Novelas ligeras en español

sábado, 5 de agosto de 2017

Summoned Slaughterer capitulo 41

Justo antes del mediodía, el ejército de Vichy se acercó lentamente al escenario de la batalla, Fukaroru, en una gran formación extendida.

Buer, situado en el centro de las tropas montadas a caballo, miró a la puerta cerrada de Fukaroru.

La puerta de Fukaroru era una enorme y solida pared de hierro.

Pruflas la había construido siguiendo las instrucciones de Hifumi.

La muralla encerraba a toda la ciudad y el lado que daba a Vichy fue reforzado predominantemente. Esta se elevaba hasta una altura de aproximadamente 3 metros en contraste con las tradicionales que tenían una altura de 2 metros.

"Prepárense." (Buer)

Sin apartar la mirada, Buer dio esta orden.

Cuando el comando fue transmitido entre sus subordinados, la infantería avanzo una por una y se alineó frente a Buer.

El fundamento para asaltar una ciudad en este mundo es atacar la puerta con un gran número de personas y abrirla por la fuerza. En cuanto a los soldados que no alcanzaran a estar delante de la puerta, estos tendrían que trepar por encima de la pared. Era una estrategia tan sencilla.

Aunque muchos soldados habían desertado, Buer juzgó que tenían un amplio potencial de guerra para conquistar la ciudad antes de que llegaran los refuerzos enemigos. Sin mostrar ninguna originalidad él eligió el plan de pasar sobre la alta pared y pasar a la fuerza a través de la puerta utilizando la táctica de las olas humanas con el fin de derribar la defensa.

"Ataqu-" (Buer)

Antes de que Buer pudiera terminar de expresar la orden, la puerta, hecha por Pruflas usando metales especiales, se abrió lentamente.

"Humph, al ser conscientes de los números desfavorables, decidieron rendirse, ¿eh?" (Buer)

Pero el que apareció desde la puerta no era un mensajero para la rendición. Era algo tan grande en tamaño como tres de esos lanzadores que habían matado a muchos de los soldados de Vichy.

Cuando las lanzas del enorme lanzador de lanzas fueron visibles por la abertura de la puerta, esta detuvo su movimiento.

Estaba completamente cargada de gruesas lanzas que no dejarían ninguna objeción si fueran llamadas troncos.

La descarga de las lanzas hizo un sonido profundo de * gon *. Las lanzas se acercaron a los soldados de Vichy dibujando una trayectoria radial más que una línea recta. Estas robaron la vida de varios soldados sin perforarlos, sino aplastándolos.

"Q-, Qu-..." (Buer)

Con la aparición de la enorme arma nunca vista, Buer incluso olvidó emitir órdenes mientras veía uno de los troncos manchados de sangre a su lado.

Aprovechando esa oportunidad, el lanzador fue llevado de nuevo hacia la ciudad y la puerta se cerró una vez más.

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"¿Qué es eso..." (Kasha)

Mirando las armas contundentes volando por el cielo, Kasha, al igual que Buer, se quedó sin habla.
A su lado, Hifumi y Pruflas estaban revisando los resultados.

"¿Puede ser demasiado pesado después de todo?" (Hifumi)

"No importa cómo lo mires, hay un límite, ¿no?" (Pruflas)

Al ver los troncos que apenas llegaron al enemigo sin siquiera llevar una velocidad decente, los dos guiaron su atención hacia las partes problemáticas antes que a su funcionamiento y discutieron tranquilamente sobre ello.

Cuando los enanos le dijeron "En este momento es, por decirlo así, un producto de prueba, pero ¿no sería muy poderoso?", Hifumi les dio permiso diciendo 「¿Entonces por qué no intentan hacerlo?」

"Es un fracaso. Simplemente déjalo en un almacén vacío." (Hifumi)

"Supongo que no puede ser ayudado. Intentaré mejorarlo una vez tenga tiempo." (Pruflas)

Ignorando el asombro de Buer, Hifumi y Pruflas lo juzgaron como un fracaso.

