético.

— Hm. Una táctica limpia.

— Eso es lo que yo también creo.

La Princesa Imperial volvió a suspirar.

— Traté con el resto de mis hermanos cada vez que la oportunidad se presentaba. Sin embargo, me aseguré de no dejar evidencia detrás de esos incidentes. Solo mi hermano tenía la certeza de era yo. Aunque él era un hombre que no tenía confianza como para revelarle eso a los demás… Lord Demonio, fuiste capaz de extorsionar con éxito a ese hermano mío.

— No estoy muy seguro de los detalles exactos, pero su animosidad hacia ti es bastante impresionante. Una vez que juré que me volvería enemigo de la Princesa Imperial, comenzó a hablar solito. Bueno, es gracias a esa animosidad que fui capaz de obtener tanta información sin tener que pasar por problemas en particular.

— ¿No obtuviste evidencia?

Me encogí de hombros.

Ninguna, en lo absoluto.

Solo tenía el testimonio del alcohólico Príncipe de la Corona.

Tras examinar mi rostro, la Princesa Imperial cerró sus ojos.

— Ese es un alivio. Un golpe de suerte, si puedes. Si quizá, también tuvieses evidencia, entonces habría sido derrotada por ti sin ser capaz de moverme un centímetro, Lord Demonio. Lejos de unificar el continente, pensar que casi fui derrotada antes de poder ascender al puesto de Emperatriz…

— Pero tengo el testimonio del Príncipe de la Corona. Sería algo problemático si el Príncipe de la Corona anduviese por ahí comentando tus crímenes públicamente. Tu honor y reputación recibirían un gran impacto…

— ¿Quién creería el testimonio de un Príncipe de la Corona que fue capturado por el ejército de un Lord Demonio? Como mucho, la gente lo vería como si él fue amenazado por los Lores Demonio o que recibió un lavado cerebral. Más que eso, ese hombre podrá ser mi hermano, pero no posee ni la más mínima confianza de los nobles. Ese sería un intento en vano, Dantalian.

— ¿Realmente seria en vano?

—……………

— ¿Deseas probarlo, Elizabeth?

La Princesa Imperial se tocó la frente con un dedo. Sin importar cuan incompetente fuese el Príncipe de la Corona, él seguía siendo el príncipe. Incluso sin evidencia, él podía causar una turbulencia dentro de la sociedad imperial con sus fuertes creencias.

Como la Princesa Imperial había señalado, ese disturbio podría terminar siendo pequeño.

O quizá, el desconcierto podría volverse increíblemente substancial.

No había algo 100% seguro.

La Princesa Imperial movió lentamente sus labios.

— ¿Cuáles son tus condiciones?

— Mi castillo fue destruido por culpa del Margrave de Rosenberg. Aunque puedo vivir sin casa mientras ande de aquí para allá, eso también se ha vuelto bastante agotador. Ayúdame a conseguir un nuevo hogar.

— ¿…estás diciendo que quieres que yo te presente el territorio del margrave?

— Hm. Ya que la persona que ha destruido mi hogar es el margrave, entonces ¿no sería apropiado que yo tomase el hogar del margrave?

—……………

Tap. Tap. Tap.

El golpecito del dedo de la Princesa Imperial se hizo más fuerte.

El sonido de caballos se podía escuchar en las llanuras. Una vez que los caballos en el lado de las llanuras comenzaron a relinchar, los caballos en el campamento al otro lado del campo también relincharon. Los relinchos ligeramente cruzaron la tienda y murieron entre nosotros. Hasta que el sonido de los caballos se hiciese silencioso, la Princesa Imperial y yo nos mirábamos el uno al otro.

— Bien. Acepto.

— Entonces regresaré momentáneamente a mi campamento.

— Igual yo.

Regresamos a la tienda luego de 30 minutos. Había traído al Príncipe de la Corona conmigo mientras que la Princesa Imperial había llevado a cierto hombre en sus mejores años y a un jovencito, ambos estaban atados por una soga. Ellos tenían una venda cubriendo sus rostros. Ella los había tratado así para evitar que los demás supiesen quienes eran. Entregué primero al Príncipe de la Corona a la Princesa Imperial.

— Toma. Aquí está tu hermano.

— Es bastante conmovedor ser capaz de reunirme con mi familia.

La Princesa Imperial compartió sus emociones directamente. Ella quitó el paño del rostro del Príncipe de la Corona. Mientras jadeaba, el príncipe de la Corona miró rápidamente a su alrededor.

— ¿D-dónde estoy…? ¿Elizabeth? ¿Qué estás…?

