Awakening capitulo 133

“Doctor, ¿Cómo está mi hija?”

Cuando el doctor salió del UCI, Hasebe Shohata inmediatamente preguntó.

El médico miró a su alrededor y vio a unos cuantos familiares de la paciente, dijo:

“Para ser honesto, la condición en la que la paciente está en es muy peligroso. Después de ser admitida aquí en el hospital anoche y hasta ahora, su ritmo cardíaco ha sido muy inusual, y hasta ahora, no se ha despertado. Vi sus registros clínicos, tiene una cardiopatía congénita y había sido hospitalizada por esa enfermedad hace dos años. Por otra parte, el paciente es muy débil, en comparación con el anterior, esta vez la enfermedad es aún peor. Haremos nuestro mejor esfuerzo para salvar a la paciente, pero por favor, prepárese.”

“¿Preparar? Doctor por favor dígalo más claramente.”

Hase Kenji preguntó en voz alta.

El doctor pensó por un momento antes de responder:

“Si su estado continúa deteriorándose, es probable que la paciente muera.”

Al oír su comentario, el rostro de todos inmediatamente se puso pálido.

“Doctor, se lo ruego, debes salvar a mi hija…..”

“Haremos nuestro mejor esfuerzo. Por favor, quédense tranquilos.”

El doctor consoló a Hasebe Shohata quien ha estado llorando todo el tiempo.

“Doctor, he escuchado que el mejor tratamiento para las cardiopatías congénitas es un trasplante de corazón, ¿puedes hacer este tipo de cirugía a mi hermana menor? El dinero no es un problema, siempre y cuando puedas rescatar a mi hermana menor, no nos importa lo mucho que tengamos que pagar.”

Hase Kento, el hermano de Naoko, preguntó.

“Es como usted ha dicho, su hermana menor tiene una enfermedad cardíaca congénita, y realizar un trasplante de corazón es de hecho la mejor manera de prolongar la vida del paciente. Pero como sabrá, hay muy pocas personas que están dispuestas a donar su órgano después de morir, por lo que la capacidad de almacenar es muy pequeña en órganos y tejidos, particularmente el tipo de corazón necesario. Existe un problema cuando el cuerpo rechaza un órgano, por eso queremos encontrar un corazón que coincida con su hermana menor, lo cual es un asunto muy difícil. Incluso si pudiera encontrar un corazón compatible, con la condición física actual de su hermana menor, no es bueno realizar una cirugía tan grande.”

Al escuchar la explicación del médico, el corazón de Hase Shohata estuvo helado, casi desmayándose. Al verla así, Hase Kento se aferró rápidamente a ella.

Una vez que el doctor se fue, Hase Kento le dijo a su hermano menor:

“Ve a informar a padre inmediatamente, dile sobre la situación de Naoko.”

Hase Kenji resopló fríamente:

“¿Y qué si le informamos, si realmente le importaba a Naoko, él habría venido inmediatamente a verla. La razón por la que Naoko es así, es su propia creación.”

“Kenji, cuida tu boca.”

Hase Kento lo detuvo inmediatamente.

“Quieres que le informe, entonces tú infórmale, pero viendo que él siempre está tan ocupado, de todos modos, él no tendrá el tiempo para venir.”

Hase Kenji bromeó.

Hase Kento a su manera, ayudó a su madre a sentarse a un lado, luego tomó su móvil.

“Hermano, ¿la hermana realmente va a morir?”

“Cierra la boca, diciendo esas malas palabras.”

Hase Kenji estaba furioso.

“Sí, lo siento…”

Aiko se mordió el labio llorando.

Al mirar a la pálida niña, Hase Kenji sabía que él la asustó. Rápidamente dijo suavemente:

“Lo siento, no me reuní para decir eso, estate segura. Naoko va a estar bien.”

Dijo mientras cerraba el puño.

A través de la ventana de la sala de hospital, Aiko miró a su hermana acostada en la cama con una máscara de oxígeno, su rostro pálido y su delgado cuerpo blanco.

Gennai, bastardo, ¿por qué no has vuelto todavía?

Sabía por qué su hermana se volvió débil. Sin regresar por más de un año, y ese bastardo ni siquiera la llamó.

Hace seis meses, Naoko finalmente se trasladó de vuelta al apartamento en el que estaba Aiko.

Al ayudarla a mover el equipaje que tenía, Aiko descubrió una bufanda hecha a mano con guantes. Es innecesario decir que debe ser especialmente tejida por su hermana para ese tipo.

