Novelas ligeras en español

domingo, 6 de agosto de 2017

Din no Monshou capitulo 5

Estoy seguro de que no habrá un día en el que este mas tenso que hoy.

Me encontraba caminando en las afueras de la mansión.

Mientras me aseguraba de caminar silenciosamente para no ser notado por nadie, murmure.

"… No creí que salir sin permiso podría ser tan emocionante."

Me recuerda a algo que ocurrió en mi vida pasada.

Debió ser cuando aun era un estudiante de secundaria.

Durante la media noche de navidad, intente ir a ver una película de clasificación R.

"¡Voy Saliendo! ¡Jo ◯ yo!"

Después de gritar eso, pise mal uno de los escalones de las escaleras y rodé hasta llegar al primer piso.

Mi madre guardo silencio cuando vío aquella estupidez.

Por otro lado, mi padre grito, “Quédate Muerto”.

Si lo pienso ahora, creo que podría haber logrado algo si trataba de dar alguna excusa en ese momento.

Sin embargo, la circunstancias de este momento son diferentes.

Todos aquí son familiares y amigos cercanos sobre protectores que no me dejarían salir por ningún motivo.

Estaba anocheciendo en este momento.

Este es el momento en el que la seguridad comienza a decaer.

Debido a eso, no tuve muchos problemas para escabullirme.

No quiero preocupar a Shadiberga.

Y es algo incomodo molestar a Wokins.

Pero aun así debo ir.

"… Un elfo llego al pueblo que se encuentra cerca."

Uno de los artículos que estoy tratando de obtener es el llamado “Elixir Elfico”.

Como su nombre lo indica, es un tipo de medicina creada por los elfos en su lugar de origen.

Ademas de los humanos, los elfos son una de las razas mas comunes entre las demás razas.

Sin embargo, no tenían una buena opinión sobre el mundo debido a la opresión de su raza. Ademas de ello, existían otras tribus como las de los dragones entre otras.

Aun así, lo mas importante en este momento es la medicina de los elfos.

Existen muchas aldeas de elfos dispersas por todo el continente.

Entre ellas se encuentra una aldea llamada “El Cañón de los Elfos”, la cual es una de las mas misteriosas.

Un sorbo de ese elixir es suficiente como para permitirle a alguien estar activo día y noche durante un mes.

Ademas, si se junta con la “Ryûjin No Saji”, este elixir se vuelve una medicina capaz de curar cualquier tipo de enfermedad existente.

Hace mucho tiempo atrás, una reina fue afectada por una enfermedad a la que llamaban la Eternamente Incurable.

Ningún tipo de magia de recuperación tuvo algún efecto sobre ella y todo parecía haber acabado.
Entonces sucedió.

Un día, una mujer llego portando el “Elixir Elfico” y la “Ryûjin No Saji”.

Después de decidir la distribución de estos, la mujer preparo una medicina y se la dio a la reina.

Entonces, la enfermedad de la Reina rápidamente su curo, entonces el Rey se alegro tanto que comenzó a llorar.

Con el tiempo la historia acabo volviéndose no mas que una leyenda, pero la eficacia de aquella medicina seguía siendo garantizada.

Por lo que sin duda debería ser eficaz.

Incluso si se trata de la enfermedad de Sefina, a la cual aun no han encontrado cura.

Entonces, solo queda una cosa por hacer.

Debo ir, debo ir a encontrarme con el.

Con la única persona que podría tener una pista sobre “El Cañón de los Elfos”.

"Pero, el pueblo es realmente lamentable. La seguridad pública también parece ser bastante mala."

Este pueblo es tan deprimente que hace que suelte mis quejas de forma involuntaria.

Es tan deprimente que necesitaría ser reconstruida para poder cambiar en algo. Supongo que intentare hacer algo sobre esto algún día.

Después de caminar por un rato llegue al lugar que buscaba.

"¿Es aquí?"

Me encontraba en frente de la única posaba de este pueblo.

Escuche que el elfo se estaba quedando en este sitio por algún motivo.

Originalmente, los elfos parecían ser una raza rara, la cual era muy popular entre los nobles. Sin embargo, cuando digo popular, no es en un muy buen sentido, hasta el punto en que lo mejor es no hablar mas de ello.

Cuando entre en la posada, fui recibido por un hombre de buena edad que se encontraba en el mostrador de la posada.

Estaba fascinado con sus músculos.

Me pregunto si fue un mercenario.

Podía ver varias cicatrices repartidas por su cuerpo.

"Disculpe. ¿Aquí es donde se hospeda el elfo?"