— Te había enviado a morir, pero parece que regresaste con vida, hermanito–la Princesa Imperial exhaló ligeramente–. Hiciste cosas muy problemáticas por mí. Probablemente este es el mayor logro que has obtenido en toda tu vida, hermanito.

— ¿Qué…? Puta, ¿cómo podría un demonio como tú prosperar…?

El príncipe de la Corona fue incapaz de continuar hablando. La Princesa Imperial osciló su espada y degolló al príncipe de la Corona en línea recta.

Mientras derramaba sangre a borbotones, el Príncipe de la Corona cayó al suelo.

La Princesa Imperial se arrodilló y desolló el rostro de su hermano. Antes de que el Príncipe pudiese llegar a su fin mientras respiraba, él murió lentamente mientras su rostro era cortado. La Princesa Imperial guardó la piel del rostro de su hermano en su bolsillo.

— Gracias, Lord Demonio. Al ver que sus características no cambiaron a pesar de haber muerto, él ciertamente era mi hermano y no un imitador.

— Las promesas son preciadas, ¿no?

— Hm. Las promesas son importantes.

La Princesa Imperial señaló hacia los dos prisioneros humanos que había traído.

— Este hombre de aquí, quien está en sus mejores años, es el hijo único del Margrave de Rosenberg. Luego de haber tenido las sospechas de que el margrave trataba de iniciar una conspiración, mantuve a este hombre encerrado.

— ¿Y este pequeño?

— Es el nieto del margrave. Parece que este hombre es hijo ilegitimo, por lo que no es un descendiente formal. Pasé muchos problemas para atraparlo. Esto es lo que queda del linaje que el margrave dejó en este mundo.

Rasgué la tela que cubría el rostro de los dos prisioneros. Ambos tenían sus bocas selladas fuertemente con un trozo de tela. Ugh, uu, uub. Los dos prisioneros abrieron sus ojos de par en par y miraron a su alrededor. Examiné de cera el reporte que Lapis había realizado, es decir, las descripciones de las características del hijo y nieto del margrave. Los prisioneros ante mi eran reales.

— Son ellos.

— ¿Quieres que desuelle sus rostros en tu lugar, Lord Demonio?

— Está bien. Aunque podría ser mi primera vez arrancando los rostros de la gente, siempre hay una primera vez…

— Un comportamiento esplendido…

— Entonces…

Traté con el hijo y nieto mientras seguía el movimiento de cuchillo que la Princesa Imperial me había mostrado hacia unos segundos. Ella se agachó junto a mí y señaló los errores que haría mientras cortaba.

— Espera un segundo, Lord Demonio. No deberías aflojar la hoja allí.

— ¿Pero esto no haría parecer ordenado?

— Al momento lo puede parecer, pero luego, cuando mires el producto final… no se puede evitar. No puedo observar mientras se afloja. Pásame el cuchillo.

— Tsk. Tsk. Esto también es un tipo de fijación…

— Que molesto. Si vamos a hacerlo, entonces sería mejor hacerlo eficientemente.

— De todas formas lo vamos a quemar todo…

Discutimos mientras nos agitábamos. Arruinamos los cadáveres hasta el punto de ya no poder reconocer sus identidades.

Mientras levantábamos el contenedor de aceite que ambos habíamos traído con nosotros, lo vertimos sobre los cadáveres y la tienda. Cuando salimos de la tienda le prendimos fuego. Era una vieja costumbre quemar la tienda una vez que las negociaciones se rompían. Como el humo negro se elevó, eso notificó a ambos ejército que la guerra comenzaría a partir de ahora. La tienda blanca fue consumida completamente por las llamas. Mientras miraba las llamas, hablé.

— Es algo lamentable que el tablero de GO se haya quemado…

— ¿No es magnífico quemarlo también? El registro del combate se queda en nuestras mentes de todas formas, por lo que podemos retomarlo cuando deseemos.

— Hm.

Compartí un saludo de mano con la Princesa Imperial.

— De una u otra forma, esa fue una buena negociación, Princesa Imperial.

— También estoy satisfecha. Por cierto, Lord Demonio. Te daré la mitad del mundo, ¿no te volverás mi subordinado? Si ambos combinamos nuestras fuerzas, entonces podríamos apresurar la unidad del continente por una década.

— Estoy de acuerdo.

Sujeté con fuerza la mano áspera de la Princesa Imperial.