Cuando ella preguntó acerca de las circunstancias de ese tipo, su hermana sólo sonrió y dijo que tenía algo que hacer, tuvo que ir temporalmente a algún lugar, y tomará algún tiempo antes de que pudiera regresar.

Aunque era extraño que el tipo estuviera lejos por tanto tiempo, Aiko no volvió a preguntar de nuevo.

Pero en la noche, Aiko realmente lamentó hacerle esta pregunta. Porque después de que su hermana entró en su habitación, ella la escuchó desesperadamente suprimir sus lágrimas.

En los días que siguieron, Aiko encontró que su hermana comía poco a poco cada día, por lo general ella escribía algo o traduciría algo. No era porque estaba intentando trabajar duro, sino más bien, era como si fuera su propia anestesia.

Al ver que su rostro se hacía cada vez más delgado, Aiko estuvo muy preocupada.

Hablando de sus preocupaciones para Ami, Ami como siempre le sugirió algo, diciéndole que pasara más tiempo en casa, que acompañara a su hermana y hablará con ella.

Aiko pensó que esta proposición era muy buena, por eso no salió a jugar frecuentemente como en el pasado, y se quedó en casa tanto como pudo hablar con ella, ya veces llamó a Ami para venir a jugar.

Este método pareció ser muy eficaz, ya que su hermana sonreía cada vez más.

Pero, ¿por qué estaba su rostro poniéndose peor?

De repente, la puerta se abrió e interrumpió sus pensamientos, ya que vió a una enfermera apresurarse a salir corriendo del UCI(Unidad de Cuidados Intensivos).

“¿Qué pasó?”

Hase Kenji inmediatamente corrió y preguntó.

“El paciente no está respirando normalmente, la situación es muy peligrosa. Por favor, déjame, tengo que decirle al médico que venga inmediatamente.”

“¿Qué dijiste?”

Hase Kenji no pudo evitar hacer un esfuero por agarrar el brazo de la enfermera.

“Por favor, déjame ir, tengo que llamar al médico.”

La enfermera dijo preocupada.

“Kenji, rápidamente déjala ir. Lo siento, ¿podría darse prisa y llamar a un médico?”

Hase Kento jaló de la mano de su hermano.

La enfermera asintió, e inmediatamente salió corriendo.

“¿Por qué esto está pasando? ¡Naoko!”

Hase Shohata quiso irrumpir en la unidad de cuidados intensivos, pero fue arrastrada por Hase Kento.

“Mamá, cálmate, afectará el trabajo del doctor.”

Aiko miró sus manos y pies heladas de su hermana mayor en la cama del hospital, las lágrimas cayeron sobre su rostro incesantemente.

Lo siento, hermana, por ese tipo Gennai, te odié, incluso te maldije, pero ahora admito mi error, lo siento mucho. No me importa lo que me hagas, pero por favor despierta rápidamente….

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“Hola, ¿a quién estás buscando?”

La policía que estaba patrullando cerca preguntó en voz alta.

Él estaba prestando atención a esta persona durante bastante tiempo ahora.

Esta persona no debería vivir cerca. Lo importante es que en su cuello había una cicatriz muy obvia, y parecía un poco como una herida de cuchillo. Si realmente fuera un cuchillo el que lo hizo, era muy posible que él era el tipo de matón que sale a robar para alimentarse a sí mismo.

Desde el principio, él solo estaba parado allí, en la puerta del gran apartamento, parecía como si estuviera esperando a alguien.

Por su conocimiento, ese gran apartamento era donde viven las hermanas muy hermosas. ¿Este tipo tiene malas intenciones hacia ellas?

Pensando en esto, el joven policía espontáneamente, se imaginó como un héroe que viene al rescate defendiendo la justicia.

Pero el hombre lo ignoró y siguió inmóvil.

El joven policía estaba un poco enojado, y de inmediato se acercó a él.

“Hey, estoy preguntándote, ¿por qué no estás respondiendo?”

El hombre lo miró a los ojos.

El joven policía encontró que se veía mucho más joven de lo que había imaginado.

Justo cuando estaba a punto de preguntar, el hombre habló primero.

“¿Puedo pedir prestado su teléfono para hacer una llamada?”

“¿Qué? ¿Quieres pedir prestado mi teléfono?”

El policía no pensó que el matón pediría prestado un teléfono de la policía.

“Tengo un asunto urgente; Necesito hacer una llamada.”

Mirando sus ojos, el policía sin saberlo sacó su teléfono celular y se lo dio.

“Gracias”

Después de que el hombre recibió el teléfono celular, inmediatamente marcó un número de teléfono.