"¿Ah?. Así es mocoso. Pero si quieres quedarte tienes que pagar."

"Bueno, yo soy este tipo de persona."

Después de decir eso, le mostré un pequeño cuchillo al hombre del mostrador.

Era un cuchillo de buena calidad el cual tenia grabada una espada de plata y un escudo de oro.

Esto era lo que me reconocía como el noble que gobernaba sobre este territorio. En otras palabras, era el escudo de armas de la familia Din.

Este cuchillo era el objeto que probaba mi identidad

Cuando vio el cuchillo, el hombre del mostrador soltó un frió sudor.

"… ¿¡Hah!? ¿¡Eso es de la familia Din!?…"

"Seria malo si hubiera sido una mentira, así que quiero saber si el elfo realmente vino aquí."

De algún modo los lugareños se habían logrado enterar de que un elfo se encontraba por aquí.

De ser así, de seguro los bandidos también se enteraron de ello. Esos tipos no ignoraran nada que pueda brindarles dinero.

Hay muchos que consideran a los elfos como una mina de oro.

No solo la posada estaría en peligro si alguien viniera al pueblo con intenciones de llevarse al elfo, sino que incluso los habitantes podrían acabar en peligro.

Incluso si pude oír el rumor sobre esto rápidamente porque no vivía demasiado lejos de aquí… Ya podría ser demasiado tarde.

"¡E-Entendido! El Elfo se hospeda en el segundo piso, a la derecha."

"¿Solo?"

"Solo."

"Gracias. Lo lamento, pero no pudo darle nada en este momento, a pesar de ser de la familia del señor del territorio."

Incline mi cabeza con honestidad.

Si no soy educado, podría acabar incomodando al recepcionista.

Entiendo eso.

Es como la vez que vi el blog de un viejo compañero de clases al que no veía desde hace mucho tiempo.

En ese momento supe que todo los graduados de la clase, excepto yo, se habían juntado en un grupo de ex-alumnos.

Después de eso solo fui a beber.

En ese momento tenía una sonrisa de oreja a oreja en mi rostro mientras bebía.

Fue algo que nunca olvidare.

Recuerdo haberme lamentado de no haber hecho muchos amigos después de eso.

"N-No hagas eso. No necesitas inclinar tu cabeza."

"Me asegurare de hacer algo para recompensarlo algun dia, se lo prometo."

"Aprecio eso. Incluso si la posada colapsa, aun podría entrar en el ejercito como voluntario.
Bueno, no es como si vaya dejar que la posada de mi mujer se desmorone."

"Ah, de lo mejor que pueda en ese caso."

Me incline una vez mas y subi las escaleras.

A pesar de que había comenzado a ayudar poco a poco a Shadiberga en el trabajo. Me es difícil obtener resultados.

Me pregunto qué es lo que debería hacer para mejorar la calidad de vida de los habitantes de este pueblo.

Supongo que lo mejor seria intentar hablar de ello con Shadiberga.

Después de llegar al segundo piso revise la parte inferior de las puertas.

Una de ellas desprendía una luz tenue.

"… Bien."

He oído que los elfos están estrechamente relacionados con sus familias.

Ademas, parece ser que el Cañón que busco es considerado una tierra sagrada por los elfos. Existe una gran posibilidad de que quien se esta quedando en esta posada sepa algo sobre su paradero.

Incluso si dice que no le importa, solo tengo que insistir y seguir preguntando hasta descubrir algo.

Este es solo el primer paso.

"Disculpe."

Golpee la puerta y entre.

La habitación no estaba del todo limpia y tenia un olor extraño. Parece ser que el dueño de la posada no limpia muy a menudo las habitaciones debido a que los clientes no vienen muy a menudo.

Siento que la relación que planeaba entablar con el recepcionista se vuelve mas y mas distante.

"¿Nn?… ¿No esta?"

Después de entrar a la habitación no encontré a nadie.

Me pregunto si salio.

Aunque el sol ya se había ocultado.

Cuando mire hacia la ventana, pude oir el crujido proveniente de la estantería que se encontraba detrás de mí.

En ese momento mi instinto hizo sonar una alarma de peligro en mi cabeza.

… ¡Viene desde atras!

Rápidamente me di la vuelta.

Entonces abrí la estantería.

Era lo suficientemente grande como para ocultar a una persona.

Cuidadosamente revise el interior de esta.

Entonces, en su intenrio se encontraba… Nadie.

Si, no había nadie.

En su lugar solo había una reluciente hilo plateado.

"… ¿Nn?"

El hilo estaba colgado de tal manera que parecía estar invitando a alguien a jalarlo y caer el una trampa…

… Fon.