Mientras los enanos estaban animados discutiendo sus opiniones sobre las deficiencias y lo que no estaba dentro de sus cálculos, se retiraron de las líneas del frente junto con el enorme lanzador que estaba sujeto con cuerdas.

Como si los reemplazara, Alyssa llegó corriendo al lado de Hifumi.

"Hifumi-san, como ustedes han ordenado, los ciudadanos se están refugiando por el momento, pero ¿ese lugar está realmente bien?" (Alyssa)

"Está bien. Dejando eso de lado, ya que el tiempo de juego de los enanos ha terminado, te dejo el resto." (Hifumi)

"¡Entendido! Hifumi-san, ¡Cuídate!" (Alyssa)

Alyssa emitió las órdenes a los soldados mientras corría.

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Tres tornillos de hierro estaban asegurando la puerta.

Sería imposible destruirla, siempre y cuando no usasen un ariete impresionantemente grande.

La parte interior de la pared alta estaba equipada con andamios. En los niveles superiores e inferiores de este había aberturas para los dispositivos como los lanzadores de lanzas.

Cada Lanzador seria manejado por dos soldados. Y estos podrían descansar por turnos en intervalos de 30 minutos.

Este sistema les permitía seguir acosando a los atacantes con un patrón de ataque constante de 50 lanzas por cada descarga durante el día y la noche.

Hifumi realizó los últimos toques.

"¡Bienvenidos a Fukaroru!" (Hifumi)

Hifumi, que había subido a la parte superior de la puerta, llamo la atención con un *pan pan*.

"Para ustedes, que vinieron de tierras lejanas, hemos organizado una recepción grandiosa. Mirándolos así, los alabo por su espléndida perseverancia viniendo hasta aquí. Por favor, saboreen el abundante banquete." (Hifumi)

"¡Abran la puerta y salgan! ¡Luchen justo y cuadrado!" (Buer)

Aunque la garganta de Buer se quedó ronca al responder a las palabras de Hifumi con una voz llena de ira, Hifumi se retiró rápidamente en medio del continuo discurso de Buer.

Mientras la voz de Buer levantaba el infierno al otro lado de la puerta, aun si los soldados del ejército de Vichy también se encendían furiosamente o se asustaban por la actitud de Buer, de cualquier manera, en cuanto al interior de la puerta, nadie le estaba prestando atención a las palabras del general enemigo.

Todos los soldados del ejército territorial Touno sabían de las batallas llevadas a cabo hasta ahora y la que tendría lugar aquí. Aunque hubiera sido bueno huir, llegar hasta aquí siendo estimulados por las provocaciones de Hifumi fue un error, todos ellos pensaban esto con indiferencia, como si fuera el problema de otra persona.

No con espadas o mazas, sino que atacándolos repetidamente con ataques sorpresa que las armas a larga distancia les proporcionarían, para el ejército territorial la victoria completa ya estaba decidida. Para ellos esta guerra no era nada más que una destrucción unilateral, sangrienta y directa de sus enemigos.

"No maten al general." (Hifumi)

"Está bien, le diré a todos que no lo hagan." (Alyssa)

"Pues bien, te dejo a cargo." (Hifumi)

"¡Entendido! ¡Todo el mundo, que comience el ataque!" (Alyssa)

Siguiendo la orden de Alyssa, las lanzas fueron disparadas sucesivamente.

Con la constante ráfaga de lanzas, los soldados del ejército de Vichy fueron traspasados y una masa de cadáveres fue producida.

Algunos veían a sus compañeros morir justo frente a sus ojos encontrando la muerte instantánea.

Algunos se desmayaron en agonía cuando una lanza los empaló desde el abdomen.

A pesar de que Buer, a quien se le salvó de este destino debido a la orden de Hifumi, apresuradamente dio la orden de atacar, los que trataban de acercarse eran derribados con golpes certeros.

Además, muchos de aquellos, que quisieron huir de este terror, se convirtieron en presas de las
lanzas.