Sin embargo, cuando presionó el quinto dígito, de repente se detuvo, y después de un largo tiempo no presionó el sexto dígito.

Su abuela, de nuevo, algo se ha levantado. Sintiendo algo especialmente de algo como una cosa fragmentado como un número de teléfono, y no sólo de él, sino su número de teléfono también.

Comenzando desde que bajó del avión, tuvo un muy mal presentimiento. Una sensación de ansiedad que estaba interrumpiendo lentamente su estado de ánimo.

Tomando una respiración profunda, él calmó su mente, diciéndose a sí mismo, lo más importante ahora es llegar a donde ella está.

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“Envíela inmediatamente a la ICU, tome turnos y envíe a alguien de servicio durante 24 horas, si algo sucede infórmenme inmediatamente.”

Saliendo de la sala de operaciones, el médico estaba hablando con la enfermera jefe cercana.

“Doctor, ¿cómo está mi hermana menor?”

Al mirar a Naoko que estaba en la camilla, Hase Kenji preguntó por primera vez.

“Lo siento, hemos hecho todo lo que pudimos. Pero la situación de su hermana menor se está volviendo cada vez más y más inestable, incluso su respiración no es normal, además su ritmo cardíaco es excesivamente lento. Con el fin de hacer  que su ritmo cardíaco se normalice, le he inyectado un glucósido cardíaco. Pero si no despierta esta noche, es probable que el paciente tenga una insuficiencia cardíaca.”

Aquí, el médico no dijo nada más.

Al escuchar sus palabras, el rostro de todos cambió.

“¡Mamá!”

En ese momento, Aiko repentinamente lloró.

Volteando su cabeza, ellos vieron a Hase Shohata inconscientemente desmayada en el suelo, Aiko estaba haciendo un esfuerzo para sostener su cabeza.

“Enfermera, envíela inmediatamente a la sala de emergencias.”

El doctor gritó después de observar su condición.

“Doctor, ¿cómo está mi madre?”

Preguntó Aiko rápidamente.

“Ella solo no pudo manejar la situación y se desmayó, voy a revisarla más tarde.”

“Kenji, Aiko, los dos se quedan aquí y cuidan a Naoko, yo me ocuparé de mamá.”

Con eso, Hase Kento siguió al médico hacia la sala de emergencias.

A las 22:00, Kenji y Aiko permanecieron en el frente de la UCI.

Naoko todavía no mostraba ningún signo de despertarse, Hase Kenji caminaba ansiosamente por el pasillo.

De repente, un hombre se acercó.

“Kenji, ¿cómo está la condición de Naoko?”

Hase Kenji levantó la vista y vio a su padre, Hase Masao.

A pesar de que él no estaba dispuesto, todavía respondió:

“La condición de Naoko es realmente mala, el doctor dijo que, si no despierta esta noche, entonces, es probable que sufra de insuficiencia cardíaca.”

El rostro de Hase Masao cambió, él no pensó que la situación sería tan mala.

“¿Tu madre?”

Después de un tiempo, Hase Masao preguntó.

“Madre se desmayó. Ella está ahora en la sala del hospital descansando, el hermano está cuidando de ella.”

Viendo la mirada abatida de su padre, el resentimiento de Hase Kenji desapareció.

Hase Masao llegó en frente de la sala del UCI, mirando a su hija acostada en la cama del hospital desde la ventana de cristal, sin hacer ningún ruido por mucho tiempo.

“Debido a que la forcé a hacer algo que no quiere, Naoko se volvió así. Kenji, me odias, ¿verdad?”

Hase Masao miró atrás hacia ellos y dijo lentamente.

Hase Kenji miró sus ojos, y no dijo una palabra.

“Tú también lo sabes, Naoko desde la infancia fue frágil. Pero ella ha sido una niña sensible y cariñosa. Además de su enfermedad, nunca me había preocupado. Pero esta vez ella realmente cometió un error. Como su padre, no puedo seguir dejando que mi hija vaya por el camino equivocado, esta es mi responsabilidad. Sin embargo, he cometido un error en el manejo de este asunto, no debería haberla forzado.”

El tono de Hase Masao expresó profundo remordimiento.

Viendo a su padre repentinamente parecer 10 años más viejo, Hase Kenji sintió su pecho apretado.

Sentada en la parte de atrás, Aiko hizo un esfuerzo para cubrir su boca, llorando en voz baja.

2:00 am, Naoko todavía no se había despertado. Hase Shohata insistió en esperar fuera hasta que Naoko se despertara, Hase Kento que no tuvo otra opción, la escoltó de regreso fuera de la UCI.