Mis oído captaron el agudo sonido del aire siendo cortado rápidamente por algo.

En ese momento como un escalofrió recorría por mi espalda.

Rápidamente me hice a un lado.

Entonces pude ver la silueta de una persona y su cabello flotando en el aire.

Es un bandido.

"Hey, ¡Eso fue peligroso!"

"¿Oh? ¿Lo evadiste? Veamos que tal lo haces con esto."

Después de decir eso, el bandido comenzó a balancear su espada contra mi.

Fue en ese momento que mi instinto de supervivencia se puso en acción. Comencé a reunir poder mágico en mi mano y active la magia.

"Destellos de llamas parpadeantes y balas de luz, penetra profundamente a mi enemigo… “Gun Fire”"

Entonces, desde mi mano dispare una bola de fuego la cual parecía una bala. *Batchi*, se oyó el sonido de una explosión cuando la bola de fuego impacto la espada, enviando esta a volar.

La explosión no causo ningún otro daño.

Aun así, no es algo que pueda usar a la ligera.

"¡Maldición! ¡Intenta los mismo con esta espada!"

*Jackin* Cuando me di cuenta ya había sacado otra espada.

Fue algo inesperado.

¿Por que tendrá dos espadas?. Puede ser que sea un repuesto. Parece ser que no me queda otra alternativa, mas que utilizar magia nuevamente.

Se dice que si encuentran una cucaracha en algún lugar, lo más seguro es que hayan otras 30 más ocultas por el lugar.

Incluso si logro deshacerme de su espada, no puedo asegurar que no tenga alguna otra arma oculta. No me queda más opción que derrotarlo ahora.

Esta vez trate de activar magia de área.

En ese momento, la persona que se encontraba en frente de mi noto mi apariencia…

"…Ah, Vaya. ¿Un niño?"

La persona abrió su boca ligeramente sorprendido.

Entonces bajó su espada y la envaino.

No pude evitar dejar de conjurar la magia cuando lo vi hacer eso.

"L-Lo lamento. Pensé que eras algún bandido que me siguió hasta aquí, Ya fui atacado mientras caminaba por los alrededores."

"No me agrada la idea de ser asesinado por un malentendido como ese…"

Mientras acariciaba mi pecho, note que la persona que se encontraba ante mi tenia el aspecto de una chica.

Tenia un cabello corto de un color dorado y una orejas puntiagudas.

Su cabello rubio llegaba a la altura de sus hombros y daba la impresión de deslumbrar cuando llegaba la puesta de sol.

Se trataba de una mujer elfo.

"Soy Isabel. Una elfa que vino a inspeccionar los pueblos cercanos. ¿Cual es tu nombre?"

Así que se llama Isabel.

Por otro lado, parece ser que los elfos no tienen apellido.

Por fuera luce como una niña de 8 años, por por su forma de hablar podría creer que es una chica de 17.

Pero, la edad de los elfos podría no concordar con los que aparenta su aspecto.

Ambos, tanto su velocidad de crecimiento como su esperanza de vida podrían ser diferentes de los de los humanos.

O bueno, eso fue lo que escuche cuando trate de preguntarle sobre la edad de los elfos a un hombre de mediana edad.

『Ellos ya merodeaban por estas tierras durante la época en la que nació tu bisabuelo』

O bueno… Al menos eso es lo que me dijeron. La chica llamada Isabel podría haber vivido por un tiempo horriblemente largo.

"Soy Regis Din. Soy el hijo del noble caído."

Las orejas de Isabel se agitaron ligeramente en el momento en el que me presente.

Al mismo tiempo, comenzó a mirarme de forma cautelosa.

Ah, posiblemente sea por que me presente como un noble. Es bien sabido que los elfos han sido muy codiciados por estos después de todo.

"Te lo diré de una vez, no planea hacerte nada. Así que no te sientas tan alarmada."

"¿No me reportarás a tu familia?. Soy un elfo después de todo."

"No hay nadie con ese tipo de gustos en mi familia. Tampoco quisiera hacer algo que pudiera molestar a otros."

"… He~h"

Isabel comenzó a mirar fijamente mi rostro, como si tratara de comprender algo.

Después de un largo silencio, Isabel soltó un suspiro.

Paresia seguir en estado de alerta. Ya que las cosas no avanzaban, decidí ir directamente al punto importante.

"Vine a este lugar para preguntarte por la localización del “Cañón de los Elfos”"

"¿El Cañón? Ese lugar es la tierra santa de los elfos. ¿Ese es el lugar que buscas?"