Aunque hubo también aquellos que se escondieron entre los cadáveres de sus compañeros, fue fácil que las lanzas, que su poder y fuerza habían sido mejoradas repetidamente por los enanos, penetraran a través del cuerpo de un hombre aplastando sus huesos.

El ejército de Vichy, a pesar de sus números, fue forzado a retroceder y tuvo que distanciarse lentamente.

"¡Adelante! ¡Adelante! ¡Mantengan la presión! ¡Ganaremos una vez que tomemos la puerta!" (Buer)

Sin pensar en dudar de si mismo, Buer blandió su espada mientras gritaba.

Mientras caminaban sobre sus compañeros siendo disparados uno por uno, los soldados de Vichy que trataban de avanzar buscaban alcanzar la puerta tan pronto como posible y luchaban por todos los medios para escapar de este dominio del infierno.

Desde la autopista, rodeados de cadáveres y gravemente heridos, los arqueros trataron de cubrir con sus flechas a la infantería que avanzaba ante ellos.

Con el fin de no desobedecer la orden de Buer disparaban flechas ocasionalmente, pero por los altos muros, no hubo ningún efecto visible.

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Alrededor de dos horas habían pasado desde el comienzo de la batalla. Presionados por la matanza unilateral, el número de soldados de Vichy había disminuido considerablemente. Y sin embargo todavía luchaban por llegar frente a la puerta mientras estaban cubiertos de heridas. Por el bien de vengar a sus aliados, golpeaban con fuerza la puerta con las espadas y mazas que tenían en sus manos.

Mientras un sonido de * gon gon * reverberaba con múltiples ritmos, Hifumi frunció el ceño.

"Qué ruido... habría sido mejor instalar algunos materiales de amortiguación en la puerta, ¿supongo?" (Hifumi)

Al lado de él, Kasha se tapaba los oídos.

Aunque había sido colocada al lado de Hifumi como su guardia durante la batalla, estaba aburrida ya que ni siquiera había trabajo que hacer.

Siguiendo la bien conocida estrategia de Hifumi, el ejército de Vichy eventualmente se retiraría cuando fueran unilateralmente masacrados como ahora.

En ese caso, no tendría la oportunidad de usar la herramienta de comunicación mágica que le había confiado Pajou.

A pesar de que había endurecido mi determinación, aunque dudaba severamente, ¿No sería mejor si esa operación no fuera ejecutada? Era lo que Kasha pensaba.

"Hifumi-sama" (Origa)

Origa, que había estado dando órdenes a los soldados en la mansión del Señor mientras Hifumi estaba ausente, se acercó.

"Parece que los refuerzos del castillo real llegarán pronto. Según el informe del explorador, el Tercer cuerpo de caballeros está liderando los refuerzos." (Origa)

"Ya veo." (Hifumi)

"¿Exploradores? ¿También enviaron exploradores en la dirección del castillo real?" (Kasha)

Al escuchar las palabras de Origa, Kasha terminó inconscientemente levantando la voz.

"Ah, nuestros movimientos tendrán que cambiar dependiendo del momento de la llegada de los refuerzos... ¿Es algo incómodo si enviamos a nuestros exploradores hacia esa dirección?" (Hifumi)

"N-No, está bien ir tan lejos si es para conocer la situación de nuestros aliados... No, no te preocupes por eso." (Kasha)

Echando un vistazo a la confundida Kasha, Hifumi se dirigió hacia la puerta.

"Voy a matar a los chicos que se aferran a la puerta." (Hifumi)

Escalando al andamio, Hifumi subió hasta la cima de la puerta.

Aunque Origa trató de detenerlo advirtiéndole de los peligros, Hifumi la reprendió diciendo: "Será el fin si por alguna casualidad el enemigo logra pasar por la puerta, así que iré a ayudar un poco." y continuó subiendo a la cima de la puerta.

Kasha también trató de seguirlo, pero ya que era originalmente imposible para la gente subir allí. Hifumi le ordenó que esperara, ya que de cualquier manera sería demasiado estrecho para tres personas.

