Awakening capitulo 140

Al mirar al Oficial de Policía Jefe de Patrullas acostado sobre la mesa durmiendo como un cerdo, Harayama Daisuke, el joven policía Sada Yufu no pudo evitar ser infectado, también sintiendo un poco de sueño.

Sada sabía que él no podía dormir, hoy él y Harayama eran responsables del deber nocturno. Si los dos estuvieran dormidos y fueran vistos por otros, su castigo sería seguro. Lo peor que pasaría era que dejaría una mancha en sus registros, por lo que su posterior promoción sería mucho más difícil.

Quizás tal castigo por 15 largos años para el Oficial Patrullero Harayama no significaba nada, por lo que durmió cómodamente. Pero no para él, en su primer día como oficial de policía, Sada prometió una vez que en diez años, debe volverse un Inspector de Policía.

Pero en dos años desde entonces, el joven policía entusiasta comenzó a desanimarse un poco.

El área de la que él es responsable es mucho más pacífica que las otras áreas. Sus trabajos diarios estaban llenos con registrar los datos de los objetos perdidos, y ocasionalmente detener a los chicos de la preparatoria involucrados en las peleas de pandillas. Además, a menudo recibía llamadas pidiéndole que buscara mascotas de casa perdidas.

Él recordó que uno de sus superiores le dijo una vez: “Sólo en caso de peligro es cuando la gente se da cuenta de la importancia de la policía, pero usualmente, no hay diferencia en hacer trabajos extraños.”

En ese momento, no lo creía, pero ahora lo sabía mejor.

Al mirar al babeando y durmiente Jefe de Patrulla Harayama, tuvo un tanto  de envidia y emociones de desprecio.

El Jefe de Patrulla no es un título oficial para un Oficial de Policía. Eso en realidad se le da a aquellos que, en diez años, aún no han sido promovidos a Cabeza de Patrulla.

Este tipo ha estado a gusto siendo un oficial de patrulla durante 15 años, Sada realmente no puede imaginar por qué Harayama nunca pensó en mejorarse a sí mismo. Sin embargo, esta persona es generalmente buena con él, sólo que un poco verboso.

Sada miró su reloj. Aún no son las 22:00. El amanecer todavía era largo; Él realmente no sabía cómo mantenerse despierto. Afortunadamente, mañana es domingo, así que él puede tener un buen descaso.

Mientras todavía estaba soñando despierto, la alarma del teléfono en la mesa sonó de repente.

Sada inmediatamente despertó, casi reflexivamente tomó el teléfono.

“Hola, esta es la Unidad de Patrulla del Distrito de Tokio Hachioji, ¿qué puedo hacer por ustedes?”

Después de contestar la llamada, Sada inmediatamente sacudió para despertar al Jefe de Patrulla
Harayama Daisuke.

“¿Cuál es el problema? ¿Hay un accidente?”

Harayama bostezo y dijo.

“Acabo de recibir una orden de los de arriba, dicen que, en la Universidad de Teikyo, hay una pelea muy seria fuera del campus. Ahora hay 17 estudiantes heridos y han sido admitidos en el hospital. Los de arriba quieren que arrestemos de inmediato al cabecilla de la pelea.”

“¿Qué? ¿Una universidad de élite como Teikyo podría tener tal incidente?”

Dijo Harayama sorprendido.

“Espere a que el de arriba nos envíe un fax sobre los datos del criminal, y entonces podemos actuar.”

Sada dijo algo emocionado.

‘Este tipo parece estar muy entusiasmado con esto.’ Pensó Harayama extrañamente. Sentado en el coche, el Jefe de Patrulla perplejamente miró los datos del criminal.

“¿Este chico es el criminal? Los datos dicen que también es un estudiante de la Universidad de Teikyo. Su apariencia no es diferente de un estudiante universitario ordinario. ¿Escuchaste la información claramente? ¿Sólo él puso a los otros 17 estudiantes en el hospital por lesiones graves?”

“Realmente no sé sobre las especificaciones, pero el de arriba quiere que nosotros traigamos de inmediato al criminal de vuelta a la estación de policía para un interrogatorio.”