— Sin embargo, Princesa Imperial. ¿Ha escuchado este tipo de historia antes? En el pasado, hubo un conquistador que fue el segundo más grande del mundo. El conquistador lo tuvo todo. Un día, este visitó a un sabio. Este, como un anciano que era distante con las necesidades materiales, no tenía nada que pudiese ser considerado como su propiedad. El conquistador le preguntó: “Dime lo que deseas. Te lo regalaré todo”. En eso, el sabio apuntó al hombro del conquistador y respondió: “Quítate de mi camino. Estás bloqueando la luz del sol que viene hacia mí”. El conquistador se lamentó por un largo tiempo y se fue de ese lugar. De acuerdo a la leyenda, el conquistador dijo: “Si no hubiese nacido como conquistador, entonces habría deseado haber nacido como ese sabio…”.

La Princesa Imperial levantó sus cejas como si estuviese asombrada.

— Esa es una historia interesante… no, realmente es una historia interesante.

Es una historia que libera una fragancia mientras más vivas en ella. Estoy conmovida.

— Me alegra que sea placentera para tus oídos. Princesa Imperial, ¿sabes cuál es la moraleja de esta historia?

— ¿Cuál es?

Sonreí.

— Es simple. Sea que se obtenga todo, o no se obtenga absolutamente nada.

Elizabeth, que me solicites estar bajo las ordenes de alguien, es una broma muy excesiva. Deberías ser tú la que se convierta en mi vasalla. Te presentaré la mitad del mundo.

—…………………

La Princesa Imperial miró mi rostro inexpresivo.

—…veo que no hay puntos en común entre tú y yo.

— Tristemente también lo creo. Sin embargo, ¿no es nuestra metodología sentir pena por las cosas que deben ser lamentadas y llevar a cabo cosas que deben cumplirse?

— Ciertamente esas son las palabras exactas, Dantalian. Realmente deseo lograr que te rindas ante mi tarde o temprano. Rogaré para que pronto llegue el día en el que lamas mis pies.

— Oh, querida Elizabeth. Puedes descansar confiada de que perderás. Soy Dantalian. Dantalian, digo. Si brillas como el sol, entonces siempre estarás escondida en la luna oscura. Un día huiras de la vitalidad y colapsarás, sin embargo, soy incapaz de hacer eso. Después de todo, nunca me revelaré.

— Estaré más que agradecida de permitir esa arrogancia tuya. Tienes la libertad de ser orgulloso. Pero eso es antes de que alguien saquee esa libertad. Por favor, reclínate en esa libertad tanto como puedas.

—…………

—…………

Liberamos nuestro agarre.

Dejando la tienda ardiente detrás de nosotros, nos dirigimos a los lugares a los que ambos teníamos que volver respectivamente. Esa isla blanca había flotado sobre el océano durante 3 días. Probablemente nunca más se volvería a elevar luego de haberse hundido.

— Ah, cierto. Dantalian.

Una voz llegó desde detrás. En el momento en el que me volví, algo voló hacia mí. Recibí el objeto que estaba volando en mi dirección con ambas manos y sin siquiera pensarlo. Era un reloj de bolsillo. Confundido, miré a la distancia y la Princesa Imperial se encogió de hombros.

— Pensé cuidadosamente en ello. Sin importar cuan mierda incompetente pueda ser mi hermano, el príncipe de la corona seguirá siendo el príncipe de la corona. El príncipe de la corona del Imperio. No tendría gracia si intercambiase esa figura solo con el hijo y el nieto del margrave. Piensa en ello más como en mi buena voluntad. Estaría bien considerar eso como la apuesta de nuestro combate.

— ¿De qué estás hablando?

— Habsburgo garantiza su fe una sola vez.

La Princesa Imperial sonrió.

— Y Habsburgo ahora te ha dado su única fe.

La Princesa Imperial se volvió y caminó hacia el otro lado de las llanuras. Por un largo periodo de tiempo, la miré partir. Coloqué el reloj de bolsillo en mi abrigo y regresé al campamento de la Fuerza Aliada de los Lores Demonio.

Los Lores Demonio estaban alineados en la entrada del campamento militar y estaban esperando mi llegada. Ellos ya habían visto el humo elevarse de la tienda ardiendo. Comenzando por el otoño pasado y continuando el invierno, ese humo finalmente había llegado a este lugar. En otras palabras, ese era el faro de fuego final. El humo había comenzado en la cordillera, fluyó al palacio de los gobernadores de Niflheim, cruzó el territorio demoniaco, pasó a través de las Fortalezas Blanca y Negra, y finalmente, encendió las Llanuras de Bruno. Así era.

Esta era la guerra. Todos sabían que la guerra había sido proclamada. A pesar de eso, yo, mientras miraba a los Lores Demonio, grité como el trueno que se escucha luego que la luz de un rayo ha destellado.