Mientras Hifumi miraba desde lo alto de la puerta, vio a unos 10 soldados de Vichy golpeándola desesperadamente sin causarle siquiera pequeñas vibraciones.

"Cállate." (Hifumi)

Hifumi retiró una Naginata de su almacenamiento oscuro y la lanzo perforando con precisión la arteria carótida de uno de ellos.

La puerta estaba pintada de rojo debido a la rociada de sangre.

Origa también usó con destreza su magia de viento, que había entrenado duro, para cortar las piernas y los brazos de los soldados de Vichy. Uno por uno los hombres se sumergieron en el abismo de la muerte.

Origa estaba emocionada por la euforia de la batalla ya que por primera vez en un tiempo luchaba hombro con hombro con Hifumi. Ella liberaba magia en las flechas, que provenían de un lugar peligroso de las fuerzas de Vichy.

Acortando los cantos para completarlos rápidamente y repitiéndolos hasta el límite, las cuchillas de viento cosecharon continuamente las vidas del enemigo.

Por primera vez se había convertido en una verdadera batalla defensiva. También quería impresionar a Hifumi que estaba justo al lado de ella. Mientras estaba en éxtasis matando a los soldados de Vichy debajo de ella, vio una flecha aproximándose en el momento en que incidentalmente levantó su cara, pero Origa no pudo reaccionar de ninguna manera.

En un instante, sintiendo como si el propio tiempo se hubiera ralentizado, una sombra apareció en su campo de visión cubriendo su cuerpo.

Cuando un * don * se escuchó, Origa se sorprendió por el sonido amortiguado de una flecha golpeando un cuerpo humano y sus pensamientos quedaron en blanco.

En el momento en que cayeron de la parte superior de la puerta, ella regreso a sus sentidos debido al dolor.

"¿Duele... flecha? ¿Quién... ah, ah, ahhh…?" (Origa)

Algo así como quién hubiera podido protegerla de la flecha que volaba hacia ella, ni siquiera había necesidad de pensar en ello. No pudo quedarse sentada al ver aquella figura.

"¡Hi-Hifumi-sama!" (Origa)

Aun teniendo una flecha incrustada en su hombro, Hifumi había protegido a Origa de la caída. Aunque todavía respiraba, se había desmayado en el suelo de la ciudad empapado de sudor.

Todo el mundo, se sorprendió al ver esa vista.

Por supuesto, incluso Kasha no era la excepción.

"¡Hifumi-san!" (Kasha)

"Kasha-san, déjame este lugar a mí. ¡Lleva a Hifumi-san a la mansión para recibir tratamiento médico! ¡Ya que Origa-san también ha caído, vayan juntos a la mansión!" (Alyssa)

Alyssa, la más joven de ellas, gritó hacia las dos mujeres aturdidas. También emitió una orden a los soldados para mantener la compostura y continuar disparando.

"E-Es cierto, si no nos apresuramos con el tratamiento médico..." (Kasha)

Aunque Kasha pensó que esta podría ser su oportunidad de ponerse en contacto con Pajou, solo una flecha había golpeado a Hifumi quien posee la medicina curativa de más alto rango, Alyssa naturalmente habría considerado el tiempo necesario para recibir tratamiento médico.

Kasha llamo a dos soldados y les dio la orden de retirar una puerta de una casa cercana y llevar a Hifumi encima de ella. Ella misma prestó su hombro a Origa.

No había ninguna herida grave visible en Origa, pero su tobillo estaba muy torcido y no parecía que ella sería capaz de pararse normalmente.

Aunque la línea de frente, que vio a los dos líderes caer, cayó en la confusión temporalmente, fueron apoyados por el estímulo extremadamente inadecuado de Alyssa.

"¡Hey, vamos! ¡Apunta correctamente mientras disparas!" (Alyssa)

"E-Entendido!"

El soldado del territorio, al recibir una palmada en la espalda, suprimió su impaciencia y apuntó al siguiente enemigo.