Respondió Sada desde un lado mientras conducía.

El Jefe de Patrulla miró la dirección del criminal y repentinamente encontró que la dirección parecía un poco familiar.

Media hora más tarde, el coche de policía llegó al frente de la casa de dos pisos.

“¿Estás seguro de que el criminal realmente vive aquí?”

El rostro del Jefe de Patrulla estaba lleno de sorpresa.

“¿Qué pasa, jefe de patrulla?”

El joven oficial patrullero preguntó después de cerrar la puerta.

“Es aquí, estoy seguro de que es aquí. ¿Sabes quién vive en esta casa?”

Preguntó el Jefe de Patrulla.

“¿No es ésta la casa del criminal?”

“Pero esta es también la casa del recién ascendido Inspector de Policía Ryutaro Maeda. Cuando se casó este año, me invitó a comer con otros colegas en esta Casa. Así que definitivamente no estoy equivocado.”

Respondió Jefe de la Patrulla.

“¿Eso significa que el criminal es de la familia del inspector Maeda?”

Dijo Sada con asombro.

Sada sabia de este tipo Maeda; Él es también su modelo que él quiso emular. Ryutaro Maeda también comenzó su carrera como oficial de patrulla. Al servir casi diez años como Oficial de Patrulla, ha roto a través de algunos casos muy difíciles. Finalmente, a sus treinta y siete años de edad, se convirtió en un inspector de policía. El objetivo de Sada: convertirse en Inspector de Policía, estaba a un paso de distancia.

“Así que, ¿qué pasa ahora?”

Sada estaba un poco abrumado.

“Todavía tenemos que traer de vuelta al criminal. Pero debemos dejarle claro al oficial Maeda primero. Él es uno de nosotros, y tiene un carácter fácil, por lo que no debe hacer las cosas difíciles para nosotros.”

El jefe de patrulla, después de todo, ha estado vagando por la calle durante más de quince años, él sabía muy claramente sobre las formas del mundo.

Al oír el timbre de la puerta, Rumiko se dirigió a la puerta y la abrió.

“Perdóneme, ¿es usted la señora Maeda?”

El jefe de patrulla se quitó su gorra.

“Sí, lo soy, ¿a quién buscas?”

Al ver a los dos policías frente a la puerta, el primer pensamiento de Rumiko fue que buscaban a Maeda.

“¿Está el Sr. Maeda en casa? Somos oficiales de patrulla del Distrito de Hachioji, tenemos algo que ver con el inspector Maeda.”

“Por favor, entren, mi marido está dentro.”

“Gracias, Sra. Maeda.”

Los dos se inclinaron y entraron.

Cuando las dos personas entraron en la sala siguiendo a Rumiko, vieron a Ryutaro Maeda jugando ajedrez con un joven.

Ryutaro Maeda parecía muy concentrado, como si no supiera que algunas personas habían entrado. Pero el joven ligeramente levantó su vista cuando los dos agentes de policía entraron.

Sada inmediatamente reconoció que el joven era el criminal que se suponía que iban a arrestar. Casi no pudo evitar gritar.

“Ryutaro, dos policías te están buscando.”

Rumiko gentilmente la llamó profundamente con el pensamiento marido.

“¿Qué?”

Maeda finalmente reaccionó.

“Buenas noches, inspector Maeda.”

El jefe de patrulla saludó a Maeda.

“Resulta ser el hermano jefe, mucho tiempo sin verte, por favor, siéntese.”

Al ver a un viejo colega, Maeda estaba muy feliz.

“Dos oficiales por favor tomen un té.”

Rumiko puso dos tazas de té en la mesa delante de ellos.

“Ustedes no simplemente vinieron aquí para verme, ¿cierto?. Habla, ¿qué pasó?”

Maeda preguntó directamente al punto.

“Em…..”

El jefe de patrulla pareció un poco avergonzado al ver a Rumiko.

“Chicos hablan lentamente, yo voy ir a cortar un poco de fruta, Masashi, tu ven a ayudarme.”

Rumiko muy consideradamente se puso de pie.