— ¡Una ruptura!

Los Lores Demonio levantaron sus puños al aire. Todos gritaron con una sola voz.

- ¡Una guerra!

En este momento, no había activistas de la guerra o activistas de la paz.

Solamente los animales que saltaban al campo de batalla eran los que estaban presente. ¡Guerra! ¡Guerra! ¡Una guerra…! Desde los Lores Demonio hasta los capitanes, de los capitanes hasta los soldados, los gritos de bestias eran transmitidos a todos. El rugido de un ejército masivo de cientos de miles de soldados perforó el cielo. Ya que el cielo había dejado caer la lluvia, ahora era el turno de la tierra de derramar sangre.

Ven, oh, dulce guerra.

Nadie va a dar la vuelta.

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El Rey de los Campesinos, Dantalian. 71º Rango.
Calendario Imperial: Año 1506, Mes 4, Día 3.
Llanuras de Bruno – Polles

Había un tipo de ceremonia en una guerra donde decenas de miles y decenas de miles se estaban cara a cara. Era la proclamación de guerra. En este mundo, ya que la gente consideraba las palabras dichas como algo más sagrado que un texto escrito, la declaración de guerra debía fluir de la boca de una persona en una gran guerra, la cual se suponía que sería la más divina de las batallas.

El instante en el que orador finalizó su discurso en la proclamación de guerra frente a miles, la Fuerza Aliada de los Lores Demonio ya no sería más la Fuerza Aliada sino que pasaría a ser el Ejercito de la Alianza Creciente. Los demonios admiraban la luna y la noche. Por fortalecer la naturaleza que más admiraban y respetaban, ellos colocaban sus nombres en una alianza poderosa.

Al momento en el que el discurso terminó, los humanos ya no serían algo como la Alianza Humana, sino que, serian conocidos como los Soldados de la Cruz. La cruz era el símbolo que representaba la luz del sol. Como los humanos admiraban el sol, incluso si la noche fuese a llegar de inmediato, esto clarificaba que toda noche era un crepúsculo que llamaba a la mañana.

La guerra entre la Alianza Creciente y los Cruzados ya no era una lucha trivial de la tierra. Esa era la orden de la naturaleza y la providencia del cielo. Era la historia de los Dioses. 1.500 años desde que este continente había iniciado y la civilización fue establecida, los dioses han permitido la sangre de la masacre y los gritos de asesinatos ocurridos bajo los nombres sagrados 7 veces.

Tercer día del cuarto mes del año 1506 del Calendario Imperial. Una vez más, los dioses han ordenado que el 8º libro de la historia sea registrado con la tinta de sangre carmesí.

Como el emisario que había tomado la negociación final, fui nominado a ser el orador de la declaración de guerra. Era un gran honor. Al final, parecía que los demás Lores Demonio esperaban que yo pensara que esto era un gran honor. No estaba consciente del hecho que ellos habían puesto todo sobre mí porque no deseaban que la culpa fuese pasada en ellos por ir al frente.

Sea la historia de los dioses o algo más, mostrarse era mostrarse, por eso, nosotros la gente de la tierra solo podíamos vivir mientras comíamos sal.

Oh, Dioses, realmente son poderosos. ¿Quién podría detestar transmitir el verdadero significado de la masacre? Más que eso, ya que los Dioses adoraban a la Alianza Creciente y a los Cruzados al mismo tiempo, ¿esta no sería una discusión domestica? Aceptaré la gloriosa elección de discusión domestica… está bien decir que soy blasfemo. Soy una persona blasfema.

Está bien decir que soy atroz. Soy una persona atroz.

Deseaba que el mundo se tornara más blasfemo y que la gente se tornara atroz. Planeaba adquirir mis deseos del pantano donde la gente blasfema y atroz derramaba su sangre.

Puro y simple, mi meta era salvar el mundo que sería destruido. Varias veces quedaba petrificado por esta paradoja. Incluso ahora, apenas era capaz de soportar el deseo de alarmarme.

¿Quién podía negar esta meta?

Si todo, el incendio intencional, la masacre y la tragedia que he causado, jugaran el rol de salvar el mundo al final, entonces, querido lord, ¿quién podría refutarme?

¿Cuán desesperadas serían las voces que me negaran, y cuán lamentable seria su sonido? Esas voces, sin duda, comenzarían con “pero… sin embargo, a pesar de eso…”.

El hecho de que ellos tenían que iniciar sus palabras con una queja. Esto era su infortunio. Ellos tenían que arrugar, doblar y acumular sus palabras. Por otro lado, exclamé como una persona de poder.

