Kujibiki Tokushou Musou Hāremu ken capitulo 32

Al ser llevada de repente al dormitorio, Nana estaba sorprendida.

"¿Dónde estoy?"

"Esta es mi mansión. Estamos en Roizen."

"¿Roizen dice? ¡No me mienta! ¡No hay forma alguna de la que pueda llegar a Roizen en un instante!"

"Te enseñaré cómo después. Al estar en un lugar iluminado, puedo ver toda tu belleza. Aunque es un tipo de belleza diferente a la de Helen."

"¿Helen dices?"

Nana frunció el ceño.

"Tú, Usted llama a su Señora son honoríficos."

"Pues sí, eso ha pasado."

"A qué se refiere."

"Helen no es mi Señora, al contrario, yo soy el Jefe de Helen."

"¿Jefe?"

"Jefe de harén si lo prefieres."

"Ha~~"

Nana se puso roja. Parece que reaccionó cuando dije lo del harén.

¿A lo mejor es alguien que no tiene experiencia con eso?

Si lo piensas, la manera en la que habla desde hace un rato es demasiado aburrida. La princesa Iris es parecida a ella, pero Nana para incluso más estricta.

La princesa de los bárbaros, es lo que escuché, pero si tuviera que elegir, diría que es más parecida a un general o alguien que hace artes marciales.

*Wanan Wana* Nana tembló furiosa.

"No me cuente algo tan insolente, Helen no estaría con un hombre como usted~~"

"Bueno, bueno, eso lo sabrás más tarde aunque no quieras, cuando Helen venga."

Por la forma en que lo dije, Nana estaba confundida.

"¿Esa Helen…?"

"Antes de eso, este asunto debe dejarse zanjado."

"¡Mu……!"

"Por cierto, la razón por la que fuiste capturada…"

"Le digo que aunque me haya capturado, la presión de mi ejército no se debilitará. Aunque me parta en dos, la moral subirá más y más~~"

"Ahh, no es por eso. No es por eso no te preocupes."

"¿No es eso?"

"La razón por la que te capturé es… porque te quiero en mi harén, por eso."

"¡Na~~!"

Nana no pudo terminar sus palabras, *WanaWana* tembló otra vez.

"¿Qué te parece?"

"¡Me niego!"

"¿Con todas tus ganas?"

"¡Por supuesto!"

"¿…Qué debería hacer para que digas ‘Sí’?"

Pregunté con una voz cálida. Nana se sorprendió un instante, justo después puso una cara provocativa y dijo:

"Puede que lo haga si me ganas."

"Ya te he ganado antes."

"E-eso fue, porque me pilló con la guardia baja."

"Por dejar tu guardia baja eh, en fin de acuerdo."

Agarré la espada de Nana y se la di por el lado del mango.

Gracias a eso se volvió a sorprender.

"¿Es en serio?"

"Sí."

"Se arrepentirá de esto."

Nana agarró su espada y se colocó en su pose. La presión que ejercía era mucho mayor que la de antes.

"Perdí antes pero… esta vez no perderé."

"Si pierdes esta vez qué harás."

"Haré lo que usted quiera que haga."

"¿Lo has dicho verdad? Si pierdes, haré que entres a mi harén."

"De acuerdo. Antes me estaba conteniendo porque mis soldados podían verse envueltos en mi ataque, pero sin nadie aquí~~"

Nana blandió su espada hacia mí, yo la paré con Eleanor.

Con la onda expansiva de eso la cama tembló.

Es cierto, es más fuerte que antes.

Es como si hubieran sufrido un aumento de rango la velocidad y el peso.

Así sí puedo entender que esté tan segura de que no vaya a perder.

"Q-quién es la persona que está dentro."

Desde fuera del dormitorio, escuché la voz de Miu.

"Miu, soy yo."

"¿Señor? Ha vuelto."

"Sí, todo está bien por aquí así que deberías volver al trabajo."

"Sí, entendido."

Estaba un poco preocupada al principio, pero cuando se dio cuenta que era yo el que estaba dentro, Miu se calmó y se fue a algún lugar.

"¡No mires a otro lugar!"

"O~to. Eso ha sido lo más concentrado."

"¡Khu!"

Usé todo mi poder durante un instante mientras movía a Eleanor y conseguí quitarle su espada de la mano.