A medida que transcurrían los minutos, una atmósfera increíblemente opresiva y pesada se extendió por todo el pasillo. Todo el mundo perdió el ánimo de hablar.

De repente, un estallido de rápidos pasos vino del exterior del pasillo. Debido al ambiente tranquilo, estos pasos se hicieron muy fuertes.

Hase Kento descubrió que esos pasos se hacían cada vez más claros, como si hubiesen varias personas caminando hacia aquí.

Efectivamente, en poco tiempo, cinco hombres aparecieron en el pasillo.

Aiko alzó la vista, al mirar a un lado, todo su ser quedó estupefacto.

“¿Ge….Gennai-san?”

Después de una buena mirada, era en efecto ese hombre, ella gritó en voz alta.

Al oír su grito, los demás también miraron por allí.

Pero antes de que pudieran mirar, el hombre ya había aparecido delante de Aiko.

“Tú…..”

Al ver su rostro, Aiko repentinamente se llenó de una mezcla de sorpresa, ira, agravio y otras emociones complejas.

Antes de que pudiera terminar, Lei Yin interrumpió y preguntó primero:

“¿Se ha despertado?”

Cuando él entró, vio por primera vez a un médico y descubrió la enfermedad de Naoko. Después de todo, sólo un médico puede explicar estas cosas con claridad.

“¿Quién eres?”

Hase Kenji miró a este extraño joven y le preguntó.

Al mirar a Aiko que tampoco estaba reaccionando, Lei Yin no quería perder más tiempo, y se dio la vuelta caminando hacia la UCI.

“¿Quién eres? ¿Qué estás haciendo aquí?”

Hase Kento lo bloqueó apresuradamente.

“¡Fuera del camino!”

Lei Yin no tuvo tiempo de cuidarlo, empujándolo a un lado.

“Hey, ¿qué es lo que realmente quieres?”

Hase Kenji corrió y lo detuvo.

Lei Yin estaba preocupado ahora mismo, pero al ver que alguien lo bloqueaba de nuevo. No pudo soportarlo más, volteando la cabeza, dijo en voz alta a los cuatro hombres detrás de él:

“Bloquéenlos inmediatamente. No dejen que me interrumpan.”

Los cuatro hombres inmediatamente corrieron, dos estaban bloqueando a los hermanos Hase. Mientras que el otro estaba delante de Hase Masao.

“Gennai Masashi, ¿qué es lo que realmente quieres hacer?”

Gritó Hase Masao.

“Escúchame, ahora mismo soy el único que puede salvar a Naoko”

Con eso, abrió la puerta y entró.

“¿Qué quieres?”

Hase Kenji gritó en voz alta mientras luchaba.

De repente, uno de los hombres sacó algo del pecho y lo puso delante de él.

“¡Cállate!”

Los otros dos hombres también sacaron lo mismo y lo colocaron contra la cintura de Hase Kento y Hase Masao.

“Tú, tú…..”

Al ver a los hombres sosteniendo una pistola, Hase Masao estuvo asustado, sintiendo que su mano y sus pies se helaban.

“Simplemente estamos haciendo lo que el Sr. Gennai nos dijo, simplemente no digas nada.”

Dijo un hombre hacia Hase Masao.

La familia Hase de repente no se atrevió a hablar. Los cuatro hombres también inmediatamente guardaron su arma de sus manos, para evitar ser vistos por otras personas.

Aiko no pensó que ella vería tal escena, miró a Lei Yin dentro de la sobria sala de hospital.

Al mirar a través de la ventana de cristal, vieron a Lei Yin caminando hacia Naoko que estaba acostado en la cama, al subirse la cama, hizo una postura muy extraña sentado con las piernas cruzadas y luego sostuvo las manos de Naoko.

La familia Hase no sabían exactamente lo que él quería, pero tuvieron la opción de mirar tranquilamente.

Al mirar el cuerpo de Naoko, Lei Yin descubrió  muchos de sus canales paralizados en una pelota. Aparentemente debido a las preocupaciones sobre este tonto.

Ahora era demasiado tarde para él para enviar su Qi hacia sus meridianos, uno por uno, era importante para él empezar con las arterias de su corazón primero, permitiéndole circular naturalmente, para que pudiera seguir viviendo.

Después de considerar esto, Lei Yin envió su Qi a su cuerpo tratándola enseguida.

Ella no sabía si estaba viendo cosas, pero en el cuarto oscuro, Aiko vio el cuerpo de Gennai cubierto de una tenue capa de luz.

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