“Salvar el mundo es correcto”.

¿Cuán honesto era esto?

Deseaba vivir así una vez más.

Mientras balanceaba mi autoridad como desease y sostenía una copa de vino en mi mano, quise decir: “Calma, amigos, simplemente trato de salvar el mundo”.

Quería disfrutar justamente de mi autoridad por siempre. Mi deseo estaba siendo completado.

Con mis vasallas siguiéndome, los llevé a la cima de una colina rocosa. Los demás Lores Demonio estaban en mi camino hacia la cima de la colina. Los Lores Demonio rápidamente me hicieron un camino mientras me acercaba. Desde este punto, yo era el sacerdote que había recibido las palabras de los dioses. Nadie podia hablarme groseramente. Incluso los Lores Demonio, los que estaban comandando a los generales de un cuerpo militar, Barbatos, Marbas y Paimon estaban en silencio.

Finalmente, mis vasallas y yo llegamos a la cima de la roca.

Ese lugar era las llanuras.

Un campo llano se esparcía ante nosotros. Me preguntaba si era debido al hecho de que la lluvia había caído durante el amanecer ya que una niebla húmeda estaba estancada sobre las llanuras. Pasando la niebla húmeda, señas de banderas ondeantes podían verse. Cada vez que el viento soplaba, miles de banderas y estandartes rugían.

—…………

Se sentía como si ningún sonido se podía escuchar.

Un silencio perfecto.

Como no había clase alta o baja en el mundo envuelta por la niebla, no había nobles abusivos o brujas que recibieran desprecio, ni soldados que masacraran o súbditos que fuesen masacrados, en lugar de eso, todo lo que existía era enterrado por la niebla.

Las brujas me miraron. Me notificaban que el preparativo para el discurso declarativo de guerra estaba completo. Ahora la voz del orador resonaría por todas las llanuras con el hechizo amplificador de sonido.

Humbaba extendió los dedos de sus manos. Ya que el dedo anular en su mano izquierda se había ido, Humbaba no comenzó a contar desde 10 sino desde 9. El conteo comenzó.

9, 8, 7…

La persona que dé el dialogo aquí se convertirá en el enemigo público del continente.

Los soldados humanos lo maldecirán mientras mueren y los soldados demoniaco lo culparan mientras caen. Ese era el rol de la persona ciega a cargo. La razón por la que yo, el Lord Demonio de menor rango, recibió la autoridad de dar este denominado discurso sagrado y glorioso era porque todos los demás no querían tomar la responsabilidad de la guerra. Paimon, era algo obvio, y ni hablar de Barbatos. Esa era otra que pensaba igual.

6, 5, 4…

Además, yo también estaba igual.

No quería tomar el rol de responsable y menos inútilmente. ¿Esa no era la forma perfecta de ser tratado bien hasta que ya uno deje de ser útil? Referencialmente, un hombre noble debe evitar los lugares peligrosos.

Por eso…

— Farnesio.

— Ahh.

Más que agradecido le concedí mi autoridad divina a mi subordinada.

A la chica que disfrutaba apasionadamente tener su nombre registrado en la historia.

Más que agradecido le entregué el honor de convertirse en una celebridad sin precedentes y una anarquía embellecida.

— Ten un buen viaje.

Farnesio asintió ligeramente y dio un paso al frente. Aunque pude oír el sonido de los Lores Demonio, quienes nos observaban, emitir sonidos de shock, los ignoré. El hechizo amplificador de sonido ya había sido invocado. No había nada más obsceno y desordenado que detener el discurso que ya había empezado.

Humbaba había omitido vilmente el conteo de los últimos tres segundos y activó el hechizo. Las brujas y yo retrocedimos y sonreímos. Ahh, estábamos burlándonos alegremente.

Incluso la educación en el método de discurso que Lapis había estado penetrando en la cabeza de Farnesio era todo por este momento. Ahora, el territorio más sagrado de autoridad seria destrozado no por los Lores Demonio ni por los demonios, sino por una humana. El suelo más sagrado de autoridad seria ensuciado por una hija ilegítima. Tal como lo había hecho Lapis en el palacio de gobernadores de Niflheim, ahora era el turno de Farnesio para deshonrar las cosas.

Ahora bien, hija mía.

Propaga el veneno por todo el mundo.

“OH, HUMANIDAD, ESCUCHEN”

“TODA LA HISTORIA HASTA AHORA HA SIDO LA HISTORIA DE UN CONFLICTO DE CLASES”

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