Después de mirar a los dos policías, Lei Yin se levantó y siguió a Rumiko.

Después de que Rumiko y Lei Yin se fueran, el Jefe de Patrulla preguntó:

“Ese joven de ahora, ¿cuál es su relación con el inspector Maeda?”

“Es el hijo de mi esposa con su ex-marido, mi hijastro”

Dijo Maeda sucintamente.

‘Resultó ser así.’ Murmuró el Jefe de Patrulla y dijo:

“Esto podría ofender al inspector de policía Maeda, pero este es nuestro deber, no tenemos elección. La situación es la siguiente….”

Maeda golpeó suavemente el dormitorio de Lei Yin.

“Por favor entra.”

Después de abrir la puerta, él vio que Lei Yin, por un tiempo, se había sentado en la cama a leer un libro tras ponerse ropa de civil.

“Masashi, ¿vas a salir?”

Preguntó Maeda.

Al levantar su cabeza para mirarlo, Lei Yin sonrió:

“Si no adiviné mal, los dos policías me están buscando. ¿Cierto?”

Maeda suspiró:

“¿Así que lo que dijeron es cierto?”

“No oí lo que dijeron de mí, pero debería haber algunas discrepancias. Volveré a la comisaría con ellos, y encontrarás algunas razones para explicárselo a mamá y a Rumi.”

“Iré contigo. Desde que te conozco, he dicho más mentiras que en mis diez años anteriores.”

Dijo Maeda con una sonrisa irónica.

Al ver la mirada de preocupación de Rumiko, Lei Yin abrió la ventana del coche para consolarla:

“Mamá, no te preocupes, solo necesito ir a la comisaría para reconocer a un ladrón, no pasará nada.”

“Tienes que tener cuidado, y recuerda no dejar que el chico malo vea tu apariencia o ellos vendrán y se vengarán de ti.”

Urgió Rumiko.

“Estate segura, protegeré a Masashi.”

Maeda también abrió la ventana y dijo.

“Ryutaro, tú también tienes que tener cuidado.”

Mirando a la gentil y amorosa Rumiko, el jefe de la patrulla Harayama tuvo mucha envidia, ‘Si tan sólo la tigresa de la casa es la mitad de tan dulce como ella, me reiría felizmente en secreto.’

En una estación de policía tranquila, Maeda, un poco deprimido, se sentó fuera de la sala de interrogatorios, fumando.

Debido a que es pariente de Masashi, y esta área tampoco está en su jurisdicción, sólo puede pagar la fianza al actual Masashi detenido.

En la sala de interrogatorios, el oficial encargado de interrogar a Lei Yin también estaba deprimido. Ya que no importa cuento hizo la pregunta, la respuesta de este tipo fue impermeable.

“Hay más de diez personas constantemente confesando que usted es el que atacó primero. Además de tus tres amigos y tú, ¿no hay otros testigos que prueben tu inocencia?”

El policía hizo una pregunta.

“Si mis amigos no pueden ser los testigos, entonces esas personas sólo pueden ser demandantes y no testigos. Deberías llamarlos para averiguar si pueden proporcionar algún testigo o evidencia de que yo ataqué primero, en lugar de preguntarme a mí, el acusado, que lo proporcione.”

Lei Yin respondió.

El oficial de policía sabía que no tenía sentido preguntar, salió de la sala de interrogatorios. Después de cerrar la puerta, sacó un teléfono móvil.

Después de regresar a la sala de interrogatorios, el oficial le dijo a Lei Yin:

“Para ser honesto con usted, también sabemos que esos tipos lo iniciaron primero. Pero la gente que golpeó, algunos de sus padres tienen un fondo muy alto. Ellos dijeron que querían que fueras a la cárcel. Nosotros solo actuamos de acuerdo con el comando del de “arriba”. Aunque no trabaja en la misma área, tu padre es, después de todo, uno de los nuestros, así que no queremos que las cosas se salgan de la mano. Si esta cosa realmente se fuera a la corte, se volvería  muy problemático. Así que sugiero que tome la iniciativa de admitir su crimen y disculparse con ellos. Además, también le ayudaremos a lidiar con ellos, así que tal vez no continuarán con este asunto. Piénsalo.”