"Si. ¿Me podrías decir en donde se encuentra?"

"Nn…"

Isabel tenia una mirada complicada. Entonces, después de pensarlo por unos segundo, lo decidió.

"No, es inútil, la ley dice que no podemos decírselo a los humanos."

"¿Es imposible, incluso si pregunto?"

"Sigue siendo imposible. A propósito, ¿Por que quieres saber en donde se encuentra ubicado el “Cañón de los Elfos”?"

"… Yo quiero… El Elixir Elfico."

En el momento en el que dije el nombre del articulo.

La expresión de Isabel se volvió mas tensa. Era de esperarse, los elfos están muchos mas relacionados en el después de todo.

"¿Es para algún pariente?"

"Si, es para mi madre. Su vitalidad comenzó a decaer después de darme a luz, el motivo fue la “Enfermedad sin Retorno”"

"¿Te sientes responsable?"

Sacudí mi cabeza de lado a lado en el instante en el que oí eso.

"No. No tengo lo siento como un sentido de responsabilidad ni lo veo como una misión. Sin embargo, si alguien cercano a mi se encuentra en problemas, no puedo evitar querer ayudarlo con todo lo que tengo."

"He~h, pero que buen niño."

Isabel dijo eso con un tono ligeramente impresionado.

Pero no parecía estar tratando de ser sarcástica ni estaba tratando de burlarse de la situación. Solo estaba declarando su propia impresión.

Pero aun así, su respuesta no cambio.

"Pero aun así, es imposible. No importa cual sea el motivo, el Cañón de los Elfos es un santuario inviolable. Si le revelará su ubicación a un humano a quien acabo de conocer, solo avergonzaría al resto de los elfos."

"… Ya veo. Lo entiendo."

Seguí mas lejos que esto no cambiara nada.

Seguir insistiendo sobre el tema solo volverá mas problemático lidiar con el asunto. A este paso tendré que buscar algún método diferente.

Después de decir eso, Isabel me lanzó una mirada dudosa.

"¿Ah?, ¿Ya te rindes?"

"Es tarde, por lo que volveré a casa. Pero aun no me he rendido."

"Ese es el espíritu. Estaré esperando hasta ese momento entonces."

"Te lo agradezco."

Las probabilidades de que me dijera donde se encontraba, incluso si me quedaba aquí, eran inexistentes.

Lo mejor sera volver en otro momento.

Ademas, dentro de poco vendrá siendo la hora a la que Wokins va a verme a mi cuarto. Lo mejor es que vuelva lo mas pronto posible.

"Además, ten cuidado con los bandidos. Han habido rumores de que se han estado escondiendo en las montañas cercanas. Además ya deberías saber de lo sensibles que son los bandidos con la información."

"Ya lo se. Me estaré yendo mañana , así que no te preocupes."

"*Guh*, ¿¡Te iras mañana!?"

"Si. Supongo que no nos volveremos a ver. Adiós chico."

Me gustaría que me hubieras dicho eso desde un principio.

De ser así, habría preferido seguir tratando de descubrir algo. No puedo solo desperdiciar esta oportunidad después de haberla encontrado.

Pero, tampoco piensa decirme algo al respecto, no tiene caso seguir insistiendo en este momento.

Maldición, a pesar de que encontrar a un elfo es algo muy raro. En verdad soy alguien desafortunado.

No puedo evitar recordar cómo era mi situación en mi vida anterior.

Habían ocasiones en las que cuando trataba de tomar el tren, acababa en el vagón con la mayoría de las personas enfermas, y finalmente acabe siendo asesinado por una barra de metal en la noche de navidad.

Pensar en ello solo hacia que deprimiera aun mas, entonces, de repente mire hacia el exterior desde la ventana.

Una extraña atmósfera cubría el pueblo.

Eso me convenció.

Aún había algo que podía hacer.

"… Mañana te veré afuera."

"¿Esta bien que un noble se tome tanta libertad para salir como le plazca?"

"No importa, no necesitas preocuparte por eso."

"Entiendo. Es la primera vez que me voy a ir a encontrar con alguien. Bien, no vemos entonces."

Enderece mi postura y salí de la habitación.

No podía seguir causándole problemas a ella. Cuando finalmente salí al frente de la posada, solté un profundo suspiro.

Creo que esta es una gran oportunidad.

Sin embargo, aún no es el momento.

Cuando eso ocurra, tendré una oportunidad de hacer algo al respecto. Si, al parecer, las personas que están detrás de Isabel se están aproximando.

… Si planean hacer algo, será mañana.

Debo ser cuidadoso.

Con eso en mente, volví a casa.

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