De la misma forma que la última vez, inhabilité a Nana.

Nana miró su mano y luego su espada en el suelo.

Tenía los ojos abiertos de par en par y con una cara de incredulidad.

‘Lo hice con toda mi fuerza, no es posible’ es como si dijera eso.

"¿Qué tal?"

"¡Khu!…. mátame."

"Te lo dije ¿cierto? No voy a matarte."

Envainé a Eleanor.

"Además, he ganado ¿no?"

Le di a entender que mantuviera su promesa, al decir eso, Nana me miró de lado y dijo de forma brusca.

"…Haga lo que quiera."

"¿Estás segura?"

"Perder es perder, no retiraré mis palabras."

"Te has dado por vencida de buena gana eh."

"Sólo le diré esto. Aunque pueda jugar con mi cuerpo, nunca le daré mi corazón."

Dijo Nana mientras me miraba enfadada. Cómo debería tomarme esto… ¿No es una premonición?

Bueno, ya que ha sido ella quien sacó el tema, haré justo eso.

Abracé los hombros de Nana sin que se resistiera y la tiré sobre la cama.

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Nana se convirtió en *ToroToro* Tras recibir mi incansable ataque, se quedó exhausta encima de la cama.

"¿Estás bien?"

Como pasó algo parecido con Delfina, aun sabiendo que estaba bien, le pregunté por curiosidad.

Al hacerlo le volvió el brillo a los ojos.

Tumbada hacia arriba me miró con unos ojos penetrantes.

"Con sólo esto… no crea que puede hacerme sucubir."

"¡Ah! Estás bien. Menos mal."

"Si sólo es esto aunque lo haga muchas veces no sucumbiré."

"Un, bueno, no va a ser sólo esto."

"¿….ah?"

Los ojos de Nana dieron una vuelta.

Y *KonKon* llamaron a la puerta.

"Miu ¿eh?"

"Sí. ¿Está bien si entro ahora Señor? ¿No voy a ser atacada?"

También la acabe atacando anteriormente.

"Sí está todo bien."

"Entonces, discúlpeme."

Miu entró con una bandeja y dos vasos de agua.

"Le he traído agua."

"Qué atenta."

"Pensé que era el momento en el que el Señor empezaría la segunda ronda. Así que pensé en rellenar el agua."

"Como es de esperarse alguien que ya lo ha experimentado, sabes cómo van las cosas."

"¿Segunda… ronda?"

Nana estaba muy sorprendida.

"Sí, segunda ronda."

"Espere, ¿Eso significa que lo haremos otra vez?"

"Por supuesto."

"……Es una broma ¿cierto?"

"En ese caso Señor, le traeré más agua en la tercera y cuarta ronda."

"Ohh, te lo agradecería."

"¡¡¿Ha dicho tercera y cuarta ronda?!!"

Miu salió de la habitación rápidamente. Por como la vi corriendo un poco, parece que todavía está bajo los efectos de mi ataque anterior.

Le haré *MofuMofu* como es debido más tarde.

Antes de eso. Miré a Nana.

"Continuemos."

"Espere, ¿Cuántas veces tiene pensado hacer esto?"

"¿U~m?"

Pensé durante un rato.

"Unas 700 veces más que un hombre normal."

"¡Na!––"

Al decir eso tan naturalmente, Nana se quedó sin palabras. Intentó salir corriendo de la cama, pero por supuesto yo no la dejé que escapara.

La capturé y le dije:

"Vamos a hacerlo."

"Ha... haga lo que quiera. No sucumbiré sin importar lo que pase."

Dijo Nana con mucha resolución. Esa parte de ella es algo que me gusta. Le di amor a Nana por todas partes.

Por delante, por detrás, por encima, por debajo, le di amor a todo y lo hice todo mío.

Pero aun así Nana se resistió. A pesar de que su cuerpo estaba exhausto, seguía diciendo ‘no perderé’ y ‘no sucumbiré’.

De hecho, en el momento que cayó casi amanecía, fue durante el final de la octava ronda cuando Miu entró a reponer el agua, justo después de eso.

Si lo tuviera que decir con números, ocurrió algo así como cien veces.

De esa forma, Nana se convirtió en mi mujer.

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