Lei Yin miró, y después de un tiempo dijo:

“A pesar de que no eres un policía con principios, no se puede negar que eres una buena persona. Lo siento, me niego a hacerlo porque no hice nada malo. Solicito una reunión cara a cara con esos acusadores.”

“¿Realmente no quieres pensar en ello? No te dejes influenciar por los sentimientos personales que pueden arruinar tu futuro.”

El oficial de policía aconsejó otra vez.

“Lo he decidido, por favor, ayúdame a arreglarlo.”

Lei Yin dijo despectivamente.

“Muy bien, ya que insistes, te ayudaré a organizarlo. Ojala que estés bien. Pero ahora es demasiado tarde, tienes que quedarte aquí una noche, mañana iremos al hospital a ver a los acusadores. Si no quieres quedarte aquí, entonces deja que tu padrastro te ponga en libertad bajo fianza.”

Después de decir esto, el oficial de policía salió de la sala de interrogatorios.

“Gracias.”

Al ver que el oficial de policía responsable del interrogatorio salió, Maeda inmediatamente preguntó:

“¿Cómo está Masashi?”

El oficial de policía sacudió su cabeza:

“Acaba de decir que luchó en defensa propia, pero no puede proporcionar testigos efectivos y pruebas físicas que puedan demostrar que los chicos comenzaron primero. También pidió confrontar a aquellos estudiantes que fueron heridos y hospitalizados.”

“¿Confrontación cara a cara? ¿Cuál es el punto?”

Maeda preguntó perplejo.

“Yo tampoco sé lo que quiere hacer. Pero la situación es muy desfavorable para él. En primer lugar, todos ellos confesaron que él era el que los atacó primero, y lo otro, lo más importante, las lesiones de esas gentes son realmente pesadas, varias de ellas tienen costillas graves o fracturas de las manos. El más ligero tenía sus mandíbulas dislocadas. Pero no recibió lesiones en absoluto. Con esta aparente brecha  de lesión, es fácil para las personas estar en el lado herido. Además, también sabes que varios de ellos tienen padres que son intocables. Sólo le convencí de tomar la iniciativa de disculparme, pero él se negó.”

Maeda pausó y luego dijo:

“En cualquier caso, no dejaré que nada le ocurra a Masashi.”

El oficial de policía lo miró y no emitió ningún sonido.

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“Hey, ¿cómo lo hiciste?”

Takeda miró a Lei Yin.

“¿Qué quieres decir?”

“Con el caracter de Sanada y Eguchi, ellos no son tan fáciles de darse por vencidos. Por otra parte, su padre son congresistas, pensé que iban a demandarte, pero al final no. ¿Quiero saber por qué?”

“Ellos en realidad planeaban hacerlo, pero luego fui al hospital para enfrentarlos. Finalmente después de unas pocas palabras con ellos, confesaron que me atacaron primero. Con el fin de no dejar que el incidente se salga de la mano, aquellos llamados padres congresistas no persiguieron más el asunto.”

“¿Esto es cierto o falso? ¿Son fueron tan fáciles para confesar?”

Dijo Takeda dudoso.

“Para otros, esto no puede ser fácil, pero para mí, lo fue.”

“A veces realmente no sé si lo que dices es verdadero o falso.”

Takeda suspiró.

Al mismo tiempo, el oficial de policía que interrogó a Lei Yin miró la cinta de grabación en su mano.
En sus años de manejo de casos, nunca había visto tal cosa.

Cuando el joven llamado Gennai Masashi fue al hospital con él para confrontar a esos estudiantes, el chico sólo preguntó unas palabras, y esas personas, una por una, confesaron que lo atacaron primero.

Su actitud de cooperación fue sin precedentes.

La única explicación era que el joven podría haber usado algún tipo de hipnosis, pero nunca había escuchado a nadie que pudiera hipnotizar a una persona tan rápidamente. Irrazonable, completamente irrazonable.

En cualquier caso, el asunto está resuelto.

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