Los soldados, que estaban descansando, quedaron asombrados por la valentía de Alyssa.

"La jefa está tranquila."

"Después de todo, eso fue Hifumi simplemente actuando." (Alyssa)

Aunque era diferente para Origa, Alyssa dijo esto.

"¿... ha?"

"Hifumi-san había estado buscando una oportunidad de fingir que se lesionó. Ahora solamente se retiró a la mansión después de ser realmente lesionado... ¡ah!" (Alyssa)

Al darse cuenta de que acababa de decir algo escandaloso, Alyssa comenzó a entrar en pánico.

"¡O-Olvídate de lo que he dicho! ¡Me dijeron que apuntaran al general enemigo una vez que Hifumi se lesionara! ¡Apunten a ese tipo y mátenlo rápidamente! ¡Y después de golpearlo, dejen de disparar por un tiempo!" (Alyssa)

"¡E-Entendido!"

Buer, que no había sido apuntado en todo el tiempo de duración de la batalla, expuso su figura audazmente mientras daba órdenes sobre su caballo.

Casi simultáneamente ese lugar fue perforado por varias lanzas. Buer murió sin siquiera entender lo que le había pasado.

Cuando los soldados de Vichy vieron a su general sacudirse violentamente cayendo de su caballo, y dejaron de oír la voz audible que los forzaba a persistir en este peligroso lugar, notaron que el aguacero de lanzas había cesado.

Y entonces, como no había ningún comandante, los soldados optaron por retirarse en lugar de atacar.
Incluso aquellos soldados que se abalanzaban hacia la puerta, al ver a sus aliados huyendo, escaparon a toda velocidad.

"¡Bueno, abran la puerta! ¡La mitad de ustedes me acompañarán para llevar a los enemigos hasta la frontera nacional! ¡La mitad restante despejará el área delante de la puerta!" (Alyssa)

Aparte de las órdenes de Alyssa, los soldados territoriales no podían comprender con qué facilidad había terminado la batalla. Pero como Alyssa les dijo que esto no se resolvería si no expulsaban al enemigo antes de que los residentes regresaran a la ciudad, comenzaron a moverse sin quejarse del horario apretado.

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Los residentes del lado de Vichy fueron trasladados temporalmente a la plaza frente a la mansión.

Pero a ninguno de esos residentes se les dijo que el ejército de Vichy había sido repelido.

Como algunos soldados se acercaron a ese lugar llevando al Señor herido, el área alrededor de la mansión se hizo ruidosa. Pero con la notificación de la llegada de los refuerzos que llego mientras estos exigían respuestas, se alzaron grandes aplausos.

El grupo de Pajou estaba desconcertado por el extraño ambiente de bienvenida, pero justo antes de que ella pudiera entrar en la ciudad, se dio cuenta del sonido de ruptura de la herramienta mágica de comunicación. Su cara se puso rígida.

Era un aviso de Kasha sobre el peligroso estado de Hifumi.

Entrando a la ciudad, ella confirmó el asunto sobre la lesión de Hifumi con varios pobladores del territorio. Juzgando que Hifumi había recibido una lesión seria, Pajou condujo dos tercios de la unidad de refuerzo hacia la mansión, mientras que Midas tomó el mando del tercio restante.

"Por favor, avanza en dirección a Vichy." (Pajou)

"... Entendido." (Midas)

Abriéndose paso a través de la población, Midas se fue galopando en un caballo hacia la puerta que da a Vichy. Entonces Pajou se dirigió a hacia el cuerpo de caballeros y les dijo que desmontaran sus caballos y sacaran sus espadas. Además, dio a los soldados la orden de rodear la mansión con el fin de impedir que la gente entrara.

A pesar de que se sentía ansiosa por como las cosas estaban yendo demasiado bien, perder la oportunidad debido a ser capturada por el miedo era inaceptable, de este modo Pajou se persuadió a sí misma.

Y junto con sus camaradas, irrumpió en la mansión del Señor donde Hifumi debía